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sábado, 6 de septiembre de 2025

Universidades que cuidan el país

 


Llamado a las universidades a sumar su voz al movimiento 'Colombia es buena y
  vale   la pena' formando líderes y reconstruyendo la esperanza.

Universidades que cuidan lo que importa 

En estos tiempos de confusión y escepticismo, hablar de “liderazgo” parece un recurso desgastado. Y sin embargo, pocas palabras son hoy tan necesarias.

No para aludir a caudillos, ni para repetir consignas, sino para recuperar su sentido más profundo: liderar es cuidar lo que importa, y Colombia hoy necesita ser cuidada por todos.

En esta tarea, las universidades tienen un papel insustituible. No como observadoras externas del devenir nacional, sino como protagonistas activas de una transformación cultural, ética y ciudadana que ya no puede esperar.

Este blog es una invitación a las universidades —que son también organizaciones y actores sociales— a sumarse, junto al empresariado - y a otros actores, a un movimiento colectivo de liderazgo con visión de largo plazo. Porque construir futuro es formar ciudadanos comprometidos preparados profesionalmente para que actúen como agentes de cambio donde ejerzan su profesión..

Una generación que ya no cree

No podemos negar la realidad: miles de jóvenes colombianos están perdiendo la fe en su país. Muchos se están yendo. Otros, sin irse físicamente, se han desconectado emocional y políticamente. Ven a Colombia como un territorio sin horizonte, atrapado entre la corrupción, la polarización y la repetición de los mismos errores. Y, lamentablemente, nosotros —los adultos, las instituciones— no les hemos dado suficientes razones para creer lo contrario.

Las universidades, en particular, enfrentan una paradoja: son fábricas de futuro, pero muchas veces han quedado atrapadas en lógicas del pasado. Unas veces por su apego a la neutralidad académica; otras, por la inercia administrativa. Hoy ya no basta con formar profesionales competentes. Necesitamos formar ciudadanos conscientes, críticos y corresponsables.

Cuidar Colombia es una tarea intergeneracional

La transformación que Colombia necesita no se logrará sin las nuevas generaciones. Pero tampoco se logrará si las generaciones adultas no hacen el trabajo de tender puentes de confianza, propósito y esperanza. Ese es el reto —y la oportunidad— de este momento histórico:crear una alianza intergeneracional para cuidar a Colombia, una alianza entre improbables.

Y las universidades están en el centro de esa posibilidad. Porque tienen lo que muchos no tienen:

  • Capacidad de movilización.
  • Autoridad moral en sus comunidades.
  • Presencia territorial.
  • Y una enorme influencia en la construcción de sentido.

Las universidades también son empresas con alma

A veces se olvida que las universidades  no solo son centros académicos: también son organizaciones sociales, económicas, humanas. Y como tales, son parte del ecosistema productivo del país. Por eso, este movimiento que estamos impulsando —en alianza con empresarios, fundaciones, líderes regionales— también las interpela.

Porque el futuro de Colombia no se juega solo en las empresas ni en el Congreso: se juega en los campus, en los pasillos, en las conversaciones cotidianas entre profesores y estudiantes. El silencio de las universidades puede ser tan grave como el silencio del empresariado. Y su palabra —si es clara, valiente y pedagógica— puede abrir un camino nuevo.

Una nueva narrativa: Colombia vale la pena 

Vivimos en un país profundamente emocional. Y hoy, esas emociones están siendo instrumentalizadas por discursos de resentimiento y división. Pero también hay otra posibilidad: convertir la emoción en energía para el cuidado. Eso es lo que propone la narrativa “Colombia es buena y vale la pena cuidarla”: un movimiento que no idealiza ni niega los problemas, pero que afirma algo esencial:

Colombia vale la pena.

Colombia merece ser cuidada.

Colombia es mejor cuando la cuidamos juntos.


Invitamos a las universidades a apropiarse de esta narrativa, a integrarla en sus procesos formativos, en sus programas de extensión, en su comunicación interna y externa. Porque cuidar no es solo resistir el daño que hoy sufre Colombia. Es cultivar lo mejor de nosotros como sociedad.

¿Qué pueden hacer las universidades?

No se trata de militar políticamente. Se trata de activar su rol como formadoras de cultura ciudadana y motores de esperanza.

Algunas acciones concretas:

  • Crear cátedras o espacios de conversación sobre liderazgo adaptativo, ética pública y cultura ciudadana.
  • Promover de manera intencionada y prioritaria el fortalecimiento de las competencias socio emocionales en momentos en que la salud mental es un prioridad y un gran problema 
  • Apoyar procesos de liderazgo juvenil en alianza con empresarios y organizaciones sociales.
  • Incorporar el lenguaje del cuidado, la corresponsabilidad y la visión de país en sus currículos.
  • Estimular el voluntariado, el servicio social y el trabajo comunitario con enfoque formativo.
  • Visibilizar historias de jóvenes que, en vez de irse del país, han decidido quedarse y transformar.
  • Participar activamente en la red de instituciones que estamos articulando en Bogotá, Medellín  y en otras regiones.
  • Hacer parte de las declaraciones de derechos y deberes humanos promovida por la UNESCO

Una alianza con los empresarios por el futuro

El movimiento que estamos impulsando parte de una certeza: ningún sector podrá transformar solo la cultura política del país. Necesitamos sumar voces, visiones y capacidades. Y en esa suma, la alianza entre empresarios comprometidos y universidades movilizadas puede tener un poder inmenso. Le da sentido al concepto Alianza Universidad Empresa Estado y Sociedad.

Las primeros, pensamiento crítico, energía juvenil y una visión de futuro que puede reencantar a los escépticos. Los segundos aportan estructura, ejemplo, conexión con la realidad económica y territorial. El tercero cuida el bien común, y el cuarto participa corresponsablemente. Juntos, podemos construir un nuevo relato colectivo para Colombia.

Uno que no se base en el miedo, sino en la corresponsabilidad. Uno que no apele al odio, sino al compromiso. Uno que nos diga, en voz alta: “sí hay futuro, pero hay que construirlo y cuidarlo juntos .”

No es tarde ya no hay tiempo que perder

La historia nos está poniendo a prueba. Y no habrá excusa que valga si seguimos actuando como si nada estuviera pasando. Este blog es una invitación a las universidades a asumir un rol más visible, más valiente, más esperanzador. A dejar de formar solo técnicos y gerentes, para formar líderes conscientes, ciudadanos activos, cuidadores de lo común.

Porque como decía una frase en la Fundación Origen que ayudé a crear:

“Uno cuida lo que le importa.

Lo que no se cuida, se pierde.

Y lo que se pierde, se lamenta para siempre.”


Por eso, es importante recordar que Colombia vale la pena cuidarla siendo una tarea fundamental el de promover esta mirada colectiva .


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