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sábado, 27 de marzo de 2021

El poder del lenguaje

 Cuantas veces se ha encontrado usted con los siguientes comentarios: “con esa persona yo no me puedo entender”, o “dialogar con esa persona es imposible”, o “me cuesta mucho trabajo tener con esa persona una buena conversación”, o “el problema es comunicación”, o “me cuesta mucho trabajo llegar a un acuerdo con esa persona porque no me escucha”

Y podrían extenderme con muchos más comentarios similares, que tienen un común denominador, lo que nos hace únicos a los seres humanos: el uso del lenguaje y el acto de la escucha para conectarnos con los demás.


Hace más de una década que tuve la oportunidad de participar en el proceso de Coaching Ontológico, donde aprendí a valorar el papel que tiene el lenguaje en las relaciones humanas. Hablar es tan natural como respirar, y sin embargo, no estamos conscientes de las implicaciones que tiene la palabra para abrir o cerrar posibilidades en las interacciones que tenemos con los demás. 


El uso del lenguaje está íntimamente ligado con la acción en los seres humanos.” Al hablar se puede esperar que ciertas cosas pasen”. Nos lo recuerda el chileno Rafael Echeverría en su libro Ontología del Lenguaje. 




Hasta la aparición del alfabeto en Grecia hacia el año 700 AC, el lenguaje usado en las comunicación verbales, sirvió para contar historias a través de las cuales, se pasaba la tradición de una generación a la siguiente, representada en narrativas y fabulas. La comunicación verbal a través del lenguaje, sirvió para ir construyendo las bases de la cultura , representada por los valores y las creencias, que eran compartidas en una sociedad y transmitidas hacia adelante.


Con la aparición del alfabeto, apareció el texto escrito que le quitó un papel protagónico al orador. Se pasó del lenguaje de la acción al mundo de las ideas. La reflexión y el pensamiento racional comenzaron a remplazar el relato oral de los acontecimientos. Estas fueron las bases para el desarrollo de la filosofía y el pensamiento científico y para los cambios fundamentales en la evolución de los seres humanos. Se dio oriegen al “lenguaje del ser” y se priorizó el papel y el poder de la “razón” y el “pensamiento racional”  para poder explicar el mundo que nos rodea.


Estos cambios tuvieron un problema serio: pasaron el papel del lenguaje a un segundo plano. Sin embargo, gracias al desarrollo de la electronica, que nos introdujo al mundo digital, y con este al de la convergencia de medios en lo que hoy se llama “la multimedia”, el lenguaje ha vuelto a ocupar un papel protagónico para la comprensión de la vida humana. 


Estos cambios han dado origen a la ontología del lenguaje para reunir estos nuevos desarrollos como “base para observar los fenómenos humanos, desde una perspectiva no metafísica”  como lo afirma Echeverría en su libro. En esta obra se establecen tres postulados que resaltan el papel del lenguaje: los seres humanos son seres lingüísticos, se crean en en el lenguaje, y este es a su vez generativo y fundamental para entender a los fenómenos humano”.


Con estas nuevas perspectivas del lenguaje, propuestas por los chilenos Echeverría, Maturana y Olaya, se ha facilitado el entender el papel del lenguaje en la actualidad. Recomiendo la lectura del libro mencionado anteriormente para quienes quieran profundizar sobre la materia. 


Aquí me quiero detener en uno de los postulados propuestos: el poder generativo del lenguaje. Tradicionalmente a este solo se le había dado un papel pasivo para “describir lo que veíamos del mundo exterior, o para expresar lo que pensamos y sentimos del mundo interior. La realidad existía por fuera del lenguaje. Hoy la visión ha cambiado: “el lenguaje hace que sucedan las cosas, altera el curso espontáneo de los acontecimientos, crea realidades, y en resumen es acción”. 


