sábado, 23 de febrero de 2019

El papel de las conversaciones y las emociones

Como comenté hace dos semanas, tuve la oportunidad de asistir a un evento sobre el ejercicio de liderazgo público y privado en la U Externado de Colombia, donde fueron invitadas las presidentas de Pepsico, Terpel y Novartis, junto con el ex comisionado para la paz Frank Pearl. En el blog de la semana pasada hice unos comentarios sobre la presentación de este último, y en este blog, quiero ampliar mis reflexiones a otros dos temas que surgieron en el curso de la reunión: el papel de las conversaciones y las emociones para el ejercicio de liderazgo.

Algunos lectores se preguntarán el porqué de mi interés sobre estos dos temas. Mi respuesta es muy sencilla: porque son invisibles, mucha gente les saca el cuerpo, pero son esenciales para la construcción de las relaciones humanas. Y porque en el ejercicio del liderazgo, estos son dos recursos muy poderosos para la movilización de gente normal para que hagan cosas extraordinarias.


Es interesante observar, cómo estos temas no ocupan un espacio en los programas de formación profesional, cuando su importancia es cada vez más grande, en un mundo donde la comunicación y la construcción de relaciones son fundamentales . Pero también, porque los cambios son cada vez más rápidos, y la resistencia emocional que se genera es cada vez mayor. 

Comencemos por entender un punto fundamental. Cuando la constante es el cambio, hay dos palabras que son críticas de entender: adaptación y transformación. La primera es una invitación para que las personas entiendan que es necesario mantener una actitud de ajustarse permanente para enfrentar las nuevas realidades, identificar nuevas oportunidades y los riesgos que hay que evitar. 

Y la transformación, es una invitación para que las personas asuman un papel activo para modificar la realidad, porque hay la oportunidad de lograr algo mejor, o de cambiar un estado de cosas que no son satisfactorias. 

En cualquier caso, hay una invitación a revisar los valores y los comportamientos que son necesarias, y los que es importante desechar. Esta es una dinámica con un alto impacto emocional, que normalmente genera mucha resistencia porque las personas no quieren abandonar su zona de confort. O porque les implica reconocer su incoherencia entre el decir y el actuar. 

En el ejercicio de liderazgo, estos conceptos son fundamentales para lograr movilizar a un grupo humano, hacia metas más ambiciosas en función de una visión que se quiere alcanzar, producir rupturas con el pasado que les impide avanzar, o enfrentar situaciones de peligro que hay que superar. Para lograrlo, el manejo emocional y conversacional es crítico para generar los cambios buscados. 

Durante el panel en el Externado, los cuatro invitados, en situaciones y contextos diferentes, estuvieron de acuerdo en que su rol de líderes, no es posible de realizarlo sin ser capaces de diseñar diferentes tipos de conversaciones, y sin tener en cuenta el impacto y el estado emocional de las personas involucradas. 

Aquí me llega a la memoria la definición de que es conversar: cambiar juntos. En el proceso, las personas que participan, pueden cambiar sus percepciones de una situación y también su estado emocional. 

En relación con las emociones, estas son unas predisposiciones para la accion. Hablar sobre el papel de la emocionalidad va más allá de referirse a temas del corazón, que es la visión tradicional. Para comprender la acción humana hay que poner mucha atención a la vida emocional.  Una modificación emocional puede cambiar el curso de una conversación, como lo pude observar en el caso del Dr Pearl en la reunión en la U del Externado. Y esto también se ve reflejado en el lenguaje no verbal y la postura física de la persona, cuyo efecto puede ser muy grande en el interlocutor o el auditorio. 

Veamos primero el tema de las conversaciones. En las dinámicas de cambio, hay que lidiar con grupos de interés, que muchas veces tienen agendas  encontradas y estados emocionales complejos, que son necesario entender para avanzar.  Para que esto ocurra, es importante que las partes involucradas aprendan a conversar, sobre los temas difíciles que les molestan, para luego poder explorar juntos, opciones futuras que les ofrezcan la posibilidad de avanzar.

En un mundo donde la diversidad es cada vez más importante, pero donde se busca la afiliación a grupos que ven la realidad de la misma manera y rechazan a quienes no lo hacen, establecer espacios de conversaciones entre distintos, es uno de los más grandes retos que tenemos como sociedad. Especialmente, cuando dejamos de escuchar a quienes piensan distinto por considerarlos ilegítimos

En el caso de nuestro país, somos una nación donde la diversidad regional, es una realidad que no se puede ignorar, y por lo tanto, se necesita que podamos conversar. Pero reconozcamos que tenemos un gran problema, por qué nos cuesta muchísimo hacerlo, sin recurrí a los prejuicios y a la descalificación personal. .

Un ejemplo de estas dificultades, nos lo transmitía el Dr Pearl, durante el proceso de paz en el que participó en el equipo negociador. Según su opinión, lo más difícil fue sentarse a “conversar” con quienes se han declarados los enemigos a muerte del sistema, y en su caso, con quienes habían secuestrado a su suegro. 

En estas circunstancias, se utilizan narrativas que sirven para justificar lo injustificable, que como bien lo expresa el invitado, es necesario “entender y poder resolver”. Una posición muy loable pero muy difícil, dado los estados emocionales tan complejos, que debieron de tener los negociadores del gobierno a lo largo de un proceso tan desgastado y difícil, En situaciones como estas, la emocionalidad puede ser muy alta y hay que saberla manejar. 

Hay que recordar que las emociones y los estados de ánimo son predisposiciones para la accion. Las primeras se puede convertir en los segundos, que es el trasfondo desde donde actúa una persona. 

En otras palabras, las emociones cuando se convierten en un estado de ánimo, nos condicionan para lo que podemos hacer. Si tengo rabia puedo actuar imprudentemente, si tengo miedo me puedo paralizar. Si me siento feliz estoy más optimista y abierto para escuchar al otro, etc Pero, las acciones que tomamos también afectan los estados emocionales.

Mucha gente, no está consciente del efecto positivo o negativo, que tienen estas dinámicas en los demás. El poder expresar un estado emocional, como le sucedió al Dr Pearl ante una pregunta que se le formuló {ver blog anterior), tuvo un efecto muy poderoso, porque sirvió para romper barreras y construir puentes con los participantes en la reunión. 

En su caso, se mostró vulnerable y triste por lo que ha sucedido con el proceso de paz. Por ser una expresión genuina, fue capaz de conectarse con el auditorio, y expresar algo muy profundo que nos llegó a todos, inclusive a quienes podían ser muy críticos del proceso. Su reacción mostró la dimensión humana, de quien fue un protagonista principal. Como resultado, se creó un momento muy especial en la conversación

2 comentarios:

  1. Francisco. Te sigo y te leo desde hace rato. Siempre espectacular. Pero esta vez me atreví a comentar: Espectacular!!! Fuerte abrazo ciudadano global. Atte, Fernando Cantor

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  2. Entender el lenguaje no verbal de las personas y la coherencia entre este y lo que se dice es muy importante para crear puentes de comunicación. Cuando entendemos que una conversación es una construcción entre dos o más personas y que en esta están involucradas las emociones podemos lograr sinergias que no llevan a grandes cosas.
    Las conversaciones y emociones, definitivamente juegan un papel importante en la vida y no solo en la profesional, también en la personal.

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