viernes, 6 de julio de 2018

¿ Y después de la viudez que sigue?

En el mes de enero de este año, escribí el blog más difícil de mis más de 1000 escritos, que he publicado en la última década, y que lo titulé: En homenaje a una gran mujer. Lo hice con motivo del fallecimiento de quien fuera por cinco décadas, mi amiga, cómplice, esposa, madre de mis hijos y abuela de mis nietos.  En ese blog hice la siguiente reflexión: 

“No me preparé para aceptar un resultado diferente donde la vida debía seguir adelante sin mi “otra mitad”. Hoy estoy viviendo las consecuencias de su ausencia con mayor intensidad. Pienso escribir más adelante sobre este proceso para el cual uno no está preparado, y es muy duro de transitar.”

Pues bien, resolví que había llegado la hora de escribir este blog, para contestar la pregunta ¿Y después de la viudez que sigue? Esta decisión  fue motivada por unas lindas conversaciones, que tuve recientemente con una querida amiga, con quien tuve la fortuna de encontrarme en el camino de la vida. También, me motive para volver a leer el blog que había escrito en enero. No lo había hecho antes, porque no me era nada fácil revivir las profundas emociones, que me había producido el fallecimiento de mis esposa. 

Pero igualmente, me movió el escribir este blog, el hecho de que sobre estos periodos de transición tan difíciles, no se habla y muy poco se puede leer en los medios. Y sin embargo, hay mucha gente experimentando esta situación, sin mucha orientación o ayuda.

Dicen que el tiempo cura las heridas del corazón. Y que con los meses y los años, los recuerdos alcanzan otra dimensión. En mi caso, no ha sido para nada fácil superar la pérdida de quien fuera mi linda compañera de toda una vida. Para poder seguir adelante, decidí recibir la ayuda de mi familia, mis amigos y de personas especializadas, porque reconocí que lo necesitaba tan pronto falleció mi querida Rosita. Entendí, que estas circunstancias,  era muy fácil perderse en el dolor y la soledad. 

Agradezco a todas las personas, cuyas reflexiones me han servido, para iluminar el camino que debo continuar. En especial, a la doctora Elsa Lucía Arango, quien me dio un sabio concejo, que me ha servido como un bálsamo para atenuar el dolor en el alma, que he tenido todos estos meses. Ella me hizo caer en cuenta que yo tenía dos opciones: recordar a mi señora desde el dolor profundo de la pérdida, o hacerlo desde la inmensa gratitud, por haber tenido la fortuna de haber gozado por tantos años, de la compañía de una persona excepcional. 

Yo soy un convencido que una persona es el resultado de las decisiones que ha tomado, y de la capacidad de escuchar un concejo oportuno, cuando se llega a una la bifurcación en el camino de la vida. En el momento personal más crítico de mi existencia, el recordar a mi señora desde la gratitud, ha sido uno concejo fundamental que me ha permitido continuar hacia adelante.

Cuando uno se encuentra en una situación tan difícil,  como la que me ha tocado enfrentar en estos meses, son muchas las preguntas que se le vienen a uno a la mente, y muy pocas las respuestas con las que se puede contar. 

De hecho, la primera pregunta fundamental que me hice, se relacionó con el propósito que me debería inspirar y darle sentido a mi vida, en los años que me quedaran de mi existencia. Esta pregunta la compartí con mi esposa antes de su muerte. Según ella, yo no debía desfallecer, porque todavía tenía la posibilidad de seguir construyendo el legado, que trabajamos juntos a lo largo de nuestras vidas, y que le había servido a tanta gente.

Y aquí quiero compartir con el lector una linda lección. El arte de superar una gran pérdida, y de continuar por el camino de una vida plena, sin importar la edad, está muy relacionado con el poder tener un propósito importante que le dé sentido a la existencia. Cuando escribo estas líneas, me recuerdo el libro de Víktor Frankl: “In search for meaning” , cuando el comentaba la importancia de el haber contado con unos propósitos que le habían permitido sobrevivir en las peores condiciones  en un campo de concentración nazi.

