sábado, 29 de julio de 2023

Un vision de Futuro para la Educación Superior

 


En las próximas semanas se va presentar al Congreso la reforma a la Ley 30 de Educación Superior (ES ). Como lo mencioné en el blog anterior, la pregunta es cómo se va a aprovechar esta nueva oportunidad de cambiar un instrumento regulatorio y normativo, que ya tiene 30 años, y cuando el mundo era otro. ¿Se va a utilizar el espejo retrovisor para buscar reindivicaciones ,  o se va sacar el telescopio para mirar  el futuro?. 

Veamos hoy que ve el mundo al respecto.



La oportunidad de tener un marco normativo y legal para la  ES, no es un decisión menor como lo demuestra el informe de la UNESCO: “Nuevas visiones para las instituciones de educación superior hacia 2030", presentado en mayo del año pasado en Barcelona en el Congreso Mundial de Educación Superior. El informe fue preparado por 90 expertos para el evento al que asistieron personas de 123 paises. Este informe muestra el nacimiento de un nuevo paradigma, que debería  ser tenido en cuenta, en un cambio mayúsculo que impulse hacia adelante  el Sistema de Educación Superior (SES ) en Colombia.

Al comienzo del informe se establece el contexto que reta a una nueva  mirada  del SES  :


“Sin duda, se impone repensar el papel de las instituciones de educación superior y su contribución a la sociedad, considerando las tendencias y las grandes transformaciones que se están produciendo


El contexto exige que pensemos y desarrollemos nuevas visiones para la educación superior y sus instituciones, misiones y valores en relación con el bien público y la responsabilidad incluyendo el cambio climático y la degradación ambiental, las presiones demográficas, las migraciones forzadas, el aumento de las desigualdades, las presiones políticas y la transformación del mercado laboral. Del mismo modo, en los últimos años, ha surgido una necesidad y voluntad   de conectarse y cooperar” 


En ese contexto, no es inteligente proponer un cambio cosmético con parches reivindicativos a una ley que regula el SES en Colombia y que ya tiene ya tres décadas. La oportunidad es la de sintonizar las necesidades de formación avanzada con estas nuevas realidades y tendencias. 


Para  el efecto, el informe propone tres preguntas cruciales, que también nos pueden servir a nosotros,  para  tomar la mejor decisión dada nuestra  coyuntura  de un posible cambio a la ley vigente . 



Si hoy se tuviera que repensar desde cero un nuevo SES: ¿Cuáles serían las principales tendencias que se deben considerar? : ¿Cómo se vería en el futuro próximo? ¿Cuáles serían los principales cambios a realizar y cómo se implementarían? Estas deberían las preguntas orientadoras, que deberían   enmarcar una verdadera reforma hacia una nueva ley, dado el inmenso impacto  que tendría en la formación del capital humano en Colombia, para enfrentar mejor preparados el futuro, en un mundo tan complejo y cambiante como el actual.


Hay varios mensajes que quisiera destacar del informe de la UNESCO, para orientar la visión de futuro de este cambio, de  cara al proceso que se iniciará a unas semanas en el Congreso, y que ojalá no siga el mismo patrón de las reformas propuestas por Petro para las salud, las pensiones y el trabajo.




  • “Mirando hacia el futuro en la próxima  década , creemos que los mayores potenciales de transformación de la Agenda 2030 no se encuentran en perseguir objetivos o metas individuales, sino más bien en adoptar un enfoque sistémico que gestione sus innumerables interacciones”.


Comentario : la falta de una visión sistémica en el análisis de temas tan complejos como las reformas que está buscando impulsar Petro, es tal vez su falencia más importante. En el caso del SES, el informe muestra claramente la necesidad de analizar el ecosistema completo que involucre a todos los actores 


Veamos otros comentarios orientadores de la visión para el SES.



