sábado, 19 de agosto de 2023

¿México hacia un narco estado ?

 


En mi blog anterior, me referí a la situación que está viviendo Argentina. y que nos debe de servir de espejo para nuestro pais. El caso gaucho. muestra los costos infinitos que paga una sociedad, cuando elige una serie de muy malos gobiernos a lo largo de muchas décadas. En este blog me voy a referir al caso de  Mexico, bajo el gobierno de López Obrador - AMANLO-  y su política de seguridad 

El cuadro de deterioro que presenta ese país, es otro campanazo de alerta para ver el inmenso peligro , que de manera muy similar,  estamos viviendo en Colombia en la actualidad, bajo la política de Petro de “la Paz Total”, y de estatizar la sociedad, 



A nivel social, lo más preocupante que ha sucedido en México en estos últimos cuatro años del gobierno de AMNLO, es la descomposición  que fue agudizada por la pandemia del COVID-19. Es una dinámica que ha impactado fuertemente los niveles de confianza en la sociedad mexicana, como también ha fracturado   la ética ciudadana,  gracias  a la altísima  impunidad que hoy existe en el país. 


Es muy preocupante ver, que el cuadro mexicano, es muy similar al que hoy se vive en Colombia. En nuestro país,  los niveles de confianza están por el piso y la impunidad es un cancer que propicia la cultura del atajo y el enriquecimiento fácil. 


En lo político, López Obrador ha adoptado la postura de no aceptar las críticas y de descalificar a los opositores. Y como  Petro en Colombia, al  presidente  mexicano le es imposible  reconocer sus errores, o ser capaz de dimensionar la verdadera naturaleza  de muchos de los problemas que hoy enfrenta su país, especialmente en el campo  de la seguridad y orden público..



Con Petro en Colombia, estamos viviendo un momento político muy complejo. Es el resultado de su terquedad, su incapacidad de tender puentes, saberse rodear bien, y reconocer que los “cambios” impuestos que desconocen los logros anteriores, no van a funcionar. La caída de su popularidad así lo demuestra.


A nivel de la seguridad, el actual presidente mexicano durante su campaña prometió erradicar la violencia. Para lograrlo, propuso desmilitarizar la estrategia para combatir la droga, en el marco de una frase emblemática: “abrazos, no balazos”. También, había ofrecido una amnistía para descriminalizar a los campesinos dedicados a las siembras y al tráfico de estupefacientes. 



Como se ve, la estrategia de AMNLO, es  la misma  que se cuajó durante la campaña de Petro con los narcos en la cárcel de La Picota en Bogotá, y que hoy quiere implementar a cualquier costo, con su lema de “Paz Total”. Para ello, ha abierto múltiples frentes de negociación con bandas criminales, el ELN y la disidencia de las FARC. 


Pero a diferencia de AMNLO, que cada vez más depende de las FA, inclusive en temas que   no son de su competencia y como ya  sucedió en Venezuela, un punto crítico de la estrategia de Petro, ha sido el descabezar  a las Fuerzas Armadas para debilitarlas y amarrarlas en los cuarteles. Ha dejando el espacio libre para que las bandas criminales ocupen, sin ningún obstáculo, más de 300 municipios en el país. El problema con esta película, es que sus consecuencias trágicas ya las vivimos los colombianos hace dos décadas.



Para tener una mejor  perspectiva de lo que está sucediendo en materia de seguridad en Mexico, después de 4 años del gobierno de AMNLO, nos sirven las cifras presentadas por el Instituto de Estadísticas INEGI. A agosto 3 de este año, se han reportado la desaparición de 110.106 personas (15.711 / mes). En los primeros cuatro años de AMNLO se registraron 156.136 homicidios (39.034 /año) . Esta cifra coloca al sexenio de  López Obrador, como la administración que acumula más asesinatos y desaparecidos, superando los máximos históricos registrados en las dos administraciones anteriores. 


En un análisis reciente sobre la seguridad en Mexico, hecho por el investigador Erubiel Tirado de la Universidad Iberoamericana para el periodo 2018 - 2022, se muestra que, los logros de AMNLO, en materia de seguridad son nulos, y las estadísticas  así lo sustentan. Pero también lo son sus ofertas de reducir la corrupción que alimenta la violencia. Estas  propuestas han quedado solo en “unos discursos moralistas” que alimenta la propaganda oficial. Al igual que Petro, el presidente mexicano confunde la oratoria con la realidad.


En materia de seguridad, su oferta de desmilitarizar el control del narcotráfico no se cumplió con una nueva organización: La Guardia Nacional. De hecho, su manejo , así como su conformación, se ha hecho con personal de las fuerzas militares y de la Marina. Y como sucedió en Venezuela, AMNLO decidió entregarle más poder al Ejército y la Armada, remplazando a otras organizaciones del Estado en tareas de carácter civil.