En este punto vale la pena dar un ejemplo. Cuando una persona está trabajando en algo que necesita la aprobación de otra, y está le dice <<no>>, cambia el curso de los acontecimientos para quien pidió la autorización de continuar. Suena simple pero es muy profundo este concepto, porque suspendió la acción, de lo contrario habría promovido su continuación.


Como también nos lo recuerda Echeverría  hay otros ejemplos en lo que una persona dijo lo que dijo y cambio el curso de la historia. Un buen caso que se me viene a la cabeza,  fue el de Churchill cuando se enfrentó a Hitler, con su famoso discurso donde prometió “sangre, sudor y lágrimas”a los británicos y los invitó a la acción.. Creo una nueva realidad y de ahí, el poder generativo del lenguaje al que cada vez más se le da mayor valor.




Dado este poder que tiene el lenguaje, opera como una llave que abre o cierra posibilidades , y por lo tanto, “modelamos el futuro” al cambiar la realidad.


Pero hay otra consideración muy importante: la forma como utilicemos el lenguaje, define nuestra identidad ante los demás y ante nosotros mismos, así como la de las cosas externas que describimos. Dependiendo de las distinciones lingüísticas que usemos, aparecerán o desaparecerán para nosotros.


He querido hacer esta corta exposición sobre el papel del lenguaje, como un abrebocas   para tratar  más adelante en otros blogs, el poder de las conversaciones y los diferentes tipos que existen. También, los errores más comunes que cometemos cuando conversamos y del papel, que tienen los diálogos para cambiar nuestra realidad. Todos ellos son temas cada vez más críticos, en momentos como los actuales, donde los necesitamos para coordinar acciones colectivas, acordar consensos de acciones compartidas.

sábado, 20 de marzo de 2021

Motivos para una celebración colectiva





El conocimiento, el manejo eficaz de la información, la capaci- dad de transformar la información en acción, la capacidad de in- novación permanente,son factores de producción y de competitividad decisivos en nuestros días.



Connect Bogotá Región es una institución que tengo el honor de copresidir desde su Concejo Directivo, compartiendo este rol con el Padre Jörge Pelaéz, Rector de la Universidad Javeriana. En este año, nuestra organización cumplió diez años de existencia. No es un hito menor este logró, cuando los temas que motivaron su fundacion,  no eran relevantes hace una década en Colombia. 


Y también es importante, porque Connect logró superar el 2020, mostrando los mejores resultados de su historia. Y en un país donde nos cuesta tanto trabajo reconocer las cosas buenas y los avances que se han hecho, debe ser un motivo de celebración, el reconocer que si es posible construir instituciones que apunten hacia el futuro y sean referentes positivas de colaboración.


Quienes impulsamos su creación, lo hicimos para tender puentes entre las universidades y las empresas, alrededor de los temas de Ciencia, Tecnología, Innovación y Emprendimiento. Hoy, contamos con la vinculación de 26 universidades y 34 empresas, y con su apoyo, hemos hecho una contribución muy importante a la formación del ecosistema de CTI en Bogotá y la región. 


En este blog voy a compartir algunas de mis reflexiones hechas en la asamblea anual, donde quise recorrer los primeros pasos de su constitución como una Corporacion, los logros obtenidos durante estos años, y el porque hoy la misión de Connect, es más importante que nunca. Nuestro país necesita que haya muchas más iniciativas de este tipo, que ayuden a crear puentes entre diferentes actores, cuya colaboración es fundamental para navegar las aguas tormentosas que enfrentamos en una época de gran incertidumbre y cambio. 



A continuación algunos apartes de mi exposición 


“Parece que fue ayer”, es el título de una canción compuesta por Armando Manzanero, para el matrimonio del expresidente mexicano Gustavo Díaz Ordaz . Y me cayó de perlas cuando la escuché, mientras me sentaba a reflexionar sobre un hito tan importante como es el cumplimiento de la primera década de la existencia de Connect Bogotá Región. 


Recordaba los aportes que venimos haciendo desde esta maravillosa organización, pero también pensaba que, al igual que el vino que me acompañaba mientras escribía, el valor de Connect había venido creciendo con el pasar de los años.




