sábado, 1 de junio de 2013

El talento que no estamos formando


Por los comentarios hechos al blog pasado, y los correos que he recibido en esta semana sobre el mismo tema, veo que hay muchas personas que comparten conmigo la misma preocupación. Hoy en Colombia, no estamos preparando los científicos, matemáticos, físicos, e ingenieros que el país necesita. Se requiere un talento humano mucho mejor formado, para competir con éxito en el mercado mundial. También, para resolver, de manera creativa e innovadora, los múltiples problemas donde estas disciplinas pueden hacer la diferencia, en un país como el nuestro.

Varias reflexiones me han surgido al leer los comentarios de las personas que amablemente se tomaron el trabajo de comentar mi blog. Por esta razón, en esta oportunidad voy a continuar y profundizar sobre este tema. En mi concepto, la formación del talento humano, es el gran eslabón perdido de la Política de Innovación que el Gobierno Santos, le propuso al país en su Plan de Desarrollo.

Un comentario de uno de mis lectores se relaciona con la muy pobre remuneración de los ingenieros en nuestro país. Comparto su preocupación porque demuestra la bajísima valoración que le damos en nuestra sociedad, a estas carreras. También, señala el mismo lector, la tendencia de los jóvenes de buscar carreras que les demanden el menor esfuerzo, lo que explica la razón por la cual las ingenierías no son las más preferidas.

Otro de los comentarios que me llamó la atención, es la observación que hace otro lector en relación con la fonación del futuro presidente de la China, el señor Xi Jinping, quien estudio Ingeniería, complementada con un postgrado en Humanidades y Ciencias Sociales. Hoy, esta combinación de disciplinas no es algo insólito. En la actualidad, MIT y Stanford,  universidad americanas líderes en el campo de la formación de ingenieros, hacen un reconocimiento explícito del tema.

En una conferencia en MIT en el 2010, donde estábamos presentes un grupo de empresarios y de rectores de varias universidad de Bogotá, tuvimos la oportunidad de escuchar, cómo se estaba cuestionando la formación de sus alumnos, en estas disciplinas. La razón: encontraron que los egresados de MIT salían al mercado laboral muy bien preparados en el campo técnico, sin embargo, descubrieron que sus egresados " no hacían la diferencia" en su entorno.

Entre las razones que se resaltaron en esta presentación, estaban las siguientes: les faltaban habilidades para comunicarse, y relacionarse con otros, de trabajo en equipo y empatía. No tenían un sentido de propósito personal y una mejor estructura para tomar decisiones éticas a nivel personal y profesional.

Por esta razón, en la revisión de la estructura curricular de las ingenieras en MIT, se habían tomado varias decisiones. La primera de ellas, era abrir espacios en el proceso de formación, para que estos temas fueran abordados con prioridad de manera muy explícita.

La idea detrás de esta decisión era muy clara. ¿Qué sentido tiene sacar a un ingeniero brillantemente preparado, pero incapaz de relacionarse con sus colegas?. Una reflexión personal: un factor crítico de éxito para cualquier persona, en un mundo cada vez más interconectado, está en su capacidad de construir relaciones productivas con otros en su entorno y a cualquier nivel.

Una segunda decisión que tomaron fue la de formar grupos interdisciplinarios para el desarrollo de proyectos de ingeniería. La sorpresa de quienes escuchábamos esta presentación en el MIT, es que se referían a personas que podían venir de las áreas de las Ciencias Sociales y de las Artes.

De hecho, la vinculación de visiones y disciplinas tan distantes y tan distintas, busca corregir una deficiencia en la formación cuadriculada que recibimos los ingenieros, matemáticos y de otras disciplinas afines. El mundo lo reducimos a números y nos olvidamos de la extraordinaria riqueza y complejidad de los seres humanos, para quienes nos debemos con nuestras soluciones. Lamentablemente, esta verdad de puño se olvida por parte de las universidades y los centros de fomacion tecnológica, responsables de su formación.

Por las razones anteriores, ver en un mismo grupo, a estudiantes de Filosofía, Historia, Artes Visuales, Psicología,  Medicina, sentados con ingenieros, físicos, químicos, y matemáticos, trabajando juntos buscando resolver problemas complejos,  es hoy una práctica común en los centros de avanzada,  de formación en Ingeniería.

El mundo actual es demasiado complejo y rico en posibilidades, para ser abordado sólo desde una sola perspectiva. Y más aún, los puntos ciegos de la formación actual del ingeniero, hay que compensarlos con el diseño de espacios donde sea necesario aprender de otras disciplinas y apreciar las tremendas oportunidades que brinda la diversidad. Adicionalmente, como ya lo he mencionado en otras oportunidades, esta es la manera de ir moldeando la cultura donde florezca la creatividad y haya innovación en la solución de los problemas complejos de nuestra sociedad.

Estaba escribiendo mi blog de la semana para profundizar sobre los procesos de formación del ingeniero y su importancia para la sociedad, cuando recibí una invitación del Presidente de IBM en Colombia, para que en compañía de un grupo de personas de CONNECT Bogotá y rectores de universidades, escucháramos una propuesta para desarrollar unos procesos de trabajo colaborativo, dirigidos a la formación de gente con las nuevas habilidades que, empresas como esta, están buscando a nivel mundial.

Por ser un complemento muy valioso, la próxima semana voy a compartir con mis lectores algunas de las reflexiones que surgieron en esta reunión. Mientas tanto, invito a quienes lean este blog a enriquecer la conversación virtual sobre un tema que cada vez será más importante para la sostenibilidad del proceso de desarrollo de nuestro país.

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