El liderazgo y el poder
¿Que hay detrás de las historias de éxito que he documentado en Antioquia y de las que se tuvieron en Bogotá con Mockus y Peñalosa?. ¿Que explica la participación activa de empresarios y de otros actores en la transformación de su región?. ¿Porque hay regiones en el mundo que han sido capaces de sobreponerse a situaciones muy difíciles y volverse referentes para otras?. ¿ Que hay detrás de la caída dramática en los indices de popularidad en las encuestas del Presidente Santos y del Alcalde Petro ?
Las respuestas a estas preguntas, y otras similares, pasan por entender el verdadero significado del papel que juegan dos palabras claves: poder y liderazgo. Hace algunos meses, tuve la oportunidad de compartir con mis lectores algunos conceptos claves que aprendí del Profesor Ronald Heifetz sobre estos temas. Hoy, a la luz de las preguntas que me han surgido, me parece pertinente volver sobre ellos, para ayudar a dar unas claves para entender mejor lo que ha pasado en Antioquia, lo que sucedió en Bogotá y que hoy sentimos su perdida y el problema de percepción que puede afectar seriamente la gobernabilidad de Santos y de Petro en los los años que les quedan de sus respectivos mandatos.
Hay varias distinciones que son muy importantes de entender para poder seguir adelante en estas reflexiones. La primera de ellas : el concepto del liderazgo tiene sentido en situaciones de cambios. Para ponerlo en otros términos: cuando hay que mantener una organización funcionando y bajo control, se debe hablar de la práctica de la gerencia. Pero cuando hay que lograr que esta organización haga cosas que jamás había hecho, se debe de enfocar desde la práctica del liderazgo.
La segunda distinción es muy importante. El mundo actual está cambiando a velocidades cada vez mayores. La complejidad y el caos son palabras que cada vez tienen mas peso para comprender la realidad en el Siglo XXI. Sin embargo, el ser humano, le cuesta muchísimo trabajo abandonar su zona de confort, le es muy difícil dejar atrás lo que le es conocido. A mucha gente le cuesta mucho arriesgarse a explorar por fuera de estos limites mentales para lograr cosas nuevas. Por lo tanto, el entender el ejercicio del liderazgo en este contexto,es crucial para navegar con mayores probabilidades de éxito las turbulentas aguas de este siglo.
Una tercera distinción :una persona puede tener una posición de autoridad, porque fue nombrada en un cargo de mucha responsabilidad, tener el poder que le da su posición, pero ser incapaz de liderar un proceso de cambio y lograr que la gente lo sigan hacia lo desconocido. Por no entender este concepto, de manera equivocada nos referimos " al líder de una organización o de un país", cuando hablamos de una persona que tiene una posición de autoridad y con poder, pero que no es capaz de romper el status quo de su comunidad para llevarlos a la tierra prometida.
Muchas veces escuchamos el comentario: esa persona es un(a) líder visionario (a). Este reconocimiento, que le da la gente a esta persona, está relacionada con la capacidad que ha demostrado de ver posibilidades que otros no ven, de transmitir, de manera convincente, el impacto positivo que estas pueden tener, o de los peligros que hay que prever. La visión compromete a una comunidad a aceptar el viaje porque es atractiva y vale la pena el riesgo de meterse en un viaje a lo desconocido. Es un mecanismo que engancha emocionalmente , a pesar de que no haya garantía de éxito al final del viaje. En el ejercicio del liderazgo, la capacidad de formular una visión compartida, es una de las cualidad crítica para lograr el cambio.
También es importante entender que una persona puede ejercer el liderazgo, entendido como la capacidad de movilizar a otros para lograr cosas nuevas, crear nuevas realidades, sin tener la autoridad formal y el poder de un cargo. En estos casos, la persona lo puede hacer porque tiene el poder del ejemplo, una capacidad reconocida y una visión atractiva, que moviliza a otros, y generar cambios significativos.
Hay otra distinción que quisiera compartir: el ejercicio del liderazgo muchas veces es muy peligroso. Heifetz lo decía: "es como caminar el el filo de una navaja" . La razón es muy sencilla: quien lidera esta desafiando permanentemente las expectativas de lo que la gente quiere oír y la necesidad de que enfrenten de manera cruda su propia realidad.
En el ejercicio del liderazgo, es fundamental mostrar las contradicciones entre los valores que una comunidad dice profesar y los comportamientos cotidianos que muchas veces contradicen estos valores. Por esta razón, el papel del liderazgo consiste en mostrar los puntos negros, o las brechas existentes en la cultura de una sociedad, para que la gente se haga cargo de cambiar su realidad.
Y finalmente, un tema crítico. Las personas buscan respuestas fáciles a situaciones complejas que muchas veces no las tienen. En estas condiciones, le exigen, a quien tiene la posiciones de autoridad, que asuma la responsabilidad de tener la respuesta. El tema es valido cuando el problema que hay que resolver está dentro del marco de lo conocido, de la experiencia, el conocimiento, y el poder de movilizar los recursos para resolverlos de la persona en posición de autoridad. Pero cuando no existe una respuesta cierta, la dinámica es muy diferente. Son a las personas involucradas, a quienes les corresponde la mayor responsabilidad de adaptarse a su nueva realidad, y el papel del líder es buscar que lo hagan.
