sábado, 29 de abril de 2023

El circo y el Plan Nacional de Desarrollo


 Para entender hoy la Petrocolombia que estamos viviendo, es necesario el uso de una metáfora, para mostrar la realidad que mucha gente no está viendo. Hoy vivimos un espectáculo circense, donde el maestro de ceremonias, busca distraer al auditorio con actos en tres pistas, donde los  payasos hacen reír, los malabaristas hacen sufrir y los leones generan pánico en los espectadores. Mientras estos están distraídos con el espectáculo, se prepara un gran acto  pirómano final que puede acabar con el circo y con quienes están en él.

Llevamos nueve largos meses del espectáculo que ha montado  Petro. Como maestro de ceremonias avezado que es , ha venido entreteniendo al país, Para lograrlo, este gobierno ha montado varios actos en las pistas del poder para distraer la  atención de opinión pública, los medios y los comentaristas. Mientras tanto,  en la sombra está cocinando una transformación que puede cambiar profundamente a Colombia, con un inmenso impacto para los millones de colombianos que no votaron o no lo hicieron por él.


No hay duda que la  agenda de la conversación nacional en estos meses,  ha sido capturada por Petro.  La punta de lanza para lograrlo inició  con la descabezada de la cúpula de las Fuerzas Armadas y la Policía. Con su propuesta de la Paz Total, que nadie entiende, ha ofrecido altos del fuego a los peores crimínales que no los han cumplido. Y al no exigir  contraprestaciones, ha permitido que estos maleantes capturen aún más territorios, poniendo en peligro a miles de colombianos y disparado la inseguridad en el país. 



Pero para no aburrir a los desprevenidos e ingenuos espectadores, el  programa de sorpresas circense de Petro, lo ha amenizado con las reformas de la salud, la laboral, la política y las pensiones. En todas ellas pretende desconocer los avances que el país ha logrado an las últimas tres décadas. 


Para rematar la faena, en esta semana resuelve sacar del circo a los encargados del espectáculo,  solicitando la renuncia  a 7 de sus ministros. La razón: no estaban a la altura de las expectativas del maestro de ceremonias,  que estaba viendo con creciente preocupación,  la salida de la gente del espectáculo, además de alarmados por el olor a humo.



Mientras tanto, y muy por debajo del radar, se estaba cocinado lo más importante, cuyo impacto puede ser trascendental:  La tramitación del Plan Nacional de Desarrollo - PND- en el Congreso. Este es un tema que posiblemente no es comprendido por la mayoría de los colombianos, pero que tiene el poder de generar cambios trascendentes que nos pueden afectar la vida de todos hacia adelante. Y Petro lo sabe, por lo que el espectáculo de reformas de los últimos meses, yo siento que ha sido deliberado,  para distraer la atención de los ingenuos espectadores. 


El PND  es parte fundamental de su estrategia:  quemar el viejo establecimiento y refundar a Colombia. 


Para que entendamos mejor lo que está en juego, es necesario asimilar que el PND es la partitura de vuelo para un gobierno durante los cuatro años en que está en el poder. Este es un tema de gran preocupación con Petro. En el documento actual, que debe  ser revisado y aprobado por el Congreso, se establecen los objetivos, metas, estrategias, y recursos de inversión que se necesitan para su ejecución. Es el documento que muestra las verdaderas intensiones de Petro, y que motivan las actuaciones que le veremos en los próximos tres y medio años. 



En este plan, hay varios temas que han suscitado las críticas y crecientes preocupaciones de los analistas. Sin embargo, lo más importante no ha sido mencionado: en este documento se busca consolidar el modelo de desarrollo político, económico, social y ambiental, basado en un aumento significativo del tamaño y presencia del Estado en la vida de los colombianos. Más estado y menos inversión privada, fue el lema de campaña de Petro que hoy se estaría   plasmando en el PND que puede salir aprobado la próxima semana.