Guiado por el concejo de mi esposa, tomé la decisión de continuar con más energía en las varias iniciativas que he venido liderando y donde se que puedo hacer una diferencia. No hay cosa más gratificante,  que el saber el impacto que uno puede producir  cuando se es capaz de  dejar unas huellas, para inspirar a otras personas a seguirlas. 

La segunda pregunta que yo me he hecho, a lo largo de estos últimos meses, se ha relacionado sobre el cómo seguir adelante. Si prefería seguir solo, o me arriesgaba a buscar la compañía de alguien que valiera la pena. Me preguntaba si era posible encontrar a una persona  así, cuando mi esposa había dejado una vara tan alta de seguir. Ese es un de las grandes paradojas de haber perdido a alguien con quien se tuvo una linda y muy sana relación. 

La respuesta ya la tengo. Quiero encontrar a alguien con quien pueda continuar en el camino de mi vida. Con mi esposa aprendí la inmensa riqueza de tener una compañera con la cual seguir construyendo y disfrutando juntos los diferentes momentos que le dan sentido al estar vivos. Esta linda experiencia me motiva a estar abierto para poder encontrar nuevamente “mi otra media naranja”. 

Esta claridad que ya tengo, me permitió contestarle a mi querida amiga la siguiente pregunta: ¿crees que a tu edad podrías volverte a enamorar de otra persona?. Honestamente, esa no era una pregunta que yo tuviera antes de la muerte de mi esposa. No la necesitaba porque tenía una relación plena. 

Pero ante su ausencia definitiva, tenía que aceptar que era necesario tener una respuesta. Por lo tanto, se la agradecí mucho a mi amiga, porque su pregunta suscitó una linda conversación con ella sobre las implicaciones de mi respuesta. “Si”, le dije, “yo estaría dispuesto a enamorarme de nuevo con una persona a quien pudiera respetar, admirar y disfrutar, como lo había hecho con mi señora”.  

No hay cosa más gratificante en la vida que tener la compañía de una persona que reúna esas características. En mi experiencia  personal, una buena relación de pareja,  es fundamental en la vida del ser humano. 

Reflexionado sobre las consecuencias de mi respuesta, me saltaron varias preguntas adicionales. ¿Qué significa enamorarse a una edad como la mía, cuando se ha tenido un solo amor muy joven en la vida?. ¿Cuáles son los riesgos? ¿Puede uno ser todavía un buena oferta para otra persona? ¿Influyen las diferencias de edad y de experiencia?

Por cosas de la vida, hace unos días me volví a encontrar con otra buena amiga que se había separado, pero que había encontrado a su otra media naranja ya tarde en su vida. A los dos les brillaban los ojos cogidos de las manos. Me alegré mucho verlos tan felices. Y de alguna forma, este reencuentro tan casual, me dio la pista para ayudarme a encontrar las respuestas a las preguntas que nos habíamos hecho con mi amiga, durante la enriquecedora conversación que habíamos tenido.

Definitivamente no es lo mismo enamorarse a los 18 años que mucho más tarde en la vida. Mi suegra, quien enviudó muy joven decía: “yo no me vuelvo a casar porque eso de estrenar de nuevo pantuflas es muy difícil” . De hecho no lo hizo, porque nunca quiso abandonar la imagen de su esposo con quien tuvo un feliz matrimonio. .¿Otras épocas? No lo sé. Pero creo que se perdió de disfrutar los muchos años que tuvo hacia adelante en compañía de otra buena persona. 

En cuanto a los riesgos, no hay duda que es una lotería encontrar una buena pareja.  Pero yo pienso que si es posible lograrlo, como me lo demostró el ejemplo de mi amiga separada y que hoy está enamorada.

