sábado, 6 de febrero de 2021

Sacando el periscopio para el 2021



Los submarinos utilizan el periscopio , el sonar y el radar, para detectar a tiempo en la superficie los barcos enemigos, y por debajo del agua, las minas que los pueden inhabilitar. Esta metáfora es conveniente para evaluar los riesgos que se avizoran en los próximos meses a nivel global. De estos riesgos se desprenden también unas consecuencias a nivel nacional. 


Revista como The Economist, empresas consultoras como McKinsey y periódicos como el NY Times y el Financial Times , le han dedicado un buen esfuerzo a tratar de identificar algunos de los principales riesgos que podrían tener gran impacto y que se deberían monitorear. En este blog voy a hacer un resumen de algunos de ellos.


1- El covid-19 sigue generando una gran disrupción.


Contrario a lo que se había anticipado, posiblemente con el deseo, se esperaba que en el 2021 se iniciara la recuperación porque a finales del año se habían aprobado las primeras vacunas. Sin embargo la pesadilla parece que va a continuar. Y las razones son varias


Los procesos de vacunación, según muestran los ejemplos de otros países, van a ser más complejos y lentos de lo esperado. Los cierres y cuarentenas siguen estando vigentes y no se sabe por cuánto tiempo más. 

El mayor riesgo es la accesibilidad a las vacunas, y su aplicación eficiente y rápida, para cobijar a la mayoría de la población. El inicio del proceso está demostrando ser un inmenso reto logístico y técnico aún para los países más avanzados. Pero hay otro factor que está surgiendo con mucho impacto: la capacidad de producción y la logística de la cadena de Frio disponible que es muy exigente.


El otro riesgo ha sido la falta de respuesta coordinada para manejar la pandemia a nivel mundial. Hoy, el impacto se siente en la distribución inequitativa de las vacunas disponibles entre los países ricos, que han acumulado compras muy por encima de sus necesidades internas, y los países más pobres del planeta que no han podido negociar. El resultado, serán tasas de recuperación muy distintas, lo que generará mucho malestar y protestas. 


Hay un gran riesgo que el impacto económico, se agrave mucho más. Esto  afectará especialmente a los países más pobres del planeta, ampliando la brecha de desigualdad que ya era bien preocupante, así como la situación de la población más desfavorecida.


El daño que ya habían sufrido los sectores de servicios, como el del transporte aéreo  y el turismo, muy golpeados por el año anterior, tiene el riesgo de agravarse aún más, por  la nueva ola de la pandemia y la baja velocidad de vacunación. Esto puede hacer irreversible los daños para muchas empresas que esperaban poder sacar cabeza en este año. 


Para muchos países dependientes del turismo, pero con una baja capacidad de respuesta financiera, tienen un alto riesgo de ser  afectadas por las restricciones de otros países a los viajeros que quisieran visitarlos.


Hay un consenso entre los analistas que el 2021 pondrá a prueba la estabilidad de muchos gobiernos que ya se encuentran debilitados y con la credibilidad afectada, por la baja capacidad institucional de respuesta para vacunar a la gente, e inyectar más recursos para revivir la economía.


En resumen: los puntos anteriores son el caldo de cultivo de más protestas sociales, muchas de ellas acompañadas de violencia, promovidas por unos políticos oportunistas que buscarán capitalizar el descontento de la gente. Se atizará la polarización y los ataques contra la democracia . La incertidumbre, inestabilidad y la volatilidad, serán las compañeras de viaje durante el 2021.


2- Se acelera el impacto y la urgencia del cambio climático.


La salida de Trump del poder y la llegada de Biden, permite recuperar algo de optimismo sobre la posibilidad de que se logren unas respuestas coordinadas a nivel mundial. De hecho una de las primeras ordenes ejecutivas del nuevo presidente, fue volver a la mesa de las negociaciones del Acuerdo de Paris. 


Sin embargo, el riesgo está adquiriendo cada vez más fuerza: por primera vez en Siberia se registraron 100ºF en septiembre con un aumento del 40% al promedio histórico, se tuvieron incendios sin antecedentes  en California, Brasil y Australia, y el patrón climático es cada vez más impredecible.


La pandemia ha demostrado el riesgo de la descoordinación mundial para enfrentar situaciones que nos afectan a todos. Países como China y Estados Unidos, que tienen la mayor cuota de responsabilidad de la contaminación de CO2, tendrán que trabajar juntos y tomar decisiones muy difíciles ahora, porque más tarde el daño va a ser irreparable. 


Pero hay un gran riesgo de que no sea así, por la confrontación creciente  entre estas dos potencias, que les va impedir actuar en un tema que ambos lo ven como de seguridad nacional. 


