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viernes, 14 de junio de 2019

Las emociones y el liderazgo

En este blog quiero compartir con mis lectores unos apartes de mi discurso que pronuncié con ocasión  del cierre de la 17 promoción de Oriegen Comunidad de Liderazgo. Lo hago a solicitud de varias personas que estuvieron presenten, y que consideran que vale la pena que se divulguen para que otros se puedan beneficiar. El tema es el papel de las emociones en el ejercicio del liderazgo, algo que normalmente es invisible pero fundamental.

Para quienes no lo saben, Oriegen es una fundación que está funcionando desde el 2008. Somos el punto de encuentro de colombianos valientes, innovadores, éticos y efectivos que asumen día a día la responsabilidad de liderar el cambio que queremos ver en nuestras comunidades, organizaciones y empresas.

Nuestro objetivo es la identificación de estas personas con alta capacidad de liderazgo, que provienen de  diferentes experiencias y situaciones socioeconómicas. Es un espacio de gran diversidad, que opera bajo diferentes formatos desarrollados, y probados a lo largo de diez años de trabajo permanente. 

Hoy. apoyamos a universidades, como Los Andes, El Rosario, Uniminuto, organizaciones como Nutresa, Amarilo, Argos y Team, entre otros, y proyectos de gran impacto social como los realizados con líderes en el Choco y en Sabana Occidente. 1080 ex alumnos de este proceso han visto transformar sus vidas para impactar a muchos más.

A continuación mis palabras durante la ceremonia de cierre esta semana.

Me han pedido que haga el cierre de esta promoción de Origen, como lo he hecho en ocasiones anteriores. Pero en esta oportunidad, me voy a salir del libreto que normalmente he utilizado, porque es la vez que he estado personalmente más cercano al proceso.

Me voy a salir del libreto, porque en esta promoción,  pasó algo que me lllamó mucho la atención y que no lo había visto en otras ocasiones. En la presentación de cierre del proceso, que hicieran muchos de ustedes hace una semana, el énfasis que vi estuvo enfocado en la transformación personal que habían experimentado, más que en un proyecto, y con un énfasis muy especial en el impacto emocional que habían tenido. 

Para poder entender mejor, el porqué me llamó tanto la atención lo que pude escuchar en esas presentaciones, así como en el Día de los Aliados, donde participé por primera vez desde que nació Origen, quiero contarles la siguiente historia, que me comentará Maria Cecilia Otoya, profesora de Liderazgo en la Universidad Externado de Colombia y graduada en esta promoción de Origen.

Pues bien, al iniciar su clase, Maria Cecilia siempre busca conocer cuáles son las expectativas de sus alumnos, como también  lo hacemos al iniciar el proceso con Origen. En el semestre pasado, la respuesta de los estudiantes fue unánime. Todos querían aprender de “nuevas herramientas” que les sirvieran en su trabajo, y que les complementaran las adquiridas en su Maestría en Administración. 

Y quiero subrayar la palabra “herramienta”, porque en este curso de liderazgo, estas personas buscaban elementos externos que pudieran utilizar para avanzar en sus carreras. Evitaron hacer referencia a los temas personales como si estos no tuvieran conexión alguna con su futuro profesional. 

Al iniciar el curso, se les invitó a estos estudiantes a explorar la relación del liderazgo con el mundo emocional. Y para sorpresa de Maria Cecilia, se encontró con un gran rechazo de los participantes para abrir esta posibilidad. En este grupo de personas, no había ninguna apertura a explorar esta dimensión fundamental de la vida de los seres humanos. 

Estos estudiantes de la maestría del Externado, eran incapaces de ver la profunda conexión, que tiene el manejo de las emociones, con el ejercicio del liderazgo. Pero de manera más general, con su capacidad de llevar una vida más plena y con resultado más sostenibles a nivel personal y profesional. 