Y claro que existen otros riesgos, y no son despreciables cuando estos se subestiman. Eso me lo comentaba otro buen amigo que quedó viudo hace muchos años y quien se volvió a casar con otra persona. Lamentablemente se separó recientemente. Y cuando le pregunté por las razones, después de trece años de vivir juntos, me explicó que los pequeños detalles cotidianos, los habían separado. 

El caso anterior, me recordaba el comentario que me hacía mi mamá cuando niño: “ precisamente la felicidad en la vida, se logra cuando se tiene compatibilidad en esos pequeños detalles, porque terminan siendo fundamentales en la vida de la pareja” .  

En relación a la pregunta de que tan buena oferta puede ser uno después de enviudar o separarse tarde en la vida, me recordaba que esta es una pregunta clave en un proceso de coaching como el que yo tuve la oportunidad de aprender. Y se refiere a que puede uno ofrecerle a la otra persona con la cual se quiere establecer una nueva relación de pareja. 

En mi caso, creo que la mejor oferta que yo le podría  ofrecer a otra persona, es  la madurez que me dio el haber tenido una vida plena y feliz, con los altos y bajos normales de cualquier relación, pero con un aprendizaje muy consciente de lo vivido. Y algo muy importante en la relación de cualquier pareja, la capacidad de expresar sin pena pero con respeto, mis emociones y reconocer mi vulnerabilidad en estos momentos de mi vida.

Y en cuanto a la edad, mi suegro le llevaba trece años a mi suegra. Dos de mis hijas están casadas por personas que también les llevan varios años y so muy felices. Finalmente, la edad tiene que ver más con la actitud joven o vieja que se tenga que con el calendario físico de una persona. He visto a jóvenes con mentalidad de viejos y viceversa. Mientras haya salud, y se disfrute con la presencia  del otro, no pienso que esto deba ser un gran problema.

Entre paréntesis, las investigaciones médicas han demostrado, que la vida en pareja con una buena relación, le permite aumentar la probabilidad  de vida a las personas que la tienen.

Espero que estas reflexiones les sirvan a mucha gente que puede estar viviendo una situación como la mía. 




7 comentarios:

  1. Estimado señor Manrrique,antes que nada quisiera expresar mi admiración por ayudar al mundo incluso cuando se trata de compartir sus dolores más profundos. No quiero ser inoportuno, pero un señor maduro como usted, con sus experiencias, conocimientos y virtudes son más solicitados por las mujeres de lo que cree. Como sea señor Marrique me alegro por la decisión que toma, y creo que es una actitud loable. Pero también es importante tener en cuenta, que al igual que en el emprendimiento para aumentar tu tasa de éxito debes aumentar tu tasa de fracaso. Un cordial saludo.

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  2. Francisco antes que nada quiero decirte que lamento mucho el fallecimiento de tu esposa, sin duda un momento muy triste pero que hace parte de la vida, aunque suene extraño. Gracias por compartir lo que escribiste, de verdad es magnífico y como bien lo dices, creo que acerca de este tema nunca estamos preparados ni existen escritos como este que bajen los pies al piso de la manera tan clara como lo haces. Un fuerte abrazo y que vengan buenas cosas para ti!!!!

    Mario Niño

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  3. Gracias Pacho por compartir tus profundas reflexiones! todo el éxito en esta nueva etapa!

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  4. Segui pensando en el tema y talvez sólo buscamos compañía y con quien compartir parte de la cotidianidad.

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  5. Que linda reflexión Pacho, de mucho valor y profunda riqueza para personas de cualquier edad, que se enfrentan con la perdida de su pareja, tras una relación plena. Fuerte abrazo, Mariana Jaramillo Thomas.

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  6. Buen día, Dr. Manrique
    Muchas gracias por sus sabias palabras
    Jaime Hernández RHC

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  7. Hola Pacho, me produjo una inmensa conexión y alegría leerte y escuchar algunas de las reflexiones que vas teniendo. Nos seguiremos encontrando en el camino!!Un fuerte abrazo y los mejores deseos!

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