Y si, “parece que fue ayer”, cuando comencé a recorrer en mi memoria muchas de las anécdotas que son parte de la historia de Connect y que contribuyeron al ADN que hoy caracteriza a esta organización, en la que me siento personalmente muy orgulloso de haber contribuido, con otros queridos amigos y colegas, a su nacimiento y desarrollo a lo largo de estos años. 


Parte de la cultura de una organización está en su historia, los valores y las creencias de quienes la fundaron e impulsaron a lo largo de su existencia. Por esta razón, en mi rol de Copresidente del Consejo de Connect, ha sido el de recordar periódicamente diferentes piezas de su historia que explican el cómo hemos llegado a ser lo que somos, y las bases para seguirnos proyectando hacia el futuro. Por lo tanto, no podría dejar de hacerlo en esta ocasión, cuando nuestra organización cumple una década de su desarrollo misional.


Todavía recuerdo la llamada en el 2005 de la Universidad Nacional, para que, por mi intermedio, le hiciera llegar una invitación al Foro de Presidentes, institución que ayudé a fundar en 1989, para retomar el camino de construcción de puentes, entre empresas y universidades, que habíamos iniciado en 1995


Otra llamada que también viene a mi memoria, fue una invitación que me hiciera José Antonio Vargas en el 2008, presidente de Codensa en esa época, para reunirnos con un grupo de empresarios que estaban interesados en acercarse a las entidades de Educación Superior... Se habían enterado de las conversaciones que habíamos retomado en el Foro y algunas universidades. 


Pero también, estas personas que presidían empresas importantes en Colombia, querían escuchar la historia que habíamos tenido en el Foro, a mediados de los 90, con la iniciativa: “La Cátedra Bogota”. Esta fue una experiencia muy valiosa porque logramos juntar a 20 universidades, 150 colegios y el Foro de Presidentes, para trabajar juntos alrededor de diferentes temas de nuestra ciudad, cuando estaba pasando por un momento de una gran transformación positiva durante las alcaldías de Mockus y Peñalosa. 


A diferencia de la experiencia de los 90, la que surge de la llamada de la U. Nacional una década más tarde, y del grupo de empresarios con quienes nos reunimos en Codensa tres años más adelante, fue muy importante: en esta oportunidad la invitación fue a acercar las empresas y universidades alrededor de la ciencia, la tecnología y la innovación. 


En un grupo de investigadores y profesores gomosos de estos temas, había la preocupación creciente de que a Colombia la estaba dejando atrás el tren de la historia y que era necesario hacer algo urgente al respecto, como nos lo recordarían en el 2010 en Harvard e MIT durante el viaje que motivó la creación  de Connect.


Cuando asistimos con mi querida amiga Teresita Cardona a la segunda reunión de Codensa después de haber contado nuestra experiencia de la Cátedra Bogotá, yo les hice una oferta al grupo que asistió a escucharnos ese día. Les propuse escribir un artículo desde el futuro, donde se pudieran visualizar las cosas que tendríamos que hacer para cambiar la realidad del desinterés en estos temas, que no aparecían en el radar de nadie y mucho menos en la agenda del desarrollo nacional hacia el futuro. El mayor logro en este aspecto, había sido el buscar transformar la naturaleza de Colciencias, promovida por Marta Lucia Ramírez y Jaime Restrepo, desde el Senado durante el segundo mandato de Uribe y a pesar de él.


Buscando en mi archivo histórico que tengo sobre los primeros años de Connect, logré recuperar un artículo que redacte en el 2008, simulando al que publica periódicamente The Economist, fechado el 3 de julio de 2018 y titulado: “La innovación y la colaboración trabajan de la mano para crear nuevas realidades en América Latina: El caso Colombiano”. 


En este artículo, buscaba despertar la imaginación del grupo de empresarios reunidos en Codensa. Era una invitación a soñar lo impensable sobre unos temas que claramente no eran relevantes para la agenda del desarrollo colombiano en ese momento. 