El plan de descontaminación interno de la China busca dominar las tecnologías asociadas a la cadena de valor de las energías limpias. Este será otro tema que generará aún más fricciones comerciales con los Estados Unidos, convirtiéndose en una competencia entre estos dos colosos, para definir el futuro energético mundial.


A pesar de que el cambio climático, ha acelerado la transformación de la matriz energética mundial hacia energías limpias, otro riesgo son los intereses de países como India, Brasil y Australia, con grandes inversiones en  activos generadores de carbono. No será nada fácil que tomen las decisiones difíciles para desmontarlos por el alto costo económico que implica hacerlo.

 

En resumen: a pesar de la necesidad cada vez más urgente de una cooperación global, el riesgo más grande será  que el entorno de confrontación geopolítica creciente, se extienda alrededor del tema ambiental. A pesar de que esto generará una mayor competencia, que deberá impulsar innovaciones muy importantes en diferentes frentes  como la movilidad, se aumentaran las presiones por parte de los gobiernos interesados, en tener la mayor autonomía posible en su sector de energías limpias impidiendo mayor cooperación.


3- Se acelera caída del  reinado del petróleo. 


Las dinámicas descritas en el punto anterior, sumadas al impacto de la pandemia que durante el 2020 dejó a miles de aviones sin volar, millones de viajes en autos que no se hicieron, significó una caída sustancial en el consumo de petróleo, que afectó fuertemente las finanzas de los países productores y a las más grandes empresas del sector.


El riesgo en el 2021, es que  no se ve mejorar la situación, cuando el efecto del covid se seguirá sintiendo por un buen tiempo adicional, ya que la vacunación se demorará en llegar a los países más dependientes del petróleo para sus finanzas, entre ellos Colombia. 


Pero además, hay otro riesgo asociado a la demora en la recuperación de las economías de los países más desarrollados. Esto significa una menor demanda de petróleo y un entorno de precios bajos. 


El efecto combinado de una menor demanda de petróleo  y el impacto del covid-19 en los países productores, genera un alto riesgo de desestabilización de las economías y de las ya débiles instituciones de muchos de los países productores como  Argelia, Venezuela, Irak, Omán y Kuwait. Y se podría incluir a Colombia en este no tan selecto grupo.


La consecuencia es un aumento importante de las   protestas porque la capacidad de los gobiernos afectados va a estar seriamente reducida. Al tener menor dinero disponible, la influencia en la región de Arabia Saudita, también se verá muy afectada.


En resumen, el impacto del covid~19 en el sector petrolero ha sido muy grande, afectando las finanzas de los países productores y generando pérdidas inmensas como los más de us 220.000 millones de EXXON en el 2020. La continuidad de la pandemia por lo ya anotado en el primer punto de esta blog, aumenta aún más el riesgo del hueco financiero en el 2021. 


Sin embargo, el mayor riesgo para los países productores y las empresas petroleras, es el que no hayan visto lo sucedido el año anterior como el futuro de lo que les espera. El cambio climático, está desatando unas dinámicas que ya no van a cambiar. El futuro de la industria petrolera tiene sus días contados y esa es la realidad qué hay que enfrentar.


4-Latinoamerica retrocede


The Economist en su informe de riesgos para el 2021, menciona la debilidad institucional de los países de la región, que se ha hecho más evidente durante estos meses de pandemia, agravando muchos de los problemas políticos, económicos y sociales que ya eran evidentes. Las finanzas públicas salen muy golpeadas con altos niveles de endeudamiento, pero sin las inyecciones suficientes para reanimar las economías 


El riesgo en el 2021, será el ambiente político que va a estar muy movido . Habrán elecciones generales en Perú, Chile, Ecuador y elecciones legislativas en Mèxico y Argentina. Se realizarán en un entorno con altas tasas de desempleo, informalidad, y aumento de la pobreza. 


El gran riesgo es  la oportunidad de oro que se le presenta a los políticos populistas de canalizar el descontento con los gobiernos de turno.


Durante el 2021,hay el riesgo de un aumento aún mayor de la situación política, económica y social en cada uno de estos países. Aumentará  la incertidumbre en estos frentes, porque el proceso de vacunación de la población no va a ser rápido y las posibilidades de escándalos de corrupción muy altos. , 


En este entorno el riesgo es muy alto de una demora de la recuperación económica, Paises como Chile y Perú, que habían logrado una estabilidad económica importante, hoy enfrentan un descontento creciente y una situación política muy compleja. Las protestas violentas podrán volver a surgir con mucha fuerza en estos países.



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