sábado, 20 de septiembre de 2014

Las lecciones de la transformación de Bilbao para Bogotá I Parte

Ahora que empieza un proceso de escenarios para Bogotá, promovido por la Cámara de Comercio y la Alcadia, me parece conveniente traer a la mesa algunos apuntes que tengo sobre la transformación de Bilbao en España, y que se los entregué a Alejandro Santos a finales del 2012, cuando tuvimos una conversación sobre la posibilidad de crear  ProBogota . En ese año, tuve la oportunidad de visitar esta linda ciudad y de escuchar de primera mano su apasionante historia de desarrollo.

Al igual que en otros casos sobre los cuales he escrito, como Medellín, Pittsburgh, San Diego y Austin, un común denominador por parte de los ciudadanos, fue el reconocimiento de una crisis muy profunda, que los obligó a actuar. No estoy muy seguro que en Bogotá hayamos llegado a ese entendimiento común todavía, por eso mi blog anterior : Una rana hervida y Bogotá. Sin embargo es esperanzador que se haya iniciado el proceso de escenarios de futuro para la ciudad, porque este puede iluminar muchas acciones informadas sobre los grandes peligros y oportunidades hacia adelante.



A mediados de los 80, era evidente que las ventajas competitivas de la Industria en la región de Vizcaya se estaban evaporando a una gran velocidad. Al igual que su homóloga Pittsburg en los Estados Unidos, Bilbao había desarrollado un cluster industrial alrededor de la producción del acero. La competencia asiática, con costos mucho más bajos, le había quitado el piso económico a esta región. Es la historia de dos ciudades gemelas con resultados curiosamente similares: supieron aprovecharse de  la crisis, para reinventarse así mismas y convertirse en modelos a nivel mundial. Sin embargo, los caminos que siguieron fueron diferentes. ( ver blog sobre Pittsburg junio.2013)

La urgencia de responder al problema era evidente a finales de la década de los 80. Fueron muchas las ideas que se discutieron en ese momento, pero una de ellas comenzó a emerger con mucha fuerza: crear una organización que enfrentara el problema de manera colectiva. En 1991, bajo el liderazgo del Gobierno Vasco, la Diputación Feral de Vizcaya, la Ciudad de Bilbao con la participación de 19 instituciones universitarias y privadas, nació: Bilbao Metrópoli 30. En la actualidad cuenta con 130 socios que representan los actores relevantes de la comunidad. El objetivo que se propusieron fue la Revitalización del Bilbao Metropolitano.

A lo largo de los años, su foco y atención ha sido la planificación a largo plazo de la Región. Formularon en esa época un plan de 30 años, en etapas decenales, y de ahí su nombre. En la actualidad se viene ejecutando la tercera etapa ya que en el 2011 cumplieron los veinte años de su desarrollo.

Esta organización ha recibido muchos reconocimientos a lo largo de los años. En el 2009, la OECD describió a esta organización como un ejemplo de una Agencia de Desarrollo Regional visionaria, ambiciosa, colaborativa y ágil. Por ser  un espacio de encuentro de todos los actores públicos y privados, esta condición le ha permitido promover y sostener estrategias de largo plazo para la región.

Para el caso de Bogotá, en este ejemplo de Bilbao hay un mensaje poderoso que hasta ahora la actual administración, no ha logrado comprender: es fundamental contar con el concurso de todos los actores relevantes para garantizar la permanencia en el tiempo, de las grandes apuestas de ciudad. Es muy disiente que fuera una iniciativa del gobierno vasco la que propiciara crear esta alianza público privada y tender los puentes de confianza para que fuera posible. De nuevo, esto no ha sido posible en nuestra ciudad . Albergo la esperanza de que el ejercicio de escenarios ayude a cambiar esta dinámica hacia el futuro, para el bien de quienes hoy padecemos los problemas crecientes que nos afectan a todos.

Aquí quiero hacer un paréntesis. Posiblemente la tragedia más grande de la sociedad colombiana es que no nos vemos siendo parte del Estado. De hecho, lo percibimos como el enemigo, el proveedor o el problema. Y desde el sector público, se percibe al sector privado bajo la lupa de la desconfianza. Casos como el de los Nule se generalizan y cubren a empresarios que honestamente han trabajado y también están interesados en ayudar a la ciudad. Pero la verdad, es que el Estado somos todos, y mientras no sintamos esa corresponsabilidad, como lo muestra el caso de Bilbao, es muy difícil aspirar a construir una visión de largo plazo para la ciudad, o para el efecto, también para nuestro país.

Otra realidad que hay que entender, es que la competencia global está afectando a las regiones, los municipios y las ciudades. Esta realidad de mercado no puede ser cambiada por quienes son afectados por ella, y por lo tanto, se requiere que se movilicen todos los actores para enfrentar de manera más exitosa esta situación. En el lenguaje de los escenarios, estas son fuerzas impulsoras que hay que tener en cuenta en cualquier escenario.

Ni las organizaciones públicas, ni las empresas aisladas, pueden defenderse solas. Es necesario generar alianzas público privadas sólidas en beneficio de todos, para enfrentar el presente, y sobre todo, el futuro donde la complejidad y el cambio serán cada vez más una constante.