Hice una introducción de cómo Colombia había aprovechado una década de rápido crecimiento, pero que claramente se había visto que no era sostenible apostándole a la explotación de los recursos naturales. Hoy, 13 años más tarde, tengo que de ir que no me equivoqué. Es la dura realidad que estamos viviendo en nuestro país, en medio del peor desastre de salud en un siglo y la caída más grande de la historia de la economía colombiana.




En el 2008, dos años antes de mi primer viaje al Silicon Valley, yo intuía que el desarrollo de la cultura debería ser una de las palancas de la transformación de una mentalidad muy conservadora, adversa al riesgo y desconectada del mundo, donde valores como la colaboración, eran fundamentales. Yo escribí en esa época en el artículo sobre el futuro del Economist:


“Generar una cultura de colaboración, es uno de los mayores retos culturales que tienen países como Colombia, para poder movilizar colectivamente el recurso más importante que tiene un país: su gente. El cómo hacerlo: conectando diferentes actores, lo que implica procesos innovadores de reingeniería social.


Durante muchos años, la desconfianza y el desconocimiento fue la norma en las relaciones entre las empresas, académicos y funcionarios públicos. Cada actor observaba el problema desde diferentes ópticas generando juicios que impedían avanzar”.


Más adelante en el artículo mencionaba:


“…igualmente eran reiterativas dos críticas desde la academia: el por qué los empresarios seguían viendo las universidades con los ojos de cuando ellos habían sido estudiantes. Esta visión desinformada les impedía ver las grandes transformaciones que se vinieron dando al interior de las instituciones educativas y por ende su potencial de ayuda para la competitividad empresarial.


El modelo mental existente se traducía en poca confianza en la capacidad de generar conocimiento e innovar del sector universitario, y una sub valoración social de la ciencia y la tecnología nacional, por parte de quienes tenían la dirección de las empresas. El rasgo cultural de creer muy poco en las capacidades internas, había sido una de las grandes barreras de crecimiento de Colombia y de América Latina.


También, entre los académicos había otra creencia muy arraigada: era muy difícil conversar con los empresarios sobre temas de ciencia e innovación, por su afán de buscar resultados inmediatos, sin consideración a la construcción de los procesos de relacionamiento entre las partes, y a las realidades de tiempo que implica llevar una idea desde su concepto hasta su aplicación. Esto se traducía en una visión negativa y en una bajísima inversión en la investigación y desarrollo de largo plazo, como sucedía en países más desarrollados”.


Al leer estos comentarios, 13 años más tarde, pude validar que mis apreciaciones no estaban desenfocadas. Recordaba que estos temas también volvieron a salir con mucha fuerza, dos años después de haber escrito el artículo, durante nuestro viaje a Harvard y MIT con un grupo de 44 personas, donde surgió la idea de fundar Connect. 


Pero igualmente tengo presente que estas preocupaciones siguieron apareciendo en otros viajes posteriores que hiciera a California, Israel, Alemania y Singapur donde pude evidenciar el impacto de estos ecosistemas. Todos ellos, eran ejemplos sobresalientes de unos polos de desarrollo, basado en el mundo de CTI. El mensaje era contundente y consistente, pero en Colombia no lo habíamos querido escuchar. 



Hoy, después de escrito el artículo, también me vuelve a quedar claro que el tema es un imperativo estratégico para nuestro país. Igualmente, que, si no entendemos los elementos que se requieren para un nuevo modelo de crecimiento exitoso más basado en CTI, el tren del desarrollo nos dejará en el camino como nos lo advirtieron en Harvard en el 2010, cuando analizamos las falencias de la política de competitividad en Colombia.


Cuando Connect está cumpliendo una década de existencia, quise traer estas consideraciones de su historia a la asamblea, por varias razones. 


