En mi blog anterior mencioné la experiencia de viajar por Sri Lanka durante dos semanas. Más allá de la oportunidad de descubrir ese fascinante país, me llamó profundamente la atención un episodio de su historia reciente: la guerra civil que duró 34 años. Este conflicto destaca por ser uno de los pocos en los últimos cincuenta años donde la guerrilla fue derrotada militarmente.
Además, investigué si esta experiencia podría ofrecer lecciones aplicables al caso colombiano, especialmente tras la negociación con las FARC. Hoy Colombia enfrenta una situación tan grave como la de hace tres décadas, agravada por un gobierno que, deliberadamente, ha debilitado a las Fuerzas Armadas.
La guerra civil en Sri Lanka: contexto histórico y causas
La guerrilla Tamil, conocida oficialmente como los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE, por sus siglas en inglés), fue una organización separatista activa desde 1976 hasta su derrota en 2009. Este grupo surgió en respuesta a tensiones étnicas, religiosas y políticas que marcaron profundamente la historia de Sri Lanka.
Orígenes étnicos y religiosos
Los tamiles, un grupo étnico de origen dravídico cuya lengua principal es el tamil, constituyen aproximadamente el 11% de la población de Sri Lanka. Están culturalmente vinculados a los tamiles del sur de la India y, en su mayoría, practican el hinduismo, aunque existen minorías cristianas. En contraste, la mayoría cingalesa, que representa cerca del 75% de la población, es budista. Estas diferencias étnicas y religiosas alimentaron las divisiones en el país.
Del periodo colonial a la independencia
Durante el dominio británico (1815-1948), los tamiles del norte y este de la isla gozaron de mejores oportunidades educativas y laborales que los cingaleses, lo que generó resentimientos entre estos últimos. Tras la independencia, el gobierno cingalés implementó políticas discriminatorias, como la Ley de Ciudadanía de 1948, que dejó a muchos tamiles sin nacionalidad, y el Acta de Idioma Oficial de 1956, que estableció el cingalés como único idioma oficial, excluyendo el tamil.
Estas medidas llevaron a décadas de marginación y a la radicalización de algunos sectores tamiles, dando origen al LTTE en 1976, liderado por Velupillai Prabhakaran. El objetivo del LTTE era crear un estado independiente llamado Eelam Tamil, en las regiones del norte y este del país.
El conflicto armado
La guerra civil comenzó oficialmente en 1983, tras los disturbios del “Julio Negro”, en los que miles de tamiles fueron asesinados y desplazados por turbas cingalesas, en represalia por el asesinato de 13 soldados por el LTTE. Este evento marcó el inicio de un conflicto que se prolongó por 26 años y se caracterizó por violaciones de derechos humanos, atentados suicidas y el uso de niños soldados.
En mayo de 2009, el gobierno de Sri Lanka, liderado por Mahinda Rajapaksa, lanzó una ofensiva militar decisiva contra el LTTE. La captura de los últimos bastiones rebeldes y la muerte de su líder sellaron la victoria del gobierno. Aunque el conflicto concluyó, las tensiones étnicas y los desafíos de reconciliación persisten.
Lecciones de Sri Lanka aplicadas al caso colombiano
La experiencia de Sri Lanka ofrece valiosas analogías para el conflicto colombiano, aunque también subraya diferencias fundamentales.
Similitudes
1. Control territorial: Tanto los Tigres Tamiles como disidencias de las FARC, el ELN y el Clan del Golfo, entre otros operaban, y en Colombia lo siguen haciendo en áreas con débil presencia estatal, explotando el descontento local.
2. Apoyo externo: Al igual que los Tigres Tamiles, que se financiaban mediante redes internacionales, las guerrillas colombianas cuentan con apoyo externo. Por ejemplo, el ELN recibe respaldo del régimen de Maduro en Venezuela, situación conocida y, sorprendentemente, tolerada por el gobierno colombiano actual.
3. Duración del conflicto: Ambos conflictos han sido prolongados, dejando profundas cicatrices en sus respectivas sociedades.
Diferencias
1. Componentes étnicos: En Sri Lanka, el conflicto tuvo un marcado componente étnico, mientras que en Colombia las causas son multifacéticas, incluyendo elementos ideológicos, sociales, económicos y, en la actualidad, principalmente criminales.
2. Enfoque de resolución: Sri Lanka optó por una solución militar, mientras que Colombia ha intentado procesos de paz. Sin embargo, la “Paz Total” propuesta por el actual gobierno ha sido ampliamente criticada por negociar con grupos criminales sin ideología, priorizando sus negocios ilegales.
3. Desmovilización incompleta: Aunque el acuerdo de paz con las FARC en Colombia desactivó parcialmente el conflicto, hoy las disidencias de este grupo, junto al ELN y el Clan del Golfo y otros grupos al margen de la ley , continúan creciendo , continúan creciendo, agravados por la debilidad institucional actual. En Colombia el crecimiento del narcotráfico es un combustible muy potente que mantiene vivo el conflicto y agrava cada vez más la situación de orden público
Lecciones aprendidas
1. Fortalecimiento del desarrollo local: Ganar la confianza de las comunidades mediante servicios básicos y desarrollo puede debilitar el apoyo a las guerrillas. En Colombia, la falta de presencia estatal en territorios previamente controlados por las FARC permitió el reagrupamiento de grupos armados, afectando a más de 500 municipios.
2. Supervisión internacional: En Colombia, el proceso de paz supervisado internacionalmente buscaba garantizar la sostenibilidad del acuerdo. Sin embargo, los errores en su implementación, como permitir la continuidad de grupos armados y el narcotráfico, han debilitado los resultados.
3. Flexibilidad estratégica: El éxito de los gobiernos de Uribe y Santos al arrinconar a las FARC radicó en estrategias adaptables. Hoy, con el retiro masivo de generales y el debilitamiento institucional, Colombia carece de la capacidad de respuesta necesaria para enfrentar los desafíos actuales.
4. Terminación del conflicto. En el caso de Sri Lanka, la derrota de LTTE, ha permitido que ese país recupere un entorno de desarrollo sostenible. Un indicador muy impresionante es el turismo. Como resultado del conflicto este colapso y hoy ha vuelto a ser uno de los pilares de su economía . En Colombia , si bien Petro le apuesta al turismo, pero los problemas de orden público actuales han vuelto a cerrar muchas regiones del país. En Sri Lanka se acordó validar como oficiales los dos idiomas: el singalés y el tamil y darle mucha importancia al Inglés.
Reflexión final
El caso de Sri Lanka resalta la importancia de una estrategia coherente, firme y multifacética para enfrentar conflictos prolongados. Si bien las lecciones de Sri Lanka no pueden aplicarse directamente a Colombia, ofrecen perspectivas valiosas que deben ser consideradas para abordar los desafíos presentes. El debilitamiento de las Fuerzas Armadas y la falta de control estatal en Colombia son alertas que, si no se abordan con urgencia, van a seguir perpetuando un ciclo de violencia y criminalidad aún más difícil de superar.
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