sábado, 26 de marzo de 2022

La invasión a Ucrania y su impacto en Colombia

 


Mientras en Colombia hemos estado entretenidos con las campañas políticas para el Congreso y ahora por la Presidencia,  a 10.700 km se está desarrollando una tragedia con profundas repercusiones para países como el nuestro.  La visión tan parroquial que tenemos, nos impide dimensionar las verdaderas consecuencias de un mundo cada vez más interconectado, a pesar de que hoy se hable del final de la globalización. 

En este blog, voy a compartir con el lector, lo que he aprendido al leer a muchos analistas internacionales, que han ido aportando sus reflexiones para entender mejor las consecuencias del ataque salvaje de Rusia  a Ucrania y de como vamos a sentir sus efectos, a medida que este continúe. 



Lo primero qué hay que señalar, es que estamos presenciando una tragedia humanitaria sin precedentes desde la II Guerra en Europa. Se calcula que en menos de dos meses más, si los ataques continúan por parte de los Rusos sobre las ciudades ucranianas, el 25% de una población de 44 millones, habrá abandonado sus hogares y cruzado las fronteras hacia países como Polonia. El problema es tan grave, que el gobierno del Japón en una decisión sin antecedentes, ha abierto sus puertas para recibir exiliados ucranianos. Esta estampida hace ver como un juego de niños el éxodo de Siria desde el 2014. 


Pero muchas personas se pueden preguntar, el porque en Colombia deberíamos estar mucho más atentos al desarrollo del  ataque salvaje de Putin a Ucrania. La realidad, es que el efecto sistémico de esta crisis, en un mundo cada vez más interconectado, nos está ya golpeando por varios lados. Pero lo peor pude venir más rápido de lo que muchos se imaginan. Veamos.



Desde una perspectiva macro, el primer gran efecto de este acto de agresión bárbara de Rusia, es la terminación del “bono de paz” que el mundo había tenido desde el derrumbe del Muro de a Berlín. ¿Y porqué  es importante? Porque durante estas tres décadas, el mundo vivió la más grande expansión de la clase media de la historia. El ataque de  Putin acabó en un día con esta realidad y obligó a los europeos y a los americanos, a repensar la manera como se miraban y estaban mirando el resto del mundo.


Los europeos se han despertado ante el hecho, de que su visión del mundo, que les había servido durante tres décadas, había que actualizarla ante la nueva realidad de una Rusia con una visión imperialista y expansionista, con un autócrata como Putin sin control, dispuesto a todo para lograrlo..



Los cambios se dieron en cuestión de días.. Alemania había mantenido una postura pacifista muy clara después de la derrota de Hitler en 1945. Como resultado de la agresión rusa, su nuevo Canciller, propuso y obtuvo que se doblara el presupuesto de defensa de ese país. Medidas similares se vieron en otros países. Aún más, por primera vez Alemania envió armas fuera de sus fronteras para apoyar a Ucrania. En Japón, Corea del Sur y Taiwán, se han visto reacciones similares.



La Organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN- que según Macron, presidente de Francia, era “una organización sin cerebro” y que Trump hizo hasta lo imposible para darle la espalda por inoperante, ha vuelto a recuperar su misión. Ante la amenaza de una nueva Guerra Fría, ha vuelto a adquirir una importancia fundamental. Especialmente, ante la amenaza de Putin de atacar a algunos de los países que pertenecía a la antigua Unión Soviética, y que hoy forman parte de la OTAN. Un ataque a un miembro será respondido por toda la comunidad. 


Y para complicar aún más la situación, Putin ha amenizado con utilizar sus 3000 ojivas nucleares, en caso de que los europeos y los norteamericanos resuelvan ayudar militarmente a Ucrania. A pesar de su amenaza, la ayuda militar está llegando a ese país y servido para cambiar la dinámica de una invasión, que según Putin, iba a ser concluida en cuestión de horas. 



Se cumple un mes y los rusos han encontrado una valiente y efectiva resistencia de todos los ciudadanos ucranianos que quieren conservar su independencia a toda costa. Además de que se ha encontrado con un rechazo mundial, y ha logrado lo impensable hasta hace un mes: la unión de Europa y los Estados Unidos contra un enemigo común. 