  • Es una fortuna haber contado con un grupo de “despistados quijotes”, como alguna vez alguien calificó lo que estábamos haciendo en esa época, porque perseveramos y le apostamos a un nuevo modelo de desarrollo basado en CTI. 
  • Si bien el escenario que escribía desde el futuro en The Economist, no se ha cumplido en su totalidad, nos debemos de sentir muy orgullosos por las dinámicas y los resultados que hemos logrado durante esta década. 
  • Hemos apostado a la construcción de un ecosistema que no existía, donde Connect es un ejemplo viviente de que una comunidad basada en valores como la confianza, la transparencia y el respeto, sí dan resultados y muestra el camino hacia el futuro. 
  • Hemos creado una organización con un ADN que le permite haberse ganado a pulso la credibilidad de los diferentes actores que hoy intervienen en el ecosistema y ser un referente nacional e internacional.
  • Se ha venido percibiendo cada vez más valor en lo que hacemos, razón por la cual se han seguido vinculando empresas y universidades muy importantes, que entienden la relevancia estratégica de Connect como articulador del cambio en nuestra región y en el país.
  • Hemos demostrado la trascendencia de contar con instituciones como Connect, que ayuden a construir las bases de conversaciones de futuro, que jalonen el desarrollo a todos los niveles.  Por esta última razón, si no valieran todas las demás, quiero dejar el mensaje de lo difícil que es construir, sostener y mejorar iniciativas como Connect, por lo que hay que cuidarlas, fortalecerlas y hacerlas conocer como modelos de rol positivos. Ellas jugarán un papel cada día más fundamental para el progreso.


Sin embargo, quise concluir con un mensaje muy positivo: quienes hemos apoyado a Connect, nos deberíamos sentir muy orgullosos de pertenecer a una institución que está ayudando a construir una nueva narrativa de futuro para nuestro país, cuando el entorno insiste en quedarse amarrado de los aspectos negativos de nuestra historia.


sábado, 13 de marzo de 2021

Y la incertidumbre continúa: una mirada desde el sector financiero



Debido a la lentitud con la que se está avanzando en el proceso de vacunación en general (ver un blog anterior) para combatir el covid-19, se ha vuelto una necesidad tener una mirada más amplia  de las tendencias que van a marcar los cambios estructurales resultantes, su impacto este año y muy seguramente más adelante. ( ver blog de la semana pasada), porque la incertidumbre, la volatilidad y complejidad continúan 

En una presentación de hace un mes hecha por diferentes analistas invitados por Morgan Stanley, una reconocida institución financiera americana, se presentaron las diez tendencias que según su opinión, van a marcar el 2021 y muy probablemente los siguientes años. En este blog voy a hacer un resumen de lo que aprendí y algunas de las reflexiones que escuché que me parecieron útiles.






1- Recuperación económica y un mercado pantanoso. 


El consenso de los analistas económicos y de los banqueros de inversión, es que a finales del año se deberá ver un crecimiento en los Estados Unidos del 5% y del 8% en la valoración de las acciones en la bolsa. Pero es muy posible que estas predicciones no se den por varios motivos:

  • Puede fallar el supuesto principal de estas proyecciones: la pandemia va a desaparecer como sucede con una gran tormenta cuando amaina su fuerza y todo vuelve a ser como antes,  sin unos impactos duraderos. 
  • El pico de ahorros y el tiempo libre que se generó en estos últimos 12 meses, que dinamizaron la bolsa,  se va a desinflar 
  • Los esfuerzos para estimular la economía no se van a repetir a la misma velocidad y escala
  • Los gobiernos van a restringir el nivel de gastos, así como los Bancos Centrales van a tener una menor intervención. 

2-  La inflación vuelve a ser tema importante


La inflación ha estado en niveles muy bajos en las últimas dos décadas pero puede volver a subir debido a varios fenómenos:

  • Political, redistributivas y para reducir la demanda 
  • Crecimiento global acelerado
  • Dólar debilitado
  • Fortalecimiento en los precios de los commodities 
  • Disminución de la población laboral activa que genera escasez laboral
  • Reverso a la globalización lo que significa menos competencia
  • Exceso de emisión primaria y endeudamiento.