Si se entiende lo anterior, entonces no debe de ser una sorpresa, que la intensión que se plasma en el PND,  de tener un estado omnipresente como común denominador, este detrás de las reformas propuestas en salud, laboral, pensional, y energética. También explica el porqué, de sus ataques al sector privado, el cual tiene un papel de  actor de reparto de tercera categoría. 


Dado que la verdadera intensión de Petro, es la estatización de Colombia, entonces también se puede explicar su solicitud de 14 facultades extraordinarias, donde pide amplios poderes, sin precisar sus alcances. Con ello busca evitar que opere en sistema de pesos y contrapesos que es fundamental en el funcionamiento de nuestra democracia y del estado social de derecho.


Es en este contexto, qué hay que entender el concepto de la economía popular que quiere poner como motor para el desarrollo del país. Tiene un motivo muy loable: buscar que las personas que han sido excluidas del aparato productivo, se vinculen a este e ingresen al mercado laboral. Esto suena atractivo, hasta que se profundiza en este concepto.  Desde la izquierda extrema que Petro representa, la iniciativa tiene un fondo muy preocupante: culpar al capitalismo de la exclusión de estas personas. Se vende la idea de que este  es el enemigo de la gente.


La gran pregunta que muchos nos hacemos  es cómo se sustenta esta apuesta. Y la respuesta es muy alarmante, pero muy lógica en el marco de una mayor intervencionismo del estado: mediante subsidios crecientes que generan mayor dependencia y un capital político para quedarse en el poder. 



En el Economist de esta semana, hay un artículo sobre la situación desastrosa a la que ha llegado Bolivia, donde está fórmula izquierdista, ha postrado a este país. Otro ejemplo que se suma a los  de Venezuela, Nicaragua, Argentina, y si nos descuidamos, veremos muy rápidamente a Colombia en esta deshonrosa lista. 


Lo que hace más preocupante de lo que está sucediendo, en la tramitación del PND por debajo del radar en el circo que nos ha montado Petro, es el desconocimiento del problema más importante, que a su vez es una inmensa barrera para que tenga exito : la incapacidad de gestión  del estado, a nivel nacional, regional y local. Es un tema que se ignora cuando se le piensa dar mayor poder al gobierno y más burocracia, debilitando a la sociedad. En especial a actores tan fundamentales como el sector privado.  


Y valga la pena volver a insistir de la importancia de la lectura del libro “El pasillo estrecho” del profesor James Robinson, quien de manera brillante nos muestra que el camino propuesto por Petro es muy equivocado. Y que el verdadero desarrollo se logra cuando se fortalecen par y paso el estado y la sociedad. Esto permite un mayor control mutuo pero sobre todo, desde el reconocimiento de la interdependencia, y una mayor colaboración. Este concepto brilla por su ausencia en el PND que hoy se está discutiendo en el Congreso.


Desde este análisis, es muy preocupante la advertencia que hace el Laboratorio de Gobierno de la Universidad de la Sabana, sobre las facultades que se les dan a los entes territoriales en el manejo del catastro. Y en ese marco, propuestas como las que se quieren incorporar en estos días, de lograr la expropiación exprés contra lo ofrecido y firmado en una Notaría por Petro. Pero hoy, ya rota la coalición, estas acciones hacen evidentes su verdadera intensión .



Tal como van las cosas, y si el Congreso no se pone las pilas y sucumbe a la mermelada que debe de estar repartiendo Petro, pueden pasar varios escenarios de aquí al jueves de la próxima semana. 


  • Petro logra la aprobación que cimienta sus verdaderas intensiones y obtiene además súper poderes especiales. 
  • A Petro le dejan algunos de estos superpoderes, y se recortan y modifican los puntos más controvertidos y peligros. 
  • El PND se estanca y no se aprueba y queda en manos de Petro hacerlo por decreto. De todas maneras, queda la última instancia por parte de la Corte Constitucional.