En mi blog semanal escribía hace unas semanas lo siguiente: “es clara la importancia que tiene la calidad de las relaciones emocionales que se viven en la familia, en la escuela, en el trabajo, y en general en la sociedad. Cuando se tiene un entorno cargado de emociones negativas, la posibilidad de lograr cosas importantes en esos espacios  puede ser muy baja”.

Pero como se ve en esta historia, hay un miedo muy grande a enfrentar la realidad: hay un alto grado de analfabetismo emocional.

Contrasta la historia de estos estudiantes del MBA, con la experiencia de ustedes en Origen. Ya han aprendido y valorado el proceso vivido, especialmente por su aporte en la comprensión de la dimensión personal y emocional, como elementos  esenciales para el ejercicio de liderazgo.  

Vivimos en una sociedad en donde cuesta mucho reconocer el papel que juegan las emociones. Y es especialmente difícil para los hombres a quienes se les ha condicionado a ocultarlas porque se consideran una señal de debilidad.

Bueno, se preguntarán todos usted ¿y qué es una emoción?. Es una “predisposición para la acción”. Esto significa que, el estado emocional influencia de manera profunda el tipo de decisiones que tomamos, y por ende, de las acciones que emprendemos. Las emociones no se pueden adormecer porque nos incapacita para encontrar nuestro propósito. 

Es importante ver cómo hay una relación directa entre las emociones y el aprendizaje. También, vale la pena observar el repertorio de emociones por las que hay que navegar durante este proceso, especialmente si se trata de un tema difícil de entender y asimilar por parte de quien lo hace. La confusión, la frustración, el miedo, la preocupación, la alegría, y la curiosidad, entre otras, hay que saberlas manejar para poder perseverar y lograr aprender.

Y a pesar de lo anterior, hay una confrontación entre la racionalidad y la emocionalidad. Se premia el intelecto y se suprimen las emociones.

Es interesante ver, cómo cambia la percepción de la imagen de una persona, cuando es capaz de mostrarse vulnerable de manera espontánea. Es la forma más mágica que permite conectar a los seres humanos entre sí. Y la vulnerabilidad está relacionada directamente con el poder mostrar las emociones. Aceptar la vulnerabilidad nos permite reconocer que estamos vivos. 

Pero adicionalmente, la vulnerabilidad es el camino para la autenticidad. Esta es la cuna para el nacimiento de emociones positivas como la alegría,  el amor, el optimismo con los cuales combatimos las emociones negativas como el miedo o la ira.

Pero hay más. Las emociones son esenciales para el funcionamiento de la parte intelectual de cerebro, porque son las que nos permiten valorar las cosas. Pero también, para recordar, motivar la atención, y superar situaciones difíciles. 

Cuando una persona manifiesta: “me emociona lo que hago”, es capaz de superar muchos obstáculos. Pero también, al manifestar pasión por lo que hace en función de un propósito trascendente, y es capaz de contagiar e inspirar a otras personas. Esta cualidad es esencial para enseñar, así como para el ejercicio del liderazgo.

Y para ser coherente con ustedes, les manifiesto que hoy me encuentro emocionado por otras razones. 

Ver cómo, una idea que nació en una servilleta hace 12 años, hoy es una exitosa realidad que transforma vidas e impacta a quienes impactan. 

Y estoy muy emocionado de pensar que mis dos hijas Rosita y Diana, han sido un factor determinante en los logros alcanzados, acompañadas de personas como Marcela, las Lina, , Juana y todo el equipo de apoyo, y Heike, Ian David, Gabo, Carolina, Rosita, Diana, Hamid, y muchas otras  personas que han sido sus compañeros de viaje. 

La emoción también la tengo, porque he visto una vez más como, la alquimia del cambio y la transformación personal, se da porque Origen los ha invitado a crecer en las dimensiones emocionales, corporales y de lenguaje. 