3- Reducción del dinero fácil


En el mercado ha habido mucho dinero, los gobiernos han emitido mucho circulante pero también se han endeudado, aprovechando los niveles históricos bajos de las tasas de interés que inclusive han sido negativas . Esta es una dinámica que no se veía desde 1957 en los Estados Unidos y en Europa. La tendencia se puede reversar en el 2021 por:

  • La subida de las tasas de interés que puede parar el boom del crecimiento de los activos financieros globales, dinámica que viene desde 1980 y que en ese año representaba el 110% del PIB global y en el 2019 el 390%


4- La caída del dólar como moneda de referencia mundial.


Esta moneda ha sido referente en el comercio global dándole una ventaja inmensa a los Estados Unidos durante 100 años porque puede imprimir sin restricción. Solo en el 2020, este país imprimió el 21% de los dólares circulantes en el mundo!!! para contar con los recursos para enfrentar el desplome de su economía. Únicamente  España (110 años) y Gran Bretaña (105 años,) superan a los Estados Unidos  en años en que  sus monedas fueron dominantes. Las razones y consecuencias son varias:

  • Hoy en día se ha incrementado la desconfianza en el manejo de la política macroeconómica y geopolítica  norteamericana 
  • Las Cryptomonedas, como el biticoín,  han crecido 93 veces en cuatro años, a pesar de que su volumen ($760 billones americanos), es minúsculo con relación a los $12 trillones del oro
  • La volatilidad de estas nuevas monedas, que era un gran problema,  ha venido disminuyendo 
  • Las plataformas, que aceptan estas nuevas monedas, han crecido debido a un aumento del interés de los jóvenes de la generación del milenio (27%) vrs  el que han demostrado los de la generación de la postguerra ( 3% )

5- Los precios de las viviendas


Después de la caída que sufrió el mercado inmobiliario en los Estados Unidos en el periodo del 2008 al 2012, los precios de las viviendas han tenido una curva ascendente y mucho más acelerada en el 2020. Este comportamiento se ha visto también en otros mercados en Europa y el Asia. En Colombia lo tuvimos en un periodo más corto. Esto ha sucedido por: 

  • Las regulaciones locales complejas en varias regiones del mundo, la oferta de vivienda ha disminuido en relación al tamaño de la población adulta
  • Mientras tanto, los niveles tan bajos de tasas de interés, han facilitado el crecimiento de la demanda.


6- La reactivación de los precios de los commodities 


A pesar de que hay una tendencia al decrecimiento de los precios de los productos básicos  registrada a lo largo de 170 años, en esta serie, ha habido algunos incrementos en periodos de auge  cuya duración ha sido de diez años.. Una noticia positiva para países como Colombia, es la proyección que hacen los expertos de una recuperación de los precios de estos productos  en los siguientes diez años. Las bases de esta proyección se ven reflejadas en varios factores: 

  • La lectura del Índice de Commodities del Economist que muestra un cambio hacia el alza a finales del 2020 
  • El estimativo que se hace de una disminución de la oferta 
  • La correlación entre la caída del dólar y la subida de los precios de los commodities 

7- Asociado al punto anterior, se está proyectando el regreso del interés de los inversionistas en los llamados países emergentes. Hay varias razones que sustentan esta proyección:

  • Hay una convergencia de los cambios en el PIB percapita relativo al de los Estados Unidos, medido en un intervalo de 60 años hasta el 2010. Esta tendencia está relacionada con el comportamiento de los precios de los commodities en el tiempo. En otras palabras, cuando los precios de estos productos suben, las economías de los países productores crecen.
  • El crecimiento de la torta global de exportaciones ha visto un crecimiento de participación de países como China, Vietnam, México, Polonia y Taiwán 
  • Se han hecho reformas estructurales empujadas por la pandemia en varios países. Algunos ejemplo notables: el caso de la India en agricultura y en el campo laboral; Indonesia que ha hecho una reestructuración profunda laboral e impositiva; la reforma pensional en Brasil; la disminución de las restricciones para trabajadores extranjeros en Arabia Saudita; el presupuesto más apretado en Egipto.
  • El aumento de los ingresos de la economía digital que se proyecta del 11% para los países emergentes vrs el 6% para los más desarrollados.