El mensaje que quiero dejar con este análisis, es que el futuro de Colombia se juega como nunca en los próximos días, pero también  en las elecciones de octubre. Veremos si Petro se sale con la suya lo que seguramente hará que tengamos que enfrentar una triste realidad : nos uniremos a la lamentable lista de países suramericanos que perdieron su rumbo. Enderezar a un país en esas circunstancias, lo sabemos por la experiencia de nuestro vecino y el caso boliviano,  es casi que misión imposible.


Y volviendo a la metáfora del circo. ¿Queremos seguir siendo distraídos por el maestro de ceremonias , mientras en la trastienda, nos cambian al país hacia un modelo que ha probado ser desastroso para la sociedad? ¿No será hora de despertar?

domingo, 23 de abril de 2023

Otros instintos que distorsionan la realidad

 


Este es el tercer blog que escribo, relacionado con el trabajo del Dr Rosling en su libro “Factfulness” sobre los instintos que limitan el entender la realidad. En el artículo anterior me referí al instinto de las brechas y el de la negatividad. En este blog voy a abordar los instintos de: la perspectiva única, el buscar un culpable el de la urgencia y el del miedo. Cada uno de ellos tiene un impacto muy negativo, pero además, todos ellos pienso que son  de gran interés y relevancia, para entender  la complejidad de la situación actual en nuestro país. 



 El instinto de la perspectiva única

La complejidad y rapidez de los cambios promueven en las personas la búsqueda de ideas sencillas, que les sirvan para darle sentido a lo que sucede y a sus causas. Son ideas atractivas, porque dan la sensación de entender la complejidad y las relaciones de causalidad, que pueden explicar el fenómeno o el problema.


Un ejemplo que Rosling presenta, es el de la teoría del mercado que sustenta el capitalismo. Bajo esta idea, las ineficiencias en su funcionamiento se suelen atribuir a la interferencia del gobierno y las excesivas reglamentaciones. La solución suele ser pedir mayor apertura y eliminar la intervención del estado con menos regulaciones. 


Otro ejemplo: la desigualdad. Esta se explica por la inequidad del sistema. La solución para los ideólogos de la izquierda es la redistribución y no la generación de riqueza. 


Este instinto genera una dinámica compleja: estar a favor o en contra de la idea. Se genera un filtro que impide que se tenga otra información que sirva para revaluarla, porque no está dentro de la expectativa esperada. 


Para manejar este instinto, Rosling recomienda tener la apertura a estar probando las ideas buscando sus debilidades. No dejarse contaminar por la experiencia y tener la humildad de aceptar sus limitaciones en un entorno tan cambiante y complejo como el actual. Esto implica tener la curiosidad para explorar en otros campos que no se ajusten a las expectativas. Invita a confrontar la idea con personas que no la comparten. Es un proceso que mejora la comprensión de la realidad. 


La perspectiva única es un instinto que afecta particularmente a los expertos, los activistas y los ideólogos. Es un tema, por demás relevante hoy en Colombia, donde tenemos una ideología de extrema izquierda y unos activistas en los asientos del poder. 


Reconociendo el papel que los activistas han jugado, para mover causas importantes para la humanidad, su impacto podría ser mucho mayor si no se aferraran a una sola idea o perspectiva. Esto les impide el reconocer el progreso que se ha conseguido y construir sobre el mismo. El no tener esa flexibilidad y apertura, les dificulta relacionarse con quienes no comparten su causa, lo que genera muchos conflictos. El mejor ejemplo lo tenemos en la ministra Corcho con su terquedad en defender la estatización de la Salud en Colombia. 


Rosling nos recuerda que “es mucho más motivante escuchar evidencias del progreso realizado, en lugar de insistir constantemente y estar enfocados, en el problema o situación que se quiere mejorar”. Este es un mensaje que le caería muy bien escuchar a Petro y su grupo, a quienes lamentablemente los acompaña una sordera crónica, para oír a los demás.