A pesar de los anuncios,  la investigación de Tirado muestra que el programa de seguridad del gobierno actual de México, ha empeorado en todo sentido: las instituciones se han deteriorado, los cuerpos de policías locales están en el abandono, sin presupuesto, capacitación, condiciones laborales dignas. Sus integrantes están a la merced de los delincuentes y sus vidas están en serio peligro. En los cuatro años  que lleva el gobierno de AMNLO, se ha documentado el asesinato de 1415 policías a diciembre del 2022.


Y al igual que nos está sucediendo en Colombia, volvimos a las épocas de Pablo Escobar donde se pagaba por asesinar policías. Pero también, los problemas de orden público y de violencia, están desbordando las administraciones locales, que hoy se sienten abandonadas a su suerte,  ante las acciones de la delincuencia organizada que hoy afecta una buena parte de Mexico. En nuestro país  esta es hoy una realidad en más de 300 municipios, que generó un duro reclamo a Petro y su ministro del Interior, por parte de todos los gobernadores la semana pasada.  


Ahora bien, a lo que también vale la pena ponerle mucha atención de lo que está sucediendo   en Mexico, son las dinámicas que han adoptado las bandas criminarles en ese país. Nos deben de servir para entender nuestras propias dinámicas locales y ver el inmenso peligro que enfrentamos con Petro.


La primera de ellas es la fragmentación de los  grupos que antes dominaban regionalmente el negocio de la droga y de otras actividades ilícitas. La fragmentación, se suma a la diversificación de sus negocios ilegales. Hoy estos grupos operan en forma de células criminales y han venido vinculando a ex militares altamente entrenados, a quienes les ofrecen unas condiciones económicas muy atractivas. ¿Cuántos militares colombianos desmotívalos por lo que está sucediendo con las FA, habrán caído en la tentación de unirse a los grupos criminales con los que Petro quiere negociar?


Una dinámica muy preocupante es la militarización creciente de estas células crimínales y el uso de material bélico que supera muchas veces el armamento  de las fuerzas de policía locales o la Guardia Nacional. Su capacidad de fuego es capaz de enfrentar a vehículos blindados del Ejército, como si fueran una fuerza regular muy bien dotada y apoyada con tecnología de punta. En YouTube hay unas imágenes impresionantes al respecto. 


Estos grupos se han convertido en cuerpos paramilitares, con alta capacidad de intimidación, que les permite volverse los amos de los territorios que hoy ocupan y controlan. Los estudios recientes muestran que aproximadamente un 35% del territorio mexicano, está controlado efectivamente por estos grupos criminales.



La tendencia a la fragmentación de los grupos armados , especialmente del Cártel del Golfo y de lo que fueron los Zetas , hace muy difícil llevar la cuenta de cuantos grupos hay. Pero también, se ha reforzado la tendencia de la  consolidando de  agrupaciones muy fuertes, como son el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco Nueva Generación. Su presencia  ya se siente hoy  en varios países de Sur America, entre ellos Colombia y Ecuador. Parece que en este país  , en asocio con Correa,  están detrás del asesinato de uno de los candidatos a la Presidencia de ese país..


En la actualidad, AMNLO ha tenido que retroceder en su idea de “ la seguridad sin guerra” y de restablecer la paz con su ingenuo slogan “abrazos, no balazos”, y en sus propuestas  basadas en esquemas de justicia transicional y legalización del mercado de las drogas. 


De hecho, su proyecto de la Guardia Nacional terminó reforzando el uso de los militares en los problemas internos de seguridad del país. Pero hasta ahora, el resultado es lamentable, como se ve en las estadísticas históricas de aumento de la violencia y la toma del territorio por parte de las bandas criminales.


Unos  casos patéticos que reflejan los altísimos niveles de violencia y  la debilidad institucional  a la que ha llegado el Mexico de AMNLO, fue la liberación impuesta por los narcos del hijo del Chapo Guzmán y el asesinato de mujeres y niños mormones en el 2019. O los enfrentamientos entre grupos delincuenciales y las bandas que roban el combustible, como lo hace el ELN en Colombia. Para no hablar del aumento del secuestro y la extorsión que afectan a la sociedad en varias regiones del país, como también está sucediendo en Colombia.



El panorama actual en México muestra que la guerra emprendida contra la delincuencia organizada y el narcotráfico no ha funcionado y está destinada a fracasar. Y lo que sí ha aumentado es la sensación de una gran inseguridad y fragilidad internacional. La estrategia de AMNLO de no atacar directamente a estas organizaciones es un fracaso total. 


En estos cuatro años de este señor como presidente, el espacio que ganaron los delincuentes va a ser muy difícil de recuperar, por la debilidad evidente del Estado para controlar su expansión. Queda varias preguntas: ¿México un Narco Estado? Y en Colombia y Ecuador, ¿no vamos por el mismo camino? ¿No estamos viendo el nacimiento de una alianza entre narcos y políticos de la extrema izquierda para apoderarse del Estado? 





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