sábado, 11 de septiembre de 2021

¿La distinción de un propósito , una causa y un movimiento social?



 ¿Qué es un propósito? ¿Qué es una causa? ¿Qué es un movimiento social? ¿Cuál es la importancia de entender los significados de estas palabras para el momento actual del país?

Al lector le deberá generar curiosidad las preguntas anteriores, como posiblemente le suceda a muchas personas, que pensarán que las respuestas son obvias y casi que transparentes. Pues bien, no lo son como lo pude evidenciar en un ejercicio reciente de una organización con la que colaboró, a la luz de unas decisiones estratégicas muy importantes que se deben de tomar muy pronto, para orientar su futuro y contribuir con su misión al momento crítico del pais.  


El profesor Juan Bosch decía: “las crisis políticas generan crisis sociales, y las crisis sociales generan crisis económicas, y todas en su conjunto generan ingobernabilidad”. Yo solo le añadiría la crisis de la salud, producto de la pandemia, a la lista anterior cuyo impacto ha afectado a todo el sistema democrático. 


Con la introducción anterior, me parece muy oportuno citar textualmente algunas reflexiones de un artículo que leía recientemente, cuyo autor desconozco, sobre el análisis que se hacía en referencia  a la situación en República Dominicana refiriéndose a su situación actual, y que lo puedo aplicar para nuestro caso en Colombia y para  entender mejor los significados a las preguntas iniciales de este blog


“Hace décadas que los partidos políticos han entrado en un desgaste institucional, han dejado de ser voceros de la ciudadanía, de credibilidad, de instrumento ideológico o espacio de reivindicaciones sociales y de participación en el proyecto colectivo. Más bien, han pasado a ser instituciones egocéntricas, de grupos, sin identidad, sin ideología, individualistas y sin referentes en las demandas por las conquistas de justicia social, Estado de derecho, distribución de la riqueza, sistema de valores y expresión de democracia participativa.


Por otro lado, los partidos, los gremios y parte de la sociedad civil, son la expresión de una sociedad atrapada culturalmente, sin sistema de consecuencia, promotora de debilidades institucionales, excluyentes, con inequidad y desigualdades, que estimulan la individualidad, la corrupción, la impunidad, la cultura del relativismo ético y del permisivismo social.



En los últimos años, la sociedad y los partidos se fueron enfermando, dividiéndose, despersonalizando, perdiendo su identidad, sus fundamentos y practicando el sistema de intercambio, socializando entre lo público y lo privado, sin transparencia y sin un sistema de consecuencias.

Todos olfateábamos la crisis que se incubaba, todos deglutíamos la crisis moral y ética del mercado político y de las instituciones; todos percibíamos que la sociedad funcionaba sin consecuencia, sin sanidad democrática en los actores políticos-sociales e institucionales.


Ahora, tarde hemos despertado con una monumental crisis de liderazgo a todos los niveles de la sociedad, de credibilidad y de falta de transparencia en las instituciones, la ausencia de compromiso colectivo en un proyecto de nación inclusivo y equitativo.


Nos enterábamos del fracaso del modelo chileno, negábamos la realidad y la crisis de Nicaragua, Guatemala y El Salvador. Decíamos que estábamos blindados y éramos el ejemplo para desconocer nuestras debilidades y no llegar a Venezuela.


Pero la realidad nos confrontaba con la división de los partidos, el cambio de las leyes, de hacer ajustes y tomar medidas que favorezcan a los grupos, el desinterés y la apatía de la sociedad civil en tomar acciones para cambiar el rumbo al derrotero social.


Durante ese recorrido se fue olvidando que las crisis era insostenibles, recurrente, producto de practicar lo incorrecto, de practicar la política a espaldas de la sociedad y donde los actores económico-sociales se hacían más conservadores y más cortoplacistas. 


Así se fueron incubando proceso de desmoralización con desesperanza, de impotencia con frustración, de resentimiento con odio, de anomia social y pérdida de la capacidad de administrar el miedo, y lo que es peor aún, perder el acatamiento a la autoridad , la indiferencia social y el desprestigio institucional.


En este entorno, el el 2019 llegaron los indignados en Francia, la insurrección popular al Ecuador, Chile y Colombia. En este último caso con un mayor estallido de indignación en abril de este año”


Los párrafos anteriores describen de una manera magistral en mi concepto, el contexto y el entorno que está dando origen al nacimiento de unos movimientos sociales, al rededor de unas causas que responden a las grandes tensiones y vacíos que hoy son cada vez más evidentes, y que obligan a muchas organizaciones privadas, sociales y públicas, a cuestionarse su razón de ser y la forma como podrían contribuir a cambiar las dinámicas descritas. Porque si no lo hacen, hay una alta posibilidad de caer en el abismo, como le está sucediendo al Peru en la actualidad y donde Venezuela es el mejor y mas patético ejemplo de no hacer nada.


Por lo anterior, es más fácil entender la importancia de las  preguntas con las que inicie este blog. Porque de el entendimiento de su significado, para muchas organizaciones y países, se les va a facilitar hacer los ajustes necesarios y calibrar su aporte a la sociedad, a una escala mayor y en unión con otros actores que se sumen al proceso.



Comencemos por entender el significado de un propósito, tema cada vez más trajinado en el seno de muchas organizaciones, que enfrentan los grandes cambios en su entorno, pero que también deben de tener en cuenta las personas en sus vidas 

Digamos que detrás  de cada sueño, de cada proyecto, de cada meta, hay una razón. Algo que 

motiva a alcanzar los objetivos y dar lo mejor de sí para lograrlos. Y detrás de esa razón, existe un propósito superior, es decir, una finalidad última que le da sentido a la existencia de la organización y su contribución a la sociedad. 