Igualmente, me emociona ver cómo todos ustedes aceptaron una invitación a un viaje hacia los desconocido, sin un itinerario visible, donde se les animó a atreverse a explorar, experimentar, fallar, reír y llorar juntos, desde la gran diversidad del grupo.

Y me emociona poder verificar, que en un encuentro de improbables, porque si no hubiera sido por Oriegen, ustedes no se habrían conocido, es posible construir confianza que es el pegante por excelencia en las relaciones humanas. Es el puente que conecta las almas, los corazones y la mente, para movilizar las voluntades, hacer las cosas trascendentes y cuidar los que les importa. Y esa es la razón por la cual ustedes cuidaron de sus compañeros y compañeras durante todo el proceso.

Pero lo más importante, es muy emocionante ver cómo el proceso que han vivido, les ha despertado en unos casos, o reforzado en otros, su capacidad de soñar en función de un propósito superior que los inspira. Pero también, la decisión de aterrizar esos sueños en realidades concretas movilizando a otros para que se sumen a su causa y la vuelvan “nuestra causa”. Y todo lo anterior en un marco ético muy sólido. Ese es el verdadero ejercicio de liderazgo.

Estoy seguro, que para muchos de ustedes, su paso por Origen marca el punto de quiebre, una antes y el comienzo de una nueva narrativa hacia un después. Y desde ahí, la posibilidad de tener conversaciones poderosas de futuro, pero también, para conversaciones sobre temas difíciles con personas diversas que tienen puntos de vistas diferentes.

En Origen hemos demostrado que es posible  generar  estas condiciones en grupos tan diversos, porque lo hemos hecho con los 1080 participantes en once años de operación. Por lo tanto,  no pierdo la esperanza, de que con su ayuda, podremos repetir este milagro pero en una escala mucho mayor para impactar a Colombia. 

Para lograrlo,  es fundamental  la consolidación  de nuestra comunidad de liderazgo, que se constituya en una gran red de personas que quieren ser agentes de cambio positivo para nuestro país. Es la forma de darle sentido al concepto de liderazgo colectivo. No importa de donde vengan, ni importa a donde vayan, ustedes pueden ayudar en este proceso y beneficiarse  de el. 

Con su ayuda, podemos contribuir al cambio de narrativa que nuestro país necesita. Y lo vamos a lograr si entre todos visibilizamos lo que hemos conseguido en Origen, y desarrollamos muchos proyectos de alto impacto, que demuestren lo que podemos hacer y movilizar. Es una nueva narrativa donde  debemos buscar ser un referente positivo de lo que queremos ver en Colombia. 

Para construir esa nueva narrativa, necesitamos desarrollar un nuevo lenguaje porque las palabras crean realidad. También, debemos de tener comportamientos coherentes con el discurso que queremos dar. Todo lo anterior, deberá estar acompañado de la emocionalidad que permita inspirar, generar confianza y la esperanza de un mundo mejor.

Tenemos que derrotar a los escépticos, demostrándoles que cuando un grupo creciente de colombianos como son ustedes, deciden  ejercer el liderazgo y dar el ejemplo, muchas cosas muy positivas  pueden pasar que ayudaran a cambiar nuestra propia imagen y realidad.

No desfallezcan, si se caen levántense, si necesitan ayuda pídanla, si tiene una buena idea propóngala. La Red de Origen se ha constituido precisamente para eso. Pero también, para ayudarlos a trabajar en sus propósitos de vida. Ya saben, no están solos. 

Y recuerden, hay dos días importantes en la vida del ser humano: el día en que nace y el día en que descubre para que nació. Pero también, que cada persona es el resultados de las decisiones que toma en su vida. Hoy deben de tomar la decisión de mantener la llama viva que ustedes prendieron durante su proceso en Origen.

Por último, quiero darles la bienvenida a la Red de Liderazgo, una comunidad de personas que queremos aportar a la transformación de nuestro país. 

Francisco Manrique Ruiz
Fundador de Origen Comunidad de Liderazgo. 










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