Más armamentos significa menos recursos para cubrir otras necesidades de la sociedad. La carrera armamentista que está en marcha, va a tener un impacto en el largo plazo. Al terminarse el “bono de paz”, el crecimiento global de la clase media se va a parar. Y esto sucede cuando apenas el mundo se están recuperando de las consecuencias de la pandemia. 


Veamos otros efectos muy graves de la crisis. Rusia y Ucrania son el primero y el quinto productor más importantes de cereales del mundo. También, son el primero y tercero productor de potasio y fertilizantes. Hay países que depende completamente de ellos para alimentar a su gente. Con motivo del aislamiento impuesto por Occidente a Rusia y del bloque de los puertos del Mar Negro en Ucrania, el desabastecimiento de estos productos dispararon los precios cuando además los inventarios estaban bajos. 



Otra consecuencia del ataque a Ucrania, ha sido un replanteamiento de la dependencia de Europa del gas de Rusia. El aislamiento financiero impuesto a ese país, ha generado una escasez de suministro de este producto y del petróleo, lo que está teniendo un impacto en los precios internacionales de los dos. Esto se ha visto reflejado en el valor  de US 100/barril,  y en  que se haya triplicado el costo de la gasolina en los Estados Unidos a niveles de US 6/gal !!!. Para no hablar del costo del gas en Europa que se ha multiplicado por diez en tres meses.


Además de acelerar la escalada inflacionaria, que era el resultado del coletazo de la pandemia, la disparada de los precios de los alimentos, los fertilizantes, el petróleo y el gas, están teniendo otros efectos geopolíticos que pueden ser muy graves para Colombia. 


Hace dos semanas, una misión de alto nivel del gobierno gringo, entró en contacto con Maduro. El propósito era ver si se podía reactivar la exportación del petróleo pesado a las refinerías del Golfo de Mexico. Los gringos siempre han interpuesto sus propios intereses y eso nos va afectar a nosotros directamente. ¿Cómo? Difícil predecirlo, especialmente ad portas de la elección presidencial en Mayo en nuestro país.



Para seguirle sumando a los temas anteriores, hay otra realidad. La subida de los precios que está arrastrando la inflación, a cifras no vistas por más de una década, está  también afectando a los países, como Colombia, que incrementaron su endeudamiento a niveles históricos. Los fondos disponibles, de entidades como FMI y el Banco Mundial, ya están muy bajos porque fueron utilizados extensamente durante la pandemia. Y otras  fuentes disponibles no se ven.


El pronóstico es muy grave. Países como Turquía tienen altas probabilidades de no poder atender su deuda. Si esta dinámica se multiplica, habría que sumarle a la crisis ucraniana otra de marca mayor . La incertidumbre y la volatilidad, además de la inflación, se comienzan a ver reflejados en un aumento de las tasas de interés. Esto significa el encarecimiento de la deuda externa y menos recursos para atender necesidades urgentes de la sociedad. 


Luego el impacto de Ucrania va a afectar muchísimo más a los países menos desarrollados, con consecuencias muy graves. Ya se comienzan a ver en los incrementos de muertes por desnutrición, que junto a una inflación descontrolada, se va a ver reflejado en un mayor malestar social. 


El otro gran riesgo que nos puede impactar, gracias a los efectos externos del ataque ruso contra Ucrania, es que el malestar social se vuelva a reflejar en un resurgimiento de las marchas del año pasado, que tanto daños le produjeron al país. El riesgo es aún mayor por el ambiente de polarización que se ha incrementado por la contienda política, y la incertidumbre que aumenta la  sensación de inequidad. 


Definitivamente tenemos  que tener conciencia, que el impacto de la crisis de Ucrania, va a ser mucho más grande en los países sub desarrollados, con efectos muy severos en cientos de millones de personas. Por esa razón, es qué hay que pararle mucha atención al desarrollo de los eventos en ese país, que posiblemente no había aparecido hasta hace un mes, en el radar de la mayoría de la  gente en Colombia.


El ataque ruso a Ucrania, en el mundo de hoy, nos debe recordar que la distancia  de 10700 km, que nos separa de ese país, no nos protege de las consecuencias de las acciones bárbaras y criminales de tipos como Putin. Al final, el mensaje es contundente: los canales de interconexión sistémica globales son tantos, que no nos podemos aislar como nación así no queramos verlo.. 


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