  • El mundo del trabajo está siendo moldeado por los nuevos desafíos globales, los avances científicos y tecnológicos, la globalización, la economía y los cambios sociales. El mercado laboral está cambiando, al igual que los conocimientos y habilidades necesarios para entrar en él. Esto significa que el aprendizaje permanente, la recapacitación, la adquisición de nuevas habilidades e incluso la capacidad de cambiar el sector profesional han llegado a primer lugar.  Algunas de las principales tendencias que están en marcha son:
    • Hay un vacío de rápido crecimiento y un marcado desajuste entre las habilidades actuales de las personas y las habilidades necesarias para los puestos de trabajo que se crearán en la próxima década.
    • La interacción entre las habilidades profesionales, técnicas y transversales es crucial. Los empleadores tienen un interés demostrado en las habilidades transversales, incluso en trabajos con un fuerte perfil técnico. 
    • La UNESCO (2015) hace hincapié en la importancia de cultivar  en el ámbito profesional, la adaptabilidad y la resiliencia,  y hoy se suman el aprendizaje permanente, la adaptación, la creatividad y la innovación, y en aspectos relacionales como el manejo de las emociones, la comunicación, el liderazgo y la empatía, la actitud colaborativa. Todas ellas se incluyen en lo que se denominan variables como "habilidades transferibles", "habilidades del siglo XXI" y "habilidades no cognitivas".
    • Según el Foro Económico Mundial (2020), las 10 habilidades principales para 2025 incluyen: (1) pensamiento analítico e innovación; (2) estrategias activas de aprendizaje y desaprendizaje; (3) resolución de problemas complejos; (4) pensamiento crítico y análisis; (5) creatividad, originalidad e iniciativa; (6) liderazgo e influencia social; (7) uso, monitoreo y control de la tecnología; (8) diseño y programación de la tecnología; (9) resiliencia, tolerancia al estrés
    • Al mismo tiempo, según una investigación del McKinsey Global Institute (Manyika et al., 2017), el 60 % de las ocupaciones actuales tienen el 30 % de las actividades que podrían ser automatizadas.  En este contexto de cambios rápidos y a veces totalmente inesperados, es difícil predecir cómo será el futuro del trabajo.
    • En este contexto hay nuevos conceptos como los  microcredenciales escalables a títulos de  pregrado o posgrado, reflejando una tendencia hacia el aprendizaje bajo demanda y de formato corto, que se centra en las habilidades, las competencias y las capacidades específicas. Se necesita un cambio del aprendizaje de formato largo, como los títulos y diplomas, empoderando a los estudiantes para  hacerlos responsables de su aprendizaje y, por extensión, de sus trayectorias profesionales:
    • En resumen el mensaje es claro para donde van las tendencias de formación: la adaptabilidad y la creatividad, que están estrechamente relacionadas entre sí; la capacidad de resolver problemas; y la capacidad de autogestionarse y relacionarse con los demás. Las humanidades jugarán cada vez más importancia en el desarrollo de las habilidades transversales.


Comentario : estas tendencias son las que se deberían tener en cuenta  para diseñar un nuevo marco de ley y normativo, que remplace la Ley 30 con una visión  de futuro y no con el espejo retrovisor del pasado. 


Es la visión que permite darle al SES una nueva cancha donde va a necesitar moverse con mucha rapidez y flexibilidad, si quiere adecuar su oferta de valor a las condiciones cambiantes cada vez más aceleradas, que  sirvan las necesidades de la sociedad, con un foco en competencias transversales y el impacto de nuevas tecnologías. 


Repito, esto implicaría pensar en una nueva ley, no en un remiendo de la existente,  para rediseñar completamente los requerimientos y los procesos que hoy pide el Ministerio de Educación ( MEN ), cuya lentitud  para entender estos cambios, es hoy una de las principales barreras para el SES. 


Y como sucede con las otras reformas de Petro, que buscan estatizar la sociedad colombiana, no se entiende, el verdadero problema, cuando se pretendan reformas profundas, tiene varias dimensiones. Primero, no se reconocer los avances logrados. Segundo, no tener  una  una visión sistémica que incorpore las tendencias que deben de motivar estos cambios. Tercero, la incapacidad de gestión y de agilidad del Estado, para moverse con agilidad y rapidez para acompasar los cambios que afectan el SES. Cuarto, el inmenso peligro que significa ideologizar el proceso  y descalificar a actores tan importantes como el sector privado.


En un siguiente blog, seguiré profundizando sobre el informe de la UNESCO, para ayudar a llamar la atención sobre otros aspectos que deben de ser tenidos en cuenta en el Congreso cuando se aborde la discusión sobre el cambio a la Ley 30


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