En esta semana, quiero explorar otro tema que no he abordado en los blogs anteriores. Hace tres semanas Colombia sirvió de anfitrión de la Cumbre de las Américas. Lamentablemente, la impecable organización del evento, reconocida por todos los participantes, fue opacada por el desafortunado suceso protagonizado por los agentes de la CIA con unas damas de la noche en Cartagena. Después de finalizado el evento, se podría pensar que no hay nada adicional que agregar.
Sin embargo, en medio del gran despliegue que se hiciera para recibir a tantos jefes de estado, y en especial, el espectáculo montado para la traída del Presidente Obama, para que nos hiciera "el honor" de pasar dos noches en suelo colombiano, se esta perdiendo de vista un tema mucho mas importante que debe afectar las relaciones entre los Estados Unidos y América Latina.
Como lo mostraba el Economist hace dos semanas, hay un contraste cada vez marcado entre lo que está pasando entre el país del norte y los que quedan al sur del Río Bravo. En América Latina, se ve una expansión creciente de la clase media, las inequidades de alguna manera se vienen cerrando con algunas excepciones, la calidad del gobierno ha ido mejorando y la ideología ha venido perdiendo su impacto en la política de la Region, de nuevo con excepciones. Mientras tanto, en América, como se refieren a si mismos los estaudineses, las tendencias van al revés.
Como consecuencia de la mas grave crisis económica en siete décadas, que ha afectado a los Estados Unidos, la clase media americana ha salido muy afectada. Desde hace varios años, su nivel de ingresos viene bajando. La brecha entre los multimillonarios y los demás viene aumentando de manera muy preocupante. Cada vez mas, unos pocos reciben la mayoría de la torta. Y la gobernabilidad está cada día mas comprometida porque los partidos Demócrata y Republicano, son incapaces de ponerse de acuerdo en temas fundamentales. En el caso de los últimos, la derecha de este partido ha sido secuestrada por el movimiento Tea Party, con una influencia religiosa muy marcada, lo que ha polarizado el proceso político a niveles increíbles.
A pesar de que América Latina está mostrando un proceso sostenido de crecimiento y de fortalecimiento institucional en general, el tratamiento de los Estados Unidos hacia esta región parece no estar en sintonía con esta nueva realidad y con el proceso de deterioro que ellos muestran. Esta situación se ha visto agravada por el desastre de la intervención norteamericana en Irak y Afganistán, que dejó su imagen de superpotencia muy disminuida.
El informe de la organización Inter-American Dialogue, mencionado por el Economist, donde se recoge la opinión de 100 personas prominentes del Continente, muestran que las tendencias opuestas que se ven en el norte y en el sur, hacen que los países latinoamericanos vean cada vez mas irrelevantes las relaciones con los Estados Unidos para los temas que les preocupan. Esto explica el porque los temas de las drogas y de Cuba, que otras épocas no hubieran sido tratado tan frontalmente contra la posición de los estaudineses , en esta ocasión, fueran los dos temas claves a pesar de no haberse llegado a ningún acuerdo en la Cumbre de Cartagena.
Precisamente los temas de las drogas y de Cuba se suman al problema de los emigrantes latinos en los Estados Unidos. Estos son los factores que han venido deteriorando cada vez mas las relaciones con América Latina. Lamentablemente, estos temas tienen poderosos lobbies que hacen imposible que sean abordados en la agenda política interna del país del norte.
Los cubanos de la Florida se oponen con patas y manos a que se levante un embargo absurdo contra Cuba. Hay que recordar que la Florida es un Estado clave en las elecciones presidenciales el próximo noviembre y por lo tanto, tiene un poder muy grande sobre las decisiones de ambos partidos en esta materia.
Para los republicanos, el tema de la oposición a los emigrantes es central a su agenda política. La decisión del Estado de Arizona de perseguir a los latinos indocumentados, especialmente de México, así como la construccion de un muro en la frontera, tienen encendidos a los latinos que hoy representan un porcentaje creciente de los votantes americanos.
Otro poderoso lobby es el de los productores de armas, cuyos productos están alimentado la ola de violencia que afecta a México y Centro América en particular.
El tercer factor que está afectando las relaciones es el uso de las drogas. En relación a esta materia, la obsesión por no reconocer el fracaso de la politica inaugurada por Nixon contra este flagelo , ha convertido a este tema y su descriminalización, en anatema para los políticos de ese país, a pesar de que sigue produciendo estragos en países como Mexico y Colombia. Desde esta perspectiva, es entendible la posición del Presidente Santos al buscar que este problema se tratara en Cartagena, iniciativa que fue acompañada por varios de los mandatarios de los países mas afectados por la violencia y corrupción producidos por el tráfico de estupefacientes.
Mi interpelación del proceso que he tratado en este blog, es que estamos ante una tendencia que afectará cada vez mas la dinámica geopolítica en nuestro continente y que posiblemente tenga efectos inesperados para países como Colombia. Por esta razón, no deja de sorprender que no fuera mencionado por los analistas que cubrieron la Cumbre de las Américas en Cartagena.
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