El propósito facilita los proceso de cambio. Permite atraer talento, porque inspira y motiva un desempeño superior, apelando a la emoción más que a la razón. Es una invitación a soñar lo que es posible lograr para trascender. Una empresa con propósito tiene una diferenciación que las personas aprecian, por lo que se crea una relación más íntima y cercana. En el mundo actual es un tema fundamental. 


Finalmente, el propósito responde a dos preguntas existenciales que son atemporales’  ¿por qué y para qué existimos como individuos y organizaciones? Y están  relacionadas con la necesidad del ser humano de encontrar un significado y una finalidad a su propia existencia.


Veamos un ejemplo de empresas norteamericanas que me llamaron la atención porque muestran la razón que justifica  su existencia en la sociedad contemporánea y su impacto en ella.


  • 3 M: Resolver  problemas sin solución de forma innovadora
  • Lost Arrow: Ser un modelo y herramienta del cambio social
  • Wal-Mart: Darle la oportunidad a la gente normal de comprar las mismas cosas que la gente rica
  • Walt Disney: Hacer feliz a la gente



Ahora veamos que es una causa y su diferencia con un propósito. En general una causa surge de una reacción contra una situación que se percibe como perjudicial para una sociedad. Es el motivo o el origen  para una acción, mientras que el propósito es la razón que le da sentido para  el destino que se sueña lograr.

Veamos algunos ejemplos de causas 

  • Luchar contra la desigualdad en la remuneración de las mujeres en el trabajo
  • Impedir que siga la contaminación del medio ambiente.
  • Frenar el populismo que desorienta e incapacita la responsabilidad colectiva.
  • Impedir la violencia contra los niños.



Y para terminar este blog, abordemos la última pregunta: ¿qué es un movimiento social y porque  es importante su comprensión ? 

Los grandes cambios que hoy se están experimentando, sumados a las consideraciones planteadas en la primera parte de este blog, en relación a la fractura que estamos observando en el sistema democrático y las instituciones que lo sustentan, y su incapacidad de dar unas respuestas adecuadas a las expectativas crecientes de la gente, se le está dando  cada día más fuerza al surgimiento de nuevos movimientos que convocan a una participación creciente de organizaciones y personas,  cuyos  propósitos se pueden alinear alrededor de una causas común. 


Al investigar el tema me encontré con las siguientes definiciones de que es un movimiento social:


  • Son grupos no formales de personas, que se unen para luchar por un mismo fin, una idea, promover un cambio, y hacer  visible su opinión a favor o en contra de lo que los convoca. Lo hacen mediante actividades organizadas, a largo plazo, para promover su causa a través de una acción colectiva. Normalmente son el resultado de problemas que enfrenta una comunidad que genera tensión y preocupación. 
  • Es una red de interacciones informales entre una pluralidad de individuos, grupos y organizaciones enganchadas en conflictos políticos y culturales sobre la base de identidad colectiva compartida (Mario Diani)


Dependiendo del tema y del contexto,  hay diferentes tipos de movimientos: culturales, sociales, políticos y personales. A nivel de su organización, no suelen tener una estructura definida, lo que no significa que puedan ser organizados centralmente, actuando frecuentemente en red


Los movimientos sociales exitosos son un medio para darle identidad y sentido de propósito a quienes pertenecen a ellos, que pueden ser muy diversos en su origen y composición,  pero que los une una causa común. Generalmente aspiran a generar un cambio de impacto social y cultural que perdure, en algunos casos, recurriendo a acciones que trasgreden las normas institucionales imperantes, para hacerse oír y sentir.


Los movimientos tienden a ser informales. Logran motivar e inspirar el compromiso de quienes los apoyan, y se manifiestan en acciones colectivas que los acerquen al logro de los objetivos compartidos. Diferentes autores que han estudiado el tema, alertan para que no se confundan con las protestas sociales como las ocurridas recientemente en Colombia. La diferencia es que estas no perduran en el tiempo. 


La diferencia anterior es muy importante porque pone la luz uno de los más grandes retos para crear un movimiento social: mantener el interés y el compromiso de las personas que lo integran para sostener el movimiento en el tiempo.



Hay varios de movimientos sociales que han adoptado una causa y hecho impactos duraderos como el movimiento feminista cuya causa fue cambiando con los años, desde el voto para la mujer, al derecho al aborto y hoy la equidad entre el hombre y la mujer. Otros ejemplos son el movimiento ecologista, el pacifista, el anti globalización, el de los derechos humanos.    

¿Cuáles son las ventajas de los movimientos sociales?


“Permiten la expresión política de los actores sociales subrepresentados, contribuyen a la socialización de la ciudadanía en los valores democráticos, enriquecen el debate político, visibilizan problemas relevantes, coadyuvan en la formación de la sociedad civil y fomentan el control social de la gestión pública” (Cruz), ...


Y finalmente, es importante definir  qué acciones concretas harán avanzar el movimiento. Establecer objetivos específicos y una fecha límite para llevar a cabo las acciones. Conseguir el apoyo de asociados que compartan la pasión por la causa y con propósitos alineados con ella. También es clave  el  garantizar que el movimiento no tenga que ver con un individuo u organización.


Espero con este blog contribuir con una mejor comprensión de unos términos cuya importancia será cada día más relevante para enfrentar los tremendos retos que tenemos que abordar  como sociedad hoy y hacia adelante


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