En cuanto a los expertos, su experiencia y conocimiento especializado, a pesar de su utilidad tiene sus limitaciones, ya que solo es útil en el campo de su especialidad. El problema surge cuando, ese conocimiento se pretende llevarlo a otros campos donde no necesariamente es aplicable su experiencia, pero que se piensa que si lo es.


En este instinto caben los ideólogos, porque tienden a quedar amarrados a una idea, como le sucede a los expertos y a los activistas. Los resultados pueden ser nefastos. Hoy lo estamos viviendo en carne propia con Petro:  su obsesión por ver en el estado como la única solución. 


Tener una sola perspectiva enceguece, quita flexibilidad y limita la imaginación.  Para evitar caer en esta trampa, Rosling recomienda: buscar múltiples perspectivas para encontrar la debilidad de la idea, someterla a prueba con personas que no piensen lo mismo, limitar el campo de la experiencia y de una idea, no reclamar que estas pueden servir en otros campos.


Y finalmente Rosling hace una recomendación muy importante.” Hay que estar alerta a las ideas sencillas y a las soluciones simples. La historia está llena de visionarios que utilizaron miradas utópicas para justificar acciones terribles. Hay que darle la bienvenida a la complejidad. Combine las ideas. Haga concesiones. Resuelva los problemas un caso a la vez” . Esta recomendación si que le está haciendo falta a Petro y a su grupo de activistas en la actualidad.



El instinto de culpar

Este instinto nos impulsa en buscar “una razón simple y clara del por qué sucedió algo malo”. Quita posibilidades de encontrar la verdad y de poder tener un entendimiento basado en hechos de la realidad, y quita foco en otras posibles explicaciones. Genera una obsesión en encontrar a un chivo expiatorio, bloqueado la capacidad de prevenir problemas similares en el futuro.


Esta tendencia revela “cosas acerca de nuestras preferencias. Es común tratar de buscar a quien culpar para confirmar nuestras creencias actuales”. 


El problema de buscar culpables es que desistimos de buscar la causa del problema, dejamos de pensar y limitamos el aprendizaje. Como resultado, los problemas continúan, se desgasta la energía y se anula la capacidad de entender la complejidad de la situación. Este instinto termina dándole más poder e influencia personas o grupos que no lo merecen. 


Cuando algo no funciona hay que evitar caer en esta trampa y concentrarse más en el sistema y las causas subyacentes. Hay que entender que las razones detrás de los problemas complejos obedecen a múltiples causas que se relacionan entre sí. Esta es la realidad que está detrás del concepto de la “policrisis” que se refiere a la convergencia de múltiples crisis, sobre la que escribí en un blog anterior.


Pero Rosling nos advierte que este instinto también aparece, cuando las cosas van bien. “El reclamar el logro sucede tan fácilmente como el de culpar. Cuando algo sucede bien, actuamos muy rápidamente para darle crédito a un individuo o a una causa simple, cuando usualmente las cosas son más complicadas”.


Para controlar el instinto Rosling recomienda: buscar las causas y no el villano, entender el sistema que causó el problema, aceptar de que pueden suceder cosas malas sin que haya personas responsables, y no dar créditos o culpar a la ligera. 



El instinto de la urgencia

Este instinto aparece cuando nos olvidamos del sabio dicho popular: “vísteme despacio que estoy de prisa”. Es una de las principales distorsiones de nuestra visión de la realidad del mundo. 


La presión del tiempo, el miedo y el pensar en el peor escenario, nos impulsan muchas veces a tomar malas o precipitadas decisiones, a no hacer una pausa para pensar analíticamente, y a  tomar acciones rápidas o drásticas, sin pensarlo bien y medir sus consecuencias.


El instinto de la urgencia no es el mejor compañero para entender la complejidad del mundo actual. Y como lo menciona Rosling, amplifica los demás instintos que nos impiden controlarlos y ver la realidad. Pero también, nos advierte que paradójicamente, está presente cuando enfrentamos riesgos que están en el futuro.


