sábado, 27 de enero de 2018

Las aventuras de una colombiana en la China


Hace unos meses tuve la oportunidad de conversar con Genny, sobre su experiencia de haber vivido en la China durante dos años. Tenía mucha curiosidad por conocer las razones que la motivaron a lanzarse a esta aventura sola, en un país que es tan distante y distinto del nuestro. 

Genny hoy tiene 30 años y nos ha acompañado en Origen Red de Liderázgo. Su historia del viaje al Oriente, refleja la manera de pensar de personas de su generación y menores que ella. A través de su historia, quería sentir lo que había sido su experiencia y la manera como la vivió.

Cuando iniciábamos nuestra conversación, me dio una primera explicación que me obligó a sacar mi iPad: el interés principal de su viaje era ampliar su visión, y la del mundo, para tomar la decisión de volverse una ciudadana global. Su intensión final la conectaba directamente con el nombre de mi blog, y también con mi visión personal.

Genny se define como una exploradora que busca aprender y complementar. Antes de viajar tenía unas expectativas claras de lo que podría lograr. En su búsqueda de conectarse con el mundo, sospechaba que en la China se encontraría con algo muy distinto y enriquecedor. Iba a conocer gente con comportamientos diferentes, pero estaba dispuesta a gozarse la aventura de experimentar, y de vivir con intensidad una nueva experiencia.

La idea de viajar la llevó a solicitar una beca, que finalmente ganó. Y coincidió también con la ida a la China de su mejor amiga, el matrimonio de otra amiga china, y una oferta de trabajo que le hicieron. Los astros se habían alineado para volver su sueño una realidad. 

Ella no vio estos hechos como una causalidad. Sentía que el mundo le estaba hablando, y que la vida se había encargado de ponerle enfrente a las personas que la iba a ayudar. Estos hechos le confirmaban que su viaje a la China era la mejor decisión.

No fue fácil dejar la estabilidad que tenía, ni lanzarse a la aventura sin tener un plan definido, para entrar en una cultura tan distinta como es la china.  Pero Genny tenía  claridad de que era el siguiente paso que quería dar. Es una persona acostumbrada a vivir su estilo de vida y sus sueños a plenitud. Cuando viajó, lo hizo sin tener las repuestas a las múltiples preguntas que ansiosamente le hacían sus padres. Se montó en el viaje porque era el siguiente capítulo de su historia que quería elaborar.

Ya en Shanghai, se encontró con una nueva realidad. Esta era una ciudad como el barrio chino de  NY pero de 22 millones de personas !!!. Una ciudad árida, con mucho cemento, y de un ambiente sin color. El progreso gigantesco de este coloso que hoy es la China, se percibía por todas partes. Especialmente le llamaron la atención, los grandes edificios, el sistema de transporte masivo, y los millones de personas que transitan en esta mega ciudad.

La comida también la sorprendió porque era muy diferente, y porque tenía su mix de sabores ácidos, picantes, pero dulces al mismo tiempo. 

Se encontró con otra sorpresa: la sociedad china tiene un sistema que combina el capitalismo y el comunismo de una forma única. Con esa fórmula han sacado a más de seiscientos millones de personas de la pobreza en un tiempo récord de cuarenta años. Es un fenómeno sin antecedentes en la historia de la humanidad.  

Pero a Genny le sorprendió, que en este híbrido político y cultural, se mantuvieran las costumbres milenarias, con una espiritualidad que no era fácil de entender. Sin embargo, me explicaba que el budismo, y otras manifestaciones religiosas, no son visibles en la vida diaria del chino.


La gente vive una vida rápida, pero conservando su propio estilo chino, con una concepción de la familia  muy conservadora. Los niños son muy competitivos desde que nacen, con un afán constante de cumplir expectativas de la familia, estudiando siete días a la semana. 

Tienen clara la actitud de que se deben a la sociedad, y sin embargo, muestran un individualismo muy competitivo. Visto desde afuera, Genny me comentaba que ser chino debía ser muy difícil.

Otra particularidad de la sociedad china que le llamó mucho la atención a nuestra viajera fue el ver muy conservadas a las personas de edad, muchas de ellas con un excelente estado físico, practicando bailes y taichi, como parte de su rol en la sociedad. Estas personas dependen de sus hijos para su vejez. Está muy mal visto  no cuidar a los padres, por lo que se juzga muy duro a quien procede así. Esta actitud de apoyar al adulto mayor se transmite de una generación a otra. 