Para mejor comprensión del lector dos ejemplos. Alguien se parte una pierna y va a donde el medico. Como paciente tiene la expectativa de que el médico que lo atienda, le resuelva su problema y le de una solución. Es un problema técnico, que se repite miles de veces, y por lo tanto, la expectativa del paciente, de encontrar una respuesta, es razonable.
Sin embargo, imaginemos otra situación. En este caso al paciente se le detecta un cáncer en el páncreas para el cual no hay una cura conocida. En esta situación, no es razonable que esta persona acuda a donde el medico para encontrar una respuesta fácil a un problema que no tiene solución. En este ejemplo, al paciente le corresponde la mayor responsabilidad para adaptarse y al médico, enfrentarlo con su nueva realidad.
Ahora bien, ¿como se puede utilizar el marco que acabo de compartir para entender el ejercicio del liderazgo para responder las preguntas que formulé al principio?. La primera parte de la respuesta, es que políticos como los alcaldes de Medellín y los ex alcaldes de Bogotá, fueron capaces de imaginarse unas ciudades distintas, de vender la idea de que el cambio valía la pena y que el status quo no era sostenible, y tuvieron el valor de retar a sus comunidades a cambiar de comportamiento.
Mockus, en su primer gobierno fue creativo en la venta de una ciudad mas amable porque sus ciudadanos se comportaban de manera diferente. Su visión : la pedagogía era necesaria para posicionar valores como la convivencia, el respeto a las normas, un no rotundo a la cultura del atajo. Las consecuencias: una ciudad donde a punta de mimos, de invitaciones inteligentes a economizar agua, a dar mas impuestos, generaron un sentido de pertenecía. Bogotá dejó de ser la tierra de nadie para volverse la ciudad de todos.
Peñalosa introduce acelera el cambio. Su visión: el espacio publico educa. El supuesto: si se trata con respeto al ciudadano desde la infraestructura de lo público, se cambia su comportamiento. Lo que era imposible se logra: el transporte caótico se remplaza por un Transmilenio que nos hizo sentir orgullosos a todos y se convierte en un modelo referente a nivel internacional. Unos caños inmundos se transforman, como por arte de magia, en sitios de recreación. La cultura adquiere nuevas catedrales con las bibliotecas diseñadas por brillantes arquitectos. Y el espacio escolar también se transforma y aparecen colegios enviada les en los barrios mas populares de la ciudad. Todas estas transformaciones generan cambios profundos y Bogotá se convierte en ejemplo, entre otros, para Medellín.
Fajardo toma los aprendizajes de Bogotá y construye sobre ellos. Su visión: la educacion como motor del cambio pero igualmente reconoce que la transformación del espacio urbano en zonas deterioradas es fundamental para cambiar la mentalidad de la ciudad. Para Fajardo, Medellín la ciudad del conocimiento, define un norte que orienta los esfuerzos para reinventar la base de desarrollo de su ciudad.
Estos tres ejemplos tienen varios elementos adicionales que se pueden enmarcar dentro del concepto de liderazgo presentado. El primero de ellos, la capacidad de desafiar a la comunidad en relación a los valores existentes. En este campo Mockus hizo un trabajo excelente con su pedagogía ciudadana. Peñalosa con sus bolardos que sacaron a la luz publica el deterioro del imaginario colectivo del uso del espacio publico. Dos acciones controvertidas pero que en el tiempo demostraron su valor al cambiar los comportamientos de la ente de manera masiva.
En ambos casos, el problema de adaptación que implicaban los cambios propuestos, estos dos alcaldes le devolvieron el problema a la comunidad y nos les dieron respuestas fáciles. Asumieron posiciones firmes, no transaron sus principios y se dieron un lapo en su popularidad cuando fue necesario. Además, su comportamiento transparente en el manejo de los recursos públicos, generó confianza en su liderazgo y su mensaje fue incluyente con toda la población acompañado de obras en toda la ciudad.
Ahora veamos el caso de Santos. Ha propuesto una visión alrededor de una sociedad mas prospera buscando cambiar el discurso de la seguridad pero sin olvidarse de su importancia. Sin embargo, el slogan de la prosperidad no define una visión retante donde todos se sientan incluidos. Una politica como la Innovacion se quedó huérfana y no se ha aprovechado para definir una gran propósito nacional alrededor del conocimiento y la formación del capital humano. Las maromas políticas para mantener la Unidad Nacional, lo han llevado a no asumir posiciones claras en relación a lo que no es permisible. Las consecuencias: unas reformas abortadas para la Justicia y la Educacion Superior y de paso unos monumentales escándalos que minaron significativamente su popularidad, desdibujaron sus logros y generaron serios riesgos de gobernabilidad. Hoy se percibe una ausencia de liderazgo de parte del Presidente de la República.
En el caso de Petro, su visión es el de cerrar la desigualdad en la ciudad, pero la manera de abordar este problema real, es generando una división muy peligrosa entre ricos y pobres. En el proceso, por su obsesión ideológica, discrimina contra los segmentos medios y altos de la población. Un tema tan crítico como es este, que requeriría una labor pedagógica muy importante para conseguir el apoyo de la gente, se abordado a partir del uso descarnado del poder y con medidas tan arbitrarias como el manejo que le está dando al agua. Pero como le pasa a Santos, no es una visión que convoque y deja por fuera la sostenibilidad económica de Bogotá. Y desde el punto de vista cultural, el ejemplo confrontacional de Petro, que divide y no convoca, hace que su labor sea mucho mas difícil porque deja por fuera a actores muy relevantes de la ciudad.
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