Ante los riesgos futuros tendemos a no pensar en ellos. Pero para los activistas que trabajan en escalas de largo plazo, es un problema cuando buscan despertar la consciencia y el sentido de urgencia, hacia problemas que van cambiando lentamente, como es el caso del cambio climático. Para lograr generar una respuesta con sentido de urgencia, estas personas buscan vender la idea de que el riesgo futuro, que es incierto, es una realidad inmediata que debe de generar acciones ya que no dan espera. 


En este ejemplo, el problema es real y está cada vez más fundamentado en data, pero la aproximación que utilizan los activistas no necesariamente es la mejor. De nuevo, cuando se abusa del uso de las señales de alerta, al no tener una mejor comprensión del problema, se pueden tomar decisiones equivocadas y restarle credibilidad a la causa, o lo que es peor generarle indiferencia.


Rosling recomienda mirar al futuro dentro de un marco de incertidumbre, para no tomar los estimativos más dramáticos como si fueran ciertos. Propone siempre plantear varios escenarios, fundamentados preferiblemente en datos que muestren las tendencias. 


También, sugiere que no es conveniente sobre dramatizar porque se genera una sensación de crisis permanente y gran estrés, que no conduce necesariamente a la acción, sino al efecto contrario: la impotencia. la indiferencia y la desesperanza. La gente deja de pensar y el resultado son muy malas decisiones.


Para controlar el instinto de la urgencia Rosling recomienda: buscar más tiempo, información y datos; ponerle ojo a la data que es no precisa pero si es relevante; insistir en tener escenarios; tenerle cuidado a las predicciones del futuro; tener precaución  con las acciones drásticas y sus efectos secundarios; contemplar como alternativa las mejoras paso a paso que son menos dramáticas pero pueden ser más efectivas.



El instinto del miedo

A riego de alargar este blog, termino con este instinto porque hoy está presente en mucha gente en Colombia ante las acciones del gobierno actual: para quienes no votaron a su favor y temen el impacto de los cambios propuestos, pero también, para quienes si lo hicieron, porque tienen el miedo por el incumplimiento de las expectativas creadas.


El miedo afecta la capacidad de pensar críticamente. No hay cabida a los hechos cuando estamos secuestrador por esta emoción. El problema es que los seres humanos  tenemos un filtro para enfocarnos en la información que sea dramática. Esto explica el porqué los medios de comunicación, le hacen tanto eco a las noticias negativas o escandalosas. Las buenas noticias, o los cambios lentos que pueden tener gran impacto, no captan la atención del la gente. Esa es una realidad. 


De todos los instintos, el del miedo es que tiene la mayor influencia en distorsionar nuestra visión de la realidad. Por esta razón, las historias que más generan interés son las que usualmente producen más miedo en la gente. Dan  una imagen de un  mundo muy peligroso, cuando la data muestra todo lo contrario. Por ejemplo, existe la percepción de qué hay muchas muertes por desastres naturales, cuando la realidad es distinta, como  lo demuestra estadísticamente Rosling en su libro


Hechos como que en el 2016, se tuvo el segundo años con menso accidentes de aviación en la historia, solo 10 de 40 millones de vuelos, sin embargo los titulares se concentran en el 0.000025% y venden la idea de que volar es peligroso lo que genera miedo en mucha gente. 


La información que filtramos “es la que encuadra en los instintos dramáticos  e ignoramos la que no lo hace “. Una caída de un avión capta la atención a pesar de ser un hecho muy inusual, mientras la seguridad estadísticamente demostrada no lo es. Tampoco es noticia  la subida de medio grado en la temperatura del océano, a pesar de ser   un proceso continuo con un impacto que puede se mucho más devastador . La primera noticia  la normalizamos y se nos queda en la mente, mientras que las otras, que son realmente normales, las ignoramos.


El miedo hace desaparecer la perspectiva más amplia. Hay que esperar a que pase el miedo para lograr mostrar la realidad basada en hechos. Mientras tanto, se toman muy malas decisiones. Un ejemplo patético es la negativa de padres de familia de vacunar a sus hijos, o más recientemente, de personas que rechazaron las vacunas contra el COVID desconociendo la evidencia.


