domingo, 28 de mayo de 2023

La crisis de la masculinidad


 En momentos en que la atención  está concentrada en los problemas de género y la violencia contra las mujeres, el libro “Of Boys and Men” de Richard V Reeves publicado este año, presenta una panorama sorprendente y muy interesante que aporta otra visión. Desnuda la situación de crisis invisible  que está afectando a  los hombres  en los Estados Unidos,  pero como lo menciona el autor, es un problema que también se está viendo en otras partes del mundo .

Las tendencias sociales en ese país, muestran que las niñas  a los 5 años,  están un 14% más listas para entrar a la escuela que los niños de la misma edad. Cuando pasan a bachillerato, la brecha se amplifica notablemente : dos terceras partes de los estudiantes mujeres están en el 10% de la parte superior de su clase. En el 2020, en una encuesta echa en las 16 mejores facultades de derecho,  encontró que no había ningún hombre destacado a cargo de la dirección editorial en sus revistas especializadas , todas eran mujeres. 



Pero los hombres en ese país , también  están teniendo dificultades en el campo laboral. Hoy, uno de cada tres hombres con diplomas de bachillerato,  están sin trabajo. El mayor desempleo se encuentra en los hombres jóvenes entre 25 y 34 años. 


En términos de ingresos, los hombres que entraron a la fuerza laboral en 1983, están ganando un 10% menos en términos reales que aquellos que ingresaron una generación anterior. En el mismo periodo, los ingresos de las mujeres aumentado en un 33%. Las estadísticas muestran que casi todo el incremento del ingreso en las familias de clase media norteamericana desde 1970, se debe a un aumento de los salarios de las mujeres.


Pero los hombres también están teniendo dificultades físicamente El 75% de las muertes por suicidio y sobredosis de drogas, corresponden a los hombres. En. Colombia   la cifra es del 95% . Otro dato interesante: durante la pandemia con corte a septiembre del 2021, por cada 100 mujeres fallecidas de edad  media , murieron 184 hombres de la misma edad.



Otro datos sorprendentes: los niños y jóvenes tienen más dificultades en ambientes desafiantes que las mujeres, en especial en entornos de pobreza , donde ellas tienen más posibilidades de salir adelante. Cita el caso del Canadá, donde los  jóvenes en estas condiciones, tienen dos veces las probabilidad de no superar la pobreza que las mujeres. En los Estados Unidos, el desempeño académico de los niños está más influenciado por los antecedentes familiares. Los niños cuidados por un solo padre o madre, tienen menos probabilidad de llegar a la universidad que las mujeres.


Un caso muy revelador los encontró Reeves en un pueblo en Michigan, donde gracias al apoyo de un donante para ofrecer gratuitamente acceso a la universidad, el programa aumentó en un 45% la tasa de ingreso de las mujeres, mientras que  la tasa de los hombres  se mantuvo igual. El autor del libro muestra que es un patrón que se repite en otros programas similares a nivel nacional. No es de extrañar entonces, el mayor aumento de ingreso de las mujeres a las universidades, que hoy en valores absolutos, superan en número a los hombres.


¿Cómo cambiar estas realidades que hoy son tan invisibles y contraintuivas ? Para mejorar el desempeño de los niños, Reeves propone que  comiencen la escuela un año después de las niñas, porque dice que la maduración de la corteza prefrontal y el cerebellum que afectan la autorregulación, madura más lentamente en los niños. 


Pero hay otras razones que explican estas dinámicas de desigualdad, y que surgen con fuerza en las entrevistas que Reeves hizo para su libro. Los hombres reconocen que las mujeres trabajan más duro, están más motivadas y planean mejor hacia adelante. 



Pero hay un componente cultural que es importante tener en cuenta y que contribuye a esta brecha creciente entre los hombres y las mujeres : ellas muestran más ambición de superación. Las estadísticas  son claras:  se matriculan dos veces más   mujeres que hombres, en estudios en el exterior . Ellas aprovechan mejor las oportunidades que se les presentan.


Hay otra tendencia muy preocupante que muestra la investigación de Reeves. Ha habido un aumento de cinco veces en la afirmación de los hombres que dicen no tener amigos cercanos, lo que se traduce en una vida más azarosa y solitaria. Y esto impacta  su estilo de vida: más hombres viviendo con sus padres que con su pareja; las mujeres tienen el doble de posibilidad de iniciar procesos de divorcios que los hombres. 


El resultado de estas dinámicas invisibles, que hoy están afectando tanto a los hombres, se ve reflejadas en una crisis de identidad y de auto imagen, que está asociada a una  pérdida  de su rol de proveedores, y a que no encuentran, o aceptan, su nuevo rol en la sociedad. 


¿Qué  otras cosas se requieren para manejar esta transición? Reeves propone desarrollar en los hombres nuevas habilidades, especialmente para el manejo de su mundo emocional,  que les permita recuperar su sentido de competencia y confianza . Y claramente no significa el reforzar el machismo y el uso de la fuerza bruta, que son muy afianzadas en culturas como las nuestras, y que reafirman una masculinidad tóxica muy dañina contra las mujeres.


A pesar de no ser visible, estamos viviendo una época donde hay una búsqueda cultural de un nuevo ideal que le dé sentido al hombre actual. Implica un rompimiento de las expectativas asociadas a lo que ha caracterizado la masculinidad. Significa darle valor al mundo emocional que no ha tenido cabida en el arquetipo que hoy se cuestiona. 



El nuevo paradigma que está emergiendo  para los hombres ,en esa búsqueda de una nueva identidad y rol para la masculinidad, es un cambio especialmente complejo cuando no se les enseñó a valorar ni demostrar la dimensión emocional desde pequeños. El mensaje gravado a esa temprana edad  ha sido muy fuerte : “los  machos no lloran ni muestra sus emociones”. 


La conocida psicóloga y conferencista, Brené Brown, define la vulnerabilidad como “la exposición de la incertidumbre y el riesgo” que implica aceptar el cambio, el ser falible, y de depender de otros. Sin embargo el aceptar que está se necesita, asociada a la sensibilidad, no tienen cabida en el  concepto de la masculinidad machista que hoy está cambiando. 



Hay un peligro: manipular la vulnerabilidad y simular una fragilidad emocional, para retener el poder y el control de una masculinidad que hoy se cuestiona y no se valora,  Pero esto es una paradoja, porque vivimos en una sociedad, donde todavía hay machismo y se refuerzan las normas y restricciones tradicionales de masculinidad en contra de las mujeres.


A pesar del último comentario, las estadísticas no mienten. Estamos viviendo una transición donde el hay muchos hombres que sienten que  están perdiendo el control de sus vidas y no encuentran su rol. En este  contexto de transición, algunos están reaccionando  violentamente contra las mujeres, y otros se encuentran perdidos  porque se sienten cuestionados, sin entender lo que les está sucediendo, ni  las nuevas expectativas que están emergiendo sobre su rol en la sociedad. 


El mensaje del libro de Reeves es claro. El cambio es difícil y da miedo,  requiere de modelos que muestren el camino, y la apertura a aceptar con humildad la vulnerabilidad genuina, la nueva realidad donde el hombre ya no domina, y se redefine su rol y su masculinidad. Vivimos un nuevo mundo   donde  inevitablemente las mujeres  ganan cada día más terreno y asertividad. 

 


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