Un mensaje de esperanza a las nuevas generaciones

 

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El Liderazgo en Tiempos de Cambio: Reflexiones para las Nuevas Generaciones

En días pasados me invitaron a hacerles unas reflexiones a un grupo de estudiantes universitarios de varias regiones del país, en el contexto de un evento convocado por FENARES ( Federación Nacional de Representantes Estudiantiles) con el apoyo de la Universidad de Los Andes. 

En esta blog voy a resumir los principales puntos de lo que fuera mi corta intervención y que refuerza los temas tratados en últimos blogs. Por la respuesta que he obtenido en estos espacios diferentes, siento que estoy tocando una cuerda muy sensible que mucha gente parece estar esperando en momentos de gran desorientación como los actuales.

A lo largo de más de cuatro décadas de mi vida profesional, he tenido el privilegio de ayudar a liderar iniciativas que han buscado impactar positivamente nuestra sociedad. Desde plataformas como el Foro de Presidentes, Connect, Origen y más recientemente Dialogos de Futuro. Estas han sido iniciativas que integran la academia, la empresa y la ciudadanía. Mi recorrido ha estado motivado por la creencia de que el liderazgo no es solo un título o una posición, sino un compromiso con el cambio y el bienestar colectivo que va más allá del rol como empresario que lo he sido desde que tenía 25 años. 

Hoy en Colombia, enfrentamos un contexto especialmente desafiante. Somos una sociedad fracturada, con una emocionalidad negativa que nos limita y nos impide avanzar. Hemos permitido que prevalezca una narrativa que nos presenta de manera desalentadora, desconociendo los logros del pasado y subestimando nuestro potencial de tener agencia y corresponsabilidad por nuestro presente y futuro. 

Ante este panorama, el vacío de liderazgo es profundo y evidente. Me siento obligado a hacerle  una invitación a las nuevas generaciones: reconozcan el problema y prepárense para ser quienes llenen ese vacío con un propósito superior  y una visión de futuro que inspire una narrativa mucho más positiva para nuestra sociedad. No la merecemos. .

¿Qué Significa Ser Líder, o mejor, ejercer el liderazgo que necesita Colombia?

En momentos de tanta turbulencia y confusión, el significado de las palabras se desdibuja y pierde sentido. Por esta razón, en este evento de FENARES, quise ser muy preciso 

Se habla con frecuencia de líderes y liderazgo, pero ¿qué implica realmente? Liderar es mucho más que dirigir o tomar decisiones. Es sentir, conectar y ayudar a sanar. Es un ejercicio que requiere empatía, la capacidad de inspirar a otros, de motivarlos positivamente, y de sacar la mejor versión de las personas en torno a un propósito común. Todo esto, dentro de un marco ético que guíe las acciones y decisiones.

El liderazgo implica hacer una distinción ante los  problemas que enfrentamos . Algunos de ellos son retos técnicos, y sus soluciones pueden hallarse en experiencias previas o conocimientos ya establecidos que ofrecen las respuestas requeridas. Pero hay otros, los retos adaptativos —aquellos para los cuales no hay respuestas conocidas— que son los que requieren el  ejercicio del liderazgo. 

En un entorno caracterizado por volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad (VICA), el liderazgo debe centrarse en formular preguntas relevantes, escuchar profundamente y motivar el aprendizaje individual y colectivo, para orientar a la búsqueda de posibles caminos creativos a situaciones muy difíciles. La responsabilidad está en quien o quienes tienen que lograr los cambios que sean requeridos en función del propósito individual y colectivo que los inspire..

Para quienes les interese profundizar más en este tema los invito a buscar los libros del profesor de Harvard Ronald Heifetz , quien es una autoridad mundial en liderazgo y autor del enfoque que estoy utilizando en estas reflexiones..

El Rol de las Emociones y la Empatía

El mundo emocional, tanto individual como colectivo, juega un papel crítico en el ejercicio del liderazgo. Reconocer y gestionar las emociones propias y las de otros es fundamental. En este sentido, la empatía se convierte en una habilidad esencial. Liderar no es solo influir; es entender los contextos y las vivencias de quienes nos rodean para construir relaciones de confianza y colaboración.

Liderazgo Colectivo en un Mundo Interconectado

En este mundo VICA, el reto más grande es construir un tejido social fuerte. Esto no se logra desde el liderazgo individualista y aislado. La figura del “llanero solitario” ha quedado obsoleta. Lo que necesitamos es un liderazgo colectivo que valore la corresponsabilidad, fomente la confianza y promueva la inteligencia colectiva.

El lema debe ser “sumar para multiplicar”. Esto significa pasar del “yo” al “nosotros”, reconocer que solo trabajando en comunidad podremos enfrentar los retos más complejos. Como dice un proverbio africano: “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.”

Redes de Comunidades de Liderazgo

Para superar la fragmentación que nos afecta como sociedad, necesitamos redes de comunidades de liderazgo. Estas comunidades deben estar integradas por personas capacitadas, que compartan un propósito superior y valores como la confianza, el respeto a la diversidad y el compromiso con el bien común.

Una comunidad no es solo un grupo de personas, sino un espacio de conexión en el que las diferencias se valoran como oportunidades para aprender y colaborar. Cada uno tiene una pieza de un rompecabezas complejo. En estas redes, los roles de líder y seguidor son dinámicos; cada persona contribuye según las circunstancias y las necesidades del momento. Esta flexibilidad permite construir una cultura resiliente, capaz de adaptarse y superar las crisis.

Uno de los mayores desafíos en la construcción de comunidades es romper las barreras que nos separan de quienes percibimos como “distintos y distantes”. Las etiquetas y los prejuicios deben dar paso al diálogo empático, donde descubramos que las similitudes que nos unen son mayores que las diferencias que nos separan.

Decisiones en el Camino de la Vida

La vida está llena de bifurcaciones, momentos en los que debemos tomar decisiones que definen nuestro destino. En lugar de culpar a otros por las dificultades, asumamos la corresponsabilidad de nuestras elecciones. Pregúntense: ¿Van a liderar el cambio que el país necesita o serán espectadores que critican sin aportar soluciones?

También háganse otras preguntas : ¿Qué legado desean dejar? ¿Cuál es el propósito que iluminará su camino en la vida? Estas preguntas no solo orientan el sentido personal, sino que también fundamentan el liderazgo colectivo.

El liderazgo colectivo requiere que cada persona se comprometa a ser agente de cambio positivo. En Colombia, esto es especialmente urgente. Nuestro país  está herido, y esta es una emoción muy fuerte que paraliza. Necesitamos sanar como sociedad, cerrar las fracturas que nos dividen y construir una narrativa esperanzadora que inspire a las generaciones presentes y futuras.

Una Invitación Final

Colombia necesita líderes que tiendan puentes y que actúen con propósito, integridad y empatía. La tarea de construir un futuro más incluyente, resiliente y colaborativo es colectiva, y la manera en que construyamos relaciones determinará nuestro éxito.

La invitación es clara: aprovechen la oportunidad de liderar los cambios que nuestro país necesita. Construyan comunidades que reflejen los valores que queremos para nuestra sociedad. Trabajen juntos para superar las barreras de la desconfianza y el individualismo. Y recuerden siempre que, aunque los retos sean grandes, la posibilidad de transformar nuestra realidad está al alcance de quienes decidan asumirla con corresponsabilidad, compromiso y esperanza.

“El futuro de Colombia no depende de un líder, sino de una comunidad de líderes actuando bajo el paraguas de una gran propósito que  inspire a todos.”

El momento de actuar es ahora. ¿Qué papel van a desempeñar en este cambio?