Como lo menciona Rosling: “ el miedo puede ser muy útil cuando se dirige hacia las cosas correctas pero es una guía terrible para entender al mundo. Nos lleva a poner la atención en los peligros poco probables, y descuidar los riesgos que si son mayores”. Como nos lo recuerda en su libro, las muertes por desastres naturales, accidentes de avión, asesinatos, escapes nucleares, terrorismo, son responsables de sólo el 1% de las muertes. Y sin embargo, son las noticias que capturan la mayor atención, generando mucho miedo y distorsionando nuestra comprensión de la realidad.


Hay que hacer la distinción entre lo que es  alarmante de lo que es peligroso. Lo primero sucede porque hay riesgo percibido, pero lo segundo  si tiene un riesgo real. “Estar alarmado produce miedo, lo que genera un drenaje de energía en la dirección equivocada “.


Para combatir el miedo, Rosling recomienda recordar que las cosas alarmantes no son las más peligras. Los miedos naturales a la violencia , la cautividad y la contaminación, nos hacen sobre estimar los riesgos para lo cual es necesario calcularlos. También se necesita entender que las noticias vienen filtradas por su impacto aterrador  para capturar nuestra atención. Hay que recordar que el riesgo es el resultado de la exposición al verdadero peligro. Y finalmente, entender que el miedo hace ver al mundo diferente . No es el momento de tomar decisiones impulsivas.


Para concluir esta serie de blogs, vale la pena recordar cómo  bien lo recomienda el autor del libro Factfulness, la vida basada en hechos bien analizados, y controlando los instintos que los distorsionan, debe de ser un ejercicio permanente para remplazar la visión sobre dramatizada que  tenemos del mundo y fundamentarla más, en hechos comprobados. Esto mejora la calidad de las decisiones y permite poner atención a las posibilidades y a los peligros reales, para dejar de estar estresados por las cosas equivocadas. 


domingo, 16 de abril de 2023

Realidad y percepciones




 En mi blog anterior citaba al autor del libro “Factfulmess” Dr. Rosling: “la vida basada enhechos bien analizados, y controlando los instintos que los distorsionan, debe de ser un ejercicio regular para remplazar la visión sobre dramatizada que tenemos del mundo y fundamentarla más en hechos comprobados” . En este blog me voy a referir a dos de los “instintos” a los que él hace referencia y que nos sirven para entender la situación actual del país.


El instinto de la brecha
: se refiere a la tendencia de dividir cualquier cosa en dos  grupos distintos y antagónicos donde existe una brecha imaginaria de gran injusticia en la mitad. Este instinto tienen un inmenso impacto sobre cómo se percibe el mundo, donde por ejemplo, solo caben dos tipos de personas: los ricos y los pobres; dos clases de paises: los desarrollados y los subdesarrollados; dos ideologías: izquierda y derecha.


El punto que el Dr Rosling buscó resaltar es muy importante:  las imagines que formamos en nuestra mente, a partir de esta división imaginaria que hacemos , se traduce en la forma como entendemos la realidad. Y  la manera de enfrentar a la persona con este error, es confrontar sus opiniones con estadísticas ciertas.


En un experimento con estudiantes pudo demostrarles con datos, como era la realidad en la actualidad en relación al concepto de países subdesarrollados y desarrollado, medida por el número de hijos y alta tasa de supervivencia. La primer gráfica d muestra la situación en 1965, la segunda la realidad estadística 2017. 



1965


  

                                                                           2017.


Sin embargo, la imagen en la mente de los estudiantes, el hoy correspondía a la realidad sesenta años atrás!. La lección que Rosling les dio, es que el mundo había cambiado muchísimo de manera positiva, y que no había la brecha imaginaria que ellos tenían en sus mentes.. 