Pero volviendo a la historia, Bilbao Metrópoli 30 es un ejemplo de una organización que ayuda a una coordinación práctica, para la consecución de la estrategia de desarrollo con los diferentes actores públicos y privados. Colabora con la orquestación de las múltiples jurisdicciones regionales, que están fragmentadas y desconectadas entre sí.

La coordinación de acciones multilaterales ha sido uno de los aspectos distintivos de esta asociación. Se ha nutrido con el aporte, muchas veces voluntario, de más de 1000 profesionales de la región y la participación de 200 expertos internacionales que han ayudado al diseño y desarrollo de su Plan Estratégico y los proyectos que de el se han derivado.

Y aquí hago otro paréntesis. Es absolutamente fundamental entender la importancia del aporte de una red de personas voluntarias, que desde las empresas, la academia y otros sectores, pueden tener en la transformación de una ciudad. El ejemplo de Bilbao no es el único, San Diego, Austin, Nueva York, Londres, Singapur, Medellín, nos muestran que es la forma en que "todos salgan de sus trincheras", para cocrear el futuro. Es la manifestación práctica del liderazgo colectivo, que se requiere para transformar las grandes urbes en el siglo XXI.

Un elemento fundamental de Bilbao 2030 ha sido su naturaleza apolítica y por lo tanto neutral. Esta percepción se ha consolidado por el papel eminentemente técnico de sus miembros en el desarrollo de las actividades de la organización.

El papel que más se ve valorado de esta iniciativa, es que ha sido capaz de preservar la visión de futuro de las interferencias del corto plazo y de los cambios políticos.  Esta visión comenzó a emerger en la primera fase del proceso, ha tenido ajustes, pero se ha logrado preservar. Hoy la visión de Bilbao es ser una ciudad global.

A lo largo de los años, la asociación se ha convertido en un espacio donde de manera incluyente, ha sido posible convocar opiniones distintas, conciliar diferencias, e identificar puntos de acuerdo para  la formulación de objetivos comunes, en función de la visión propuesta.

La Asociación trabaja en acciones conducentes a mejorar la imagen de la Región a nivel interno y externo. También, trabaja en investigaciones que ayuden a mejorar el desarrollo del Plan Estratégico. Pero el papel más importante, es servir de catalizador de las iniciativas estratégicas, que deben de ser ejecutados por sus socios más adelante.

Para este fin, además de contar con la participación de grupos voluntarios por proyecto, ha hecho la construcción de una red internacional de primer nivel, a través de la cual ha hecho referenciación  con otras regiones y establecido acuerdos de colaboración.

Para la ejecución de sus proyectos, Bilbao Metrópoli 30 se apoya en las capacidades operativas, políticas, económicas y de convocatoria de sus socios. De hecho, la organización cuenta con sólo 8 personas para su gestión, pero tiene el apoyo de una red de más de 1200 personas que la acompañan en más de 280 proyectos, que se están desarrollando en la actualidad.

Otro aspecto interesante de esta asociación , es que sus planteamientos están dirigidos a los líderes públicos y privados, que son los llamados a transmitir con convicción la visión a la comunidad, generar confianza en este proyecto colectivo.

Si uno quisiera hacer un resumen, las siguientes palabras definen lo que caracteriza a Bilbao Metrópoli 30 y del proceso que permitió transformar a esa ciudad y su región:

Legitimidad, Representatividad, Largo Plazo, Inclusión, Diversidad, Colaboración público privada, Escala Metropolitana, Trabajo para el desarrollo de un liderazgo colectivo, Catalizador, Conocimiento detallado, Redes internacionales, Resultados contundentes y por lo tanto gran credibilidad.

Para poder operar, cuenta con:

Conocimiento acumulado
Apoyo interno
Red de contactos y redes sociales
Apoyo externo
Metodología
Grupos de voluntarios
Procesos refinados de comunicaciones y socialización.

Resalto varios de estos temas. En primer lugar la orientación al largo plazo que es fundamental. En segundo lugar su legitimidad que le ha dado permanencia, apoyado en los resultados impresionantes logrados, con el concurso de muchas administraciones, el apoyo de mucha gente, y el interés de vincular el conocimiento de redes internacionales que han aportado al proceso.

En un siguiente blog , comentaré las fases del desarrollo que emprendieron desde que inicio el camino de transformar a Bilbao y su región, y convertirla en un ejemplo internacional. Son muchas las lecciones que una ciudad como Bogota, puede aprender de un caso como este.

1 comentario:

  1. Creo que el primer problema de Bogota es la falta de identidad de sus habitantes con la ciudad.
    A diferencia de Medellin donde cada habitante se siente orgulloso y comprometido con el bien comun, a Bogota llega gente de todas partes en busca de oportunidades pero nunca se integra con la ciudad.
    Creo que al igual que Medellin, en los casos de Bilbao, Pitsburg y demas, se logro primero una conciencia de pertenencia y de compromiso con un bien comun y luego su fusion con una oportunidad economica.

    El caso Nule es un buen ejemplo de lo que no debe ser: un grupo que llego a Bogota detras de sus oportunidades pero sin aprecio a la ciudad a tal punto que no importaba saquearla o destruirla.

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