Genny vio a mucha gente de la tercera edad trabajando en cargos invisibles como empacando en los supermercados, haciendo aseo, o cuidando los jardines públicos, etc. 

En la China contemporánea el rol del dinero es muy evidente en la sociedad. Le comentaban que la gente tiene que seguir una línea preestablecida por su cultura, en una sociedad que tiene una estructura política con énfasis en lo colectivo, pero que a su vez, pone a la persona en un mundo muy  individualista.

Otro tema que le llamó la atención a Genny fue la presión que hace la familia a las mujeres para que consigan novio y se casen. Una amiga le comentaba  que quería poder conseguir a la persona para casarse sin la presión de sus padres. Curiosamente, con solo 24 años, esta mujer se veía como una persona ya vieja, porque no había podido conseguí el novio que deseaba.

Cuando una pareja se casa tiene varias ceremonias de matrimonio. La familia del padre, le hace un matrimonio, lo mismo la familia de la madre, pero también los amigos le hacen una celebración. Ahora bien, a todas estas recepciones  normalmente los novios e invitados van de manera informal. El casarse tiene una connotación social más que religiosa.

Cuando la gente se casa tienen un ritual que a Genny le llamó mucho la atención. Antes del matrimonio, hay la despedida de la hija por parte de sus padres. El novio llega donde los suegros  por la novia. La madrinas de esta, dicen que no están de acuerdo con el matrimonio y que se oponen. Para convencerlas, el novio tiene que poner dinero en un sobre rojo, que coloca por debajo de la puerta, para que lo dejen entrar. 

Pero la función de las madrinas  es  hacerle la vida imposible al futuro esposo.  Lo obligan a hacer un juego para demostrar que si es la persona que merece a la novia.  Para ello,  le ponen otras pruebas al novio antes de que este pueda lograr entrar a la casa de su futura esposa. En estas reuniones sólo está la familia de la novia, los padrinos y madrinas de la pareja. A nadie mas se le autoriza estar presente.

Después de que se ha terminado el elaborado juego entre el novio y las madrinas, este llega a la habitación de la novia donde ella lo espera sentada en la cama. En ese momento, el novio pregunta por ella y le tiene que expresar su amor para luego besarla en la frente. Pero el juego continúa. La novia no tiene los zapatos, ya que los tiene escondidos. El novio los tiene que encontrar. 
Finalmente, la familia de la novia la entrega al novio, y le dan un regalo de arroz, pescados vivos y una manzana roja con billetes que tiene un simbolismo. Cuando la novia sale de su casa, dejó de vivir allí.

Más adelante,  la pareja hace la visita al hogar del novio. A la casa de los suegros de la novia no van las personas que la acompañaron en la primera recepción. Allí, los padres del novio la  reciben como otra hija pero con otro ritual. Es una ceremonia simbólica manifiestan  que la novia dejó de ser parte de la familia de ella, y entró a ser parte de la familia de su esposo. Es costumbre que los recién casados vayan a vivir a la casa de los padres del novio.

Otra observación importante que me hizo Genny:  es más fácil entender las costumbres chinas si se habla algo de mandarín. La gente tiene menos prevención de explicar su cultura cuando lo hacen en su propio idioma. Por lo general, los chinos son muy reservados en sus explicaciones a un extranjero: “Yo soy chino no me vas a entender”. 

Hay gente extranjera que vive en China pero no se mezcla con los nativos, pero también, los chinos tienen una resistencia y prevención para acoger a los extranjeros. Hay mucha reticencia  a tener amigos extranjeros, con quien pueden hablar del régimen, porque es una sociedad con información muy filtrada. 

En los grupos de oración que Genny asistió, le recomendaban que no preguntara sobre el régimen porque habían personas infiltradas. En la universidad habían compañeros que les reportaban a los profesores lo que hacían los extranjeros. Esta actitud desconfiada y de policía, hace que China sea un país donde es fácil aislarse del mundo, a pesar de tener 1300 millones de habitantes alrededor.


Estas son apenas algunas de las anécdotas que esta ciudadana del mundo me compartió de su viaje a unas tierras desconocidas para la mayoría de los colombianos, pero cuyo creciente impacto cultural  y económico no podremos escapar.

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