Al comparar con datos gráficos, temas como el nivel de ingreso, cuidado de la salud, acceso a la educación y a los servicios públicos, el les podía demostrar tendencias similares de un mundo, que solía estar dividido en dos, y que ya no lo estaba. Estos datos demostraban en resumen  un hecho: el 75% de la población vive en países de ingresos medios. No son ricos, pero tampoco pobres, como lo confirman las estadísticas del Banco Mundial. 


Lo interesante es que esta imagen del mundo, que bien se puede aplicar a la percepción distorsionada que tenemos de nuestro país en la actualidad, no corresponde a la realidad sustentada en estadísticas. Ese es el problema de la imagen que el gobierno actual, ha querido venderle a los colombianos en temas como la salud. Se quiere desconocer olímpicamente los inmensos avances que ha tenido el país en las últimas décadas. 


Un ejemplo interesante de la visión equivocada de la realidad, lo demostró Rosling usando  miles de pruebas en Suecia y los Estados Unidos, con una sola pregunta: ¿que porcentaje de la población mundial vive en países de ingresos bajos? La respuesta preponderante fue mayor al 50% con un promedio del 59%. La realidad estadística es el 9%, que además corresponde a países con niveles de vida bajos, pero que también han mejorado y están por encima de Somalia, Yemen o Afganistán, que son los peores casos  extremos de pobreza.



En resumen, es una falacia la imagen que mucha gente tiene, de un %  mayoritario  de la población del mundo viviendo en la pobreza, que no está sustentada en la realidad estadística. La verdad es que la mayoría de la población está en un punto intermedio. Pero no es menos cierto que, a pesar de confrontar a la gente con los datos, muchos se resisten a aceptar que están equivocados, porque en sus mentes, la categoría intermedia no existe y por lo tanto no la ven.


Rosling explica la razón : “el instinto de ver la realidad en dos grupos binarios distintos, separados por una brecha, y en generar una dicotomía entre buenos y malos, héroes vrs villanos, la izquierda vrs la derecha, es porque es más simple e intuitivo, pero también dramático porque implica conflicto, y los seres humanos lo hacen sin pensarlo”.


Y como también, es la razón por la cual los periodistas lo utilizan, para generar narrativas de conflictos entre dos partes opuestas. Crean historias del débil contra el poderoso, que llaman la atención y la  centran  en las diferencias y no en la convergencia, en el conflicto donde hay acuerdo, distorsionando los datos.


Cuando las historias se concentran en los extremos, se pierde la perspectiva que la mayoría se encuentra en el medio y no que está polarizada. Pero también es importante entender que para desarrollar una visión basada en hechos,  la experiencia de la gente se da en el nivel donde se ubica , pero también influenciada por los filtros de los medios que ya sabemos que enfatizan los extremos y olvidan la normalidad. 


Este instinto hoy está vigente con mucha fuerza y está siendo aprovechado desde una perspectiva ideológica para promover una agenda política que busca ignorar los avances que hemos hecho como sociedad.



El instinto del 
negativismo


Este instinto  se refiere a la tendencia que tenemos los seres humanos de ver más lo negativo que lo positivo. Está detrás de la frase que es muy común: “las cosas están cada vez peor “. Como lo menciona Rosling, es más fácil estar consiente de las cosas malas que suceden que las cosas buenas.


Pero hay una realidad que la gente no ve. Hay muchas cosas que han venido mejorando pero de manera lenta, están fragmentadas, o son muy pequeñas para volverse una noticia. Pero son estos cambios los que generan el progreso. 


A pesar de que la percepción de la gente es que el mundo hoy está peor, la realidad del contexto histórico muestra una visión diferente. Hace solo dos décadas, el 29 % de la población mundial vivía en la pobreza extrema. Ahora el nivel bajo al 9%. Lo que debería ser un motivo de celebración sin embargo no lo  es.


Rosling muestra el ejemplo de Suecia. Hace setenta años, las condiciones de vida eran similares a las de Egipto hoy en día, pero cien años atrás estaba en el nivel actual de Zambia . Pero el proceso de modernización que el mundo ha experimentado, ha permitido que en la actualidad, Suecia se haya convertido en un ejemplo de desarrollo para otros países del mundo. 


En su libro, el autor muestra como en un periodo de cinco décadas , 16 cosas muy malas para la sociedad están en camino de desaparecer. Por ejemplo, las muertes por accidentes de avión, niños trabajando, muertes por desastres, viruela, caída del ozono, hambrunas, infecciones HIV, esclavitud, pena de muerte, derrames de petróleo, muertes en batalla. 


Pero en el mismo periodo muchas cosas buenas también han sucedido. Por ejemplo la protección de la naturaleza, los derechos de las mujeres, desarrollo de la ciencia, caída de analfabetismo, niñas con educación, cubrimiento de electricidad, acceso a agua potable, uso del internet, uso de los celulares, aumento de vida.



¿Pero porque el instinto de ver las cosas negativas? Algunas de las razones propuestas por Rosling, son: “una memoria equivocada del pasado, la selectividad de las noticias en los medios de comunicación, y que mientras las cosas estén mal no tiene sentido decir que están mejor “.


Hay una tendencia en la gente en recordar el pasado bajo la óptica de que las cosas eran mejores, cuando en la realidad comparadas con el hoy, no lo son. También la tendencia de los medios a enfocarse en las malas noticias porque las buenas no venden y las mejoras graduales tampoco, a pesar del gran impacto que pueden tener. Uno de los logros importantes ha sido la mejora “ el monitoreo de sufrimiento “ que sin embargo da una impresión negativa.


Los ejemplos abundan. A pesar de que las estadísticas muestran tasas decrecientes de criminalidad en muchos países del mundo, la impresión es la contraria. Hay una percepción    de un deterioro creciente gracias a las malas noticias. Esto crea una sensación de negativismo, que se amplifica por la mala memoria del pasado, donde se recuerda de manera más positiva ciertos eventos, pero se olvida las cosas malas que también pasaron.


Para combatir el negativismo, Rosling se declara un “posibilista”, término que invento para definir a una persona que: “no tiene esperanza sin razones , ni miedo sin razones y que se resiste a sobre dramatizar su visión del mundo”. Es una persona que puede ver el progreso en el presente y también en el futuro, de manera constructiva


El mensaje más importante:  si el  instinto del negativismo nos domina, el costo inmenso que se paga  es la pérdida de la esperanza y la ignorancia que esto produce.


Para combatir el negativismo Rosling recomienda ser capaz de entender que las cosas pueden ser buenas y malas al mismo tiempo. También,  es esperar las noticias negativas, porque se sabe que las cosas dramáticas capturan más la atención. Que haya más noticias malas es el resultado de mejores sistema de vigilancia, no necesariamente a un mayor sufrimiento o deterioro de la situación. 


Las buenas noticias casi nunca se reportan como tampoco las mejoras graduales. Recomienda no aferrarse a una memoria rosada del pasado, porque las cosas malas que sucedieron pueden ser un gran recurso para poner en perspectiva más positiva la realidad actual.  


Como sucede con el primer instinto, el instinto de la negatividad, está muy difundido en nuestro pais. Esto se percibe en las conversaciones diarias y se está traduciendo en decisiones que muy posiblemente son equivocadas. Nos hemos metido  en un círculo vicioso donde se refuerza una imagen cada vez más distorsionada de nuestra realidad, a pesar de que los datos demuestran lo contrario. Y sobre el negativismo de la gente es imposible que un gobierno pretenda transformar positivamente su mentalidad  hacia adelante.


Y una muy importante conclusión que yo saco del análisis que hace Rosling de estos dos instintos es la siguiente: los populistas y caudillos las están utilizando para manipular a la gente y quedarse en el poder. Desde las orillas ideológicas extremas, esta realidad está poniendo en serio peligro a la democracia.  


PD: en mi siguiente blog seguiré presentando otros de los instintos presentados por Rosling que nos sirven para entender mejor nuestra situación.