8- La revolución digital se está extendiendo rápidamente. 


Gracias a la pandemia, los países emergentes se han visto obligados a dar un salto cuantitativo y cualitativo muy importante en los temas digitales durante este periodo. Algunos resultados sorprendentes:

  • La mitad de las economías más digitalizadas están  en los  países emergentes
  • Colombia ocupa el octavo lugar en relación al tamaño del mercado digital detrás de Suecia, Alemania, Japón, Indonesia , UK, Corea y China.
  • El crecimiento de la economía digital es casi el doble (11%) de la de los países más avanzados (6%).
  • La revolución digital es todavía muy joven (2010- ?) cuando se le compara con el tiempo que ha tomado otros grandes cambios como el uso del petróleo, los autos y la producción  entre 1908 y 1971, la de la ingeniería pesada y el acero (1875 - 1908), la era del vapor y los ferrocarriles (1829 - 1908) y la Revolución Industrial (1771 -1829)

9- La irrupción de los competidores emergentes


Hay varias tendencias que muestran la caída significativa de los retornos de las acciones, de las  principales empresas más rentables, después de una década de alto crecimiento. Hoy, este fenómeno se está observando en el valor de las principales acciones y del decrecimiento de los usuarios activos   de las grandes firmas tecnológicas como Facebook y Twitter. 

  • Las pequeñas empresas están atacando a las más grandes, y el % de su participación en el mercado, ha venido aumentando del 2018 a finales del 2020 en sectores como las compras por internet. Esto se puede observar en el crecimiento del valor de capitalización de las pequeñas firmas 
  • Las grandes firmas siembran las bases de su caída como pasó con IBM y Microsoft que hoy logró una recuperación extraordinaria.
  • La complacencia de los grandes los vuelve lentos para reaccionar 
  • Las empresas que hoy dominan el internet le están facilitando la vida a las start ups que las desafían.
  • Los emergentes regionales tienen más facilidad de sintonizarse con las necesidades de sus mercados.

10- Los medios tradicionales están en peligro


Hay una tendencia en Norte América y Europa, del declive de asistencia a los teatros a ver cine. De 1600 millones de boletas vendidos en Estados Unidos en el 2002, la caída a finales del 2020 fue fenomenal : 200 millones cuando en el 2019 había sido de 1100 millones. Mientras tanto:


  • Ofertas de cine por demanda como Netflix y Disney vieron incrementar el número de subscriptores globales a más de 300 millones de personas.
  • El % de participación de las noticias por cable aumentó durante los cuatro años de Trump en los Estados Unidos (caso Fox News), mientras que ha habido una caída significativa en el número de personas entre 19 y 49 años que ven la TV tradicional en ese país. Un fenómeno similar se observa en otras regiones del mundo.


En otros blogs que he escrito sobre tendencias durante más de un año de pandemia, he mencionado que el peor pecado que podemos cometer los colombianos, es no ampliar nuestra mirada y solo observar nuestro ombligo, ignorando lo que sucede a nivel mundial, en especial, en países como los Estados Unidos cuya sombra nos afecta todos los días para bien y para mal. 


El reconocer las tendencias y factorizarlas en la toma de decisiones estratégicas, es fundamental para transformar nuestra mirada del futuro, si queremos recuperar el camino perdido durante este periodo, que tiende a prolongarse mucho más de lo que hubiéramos imaginado hace un año y cuyo impacto no tiene antecedentes históricos. Por esta razón, como lo escribí en un blog anterior, el sacar el periscopio para ver que se vé en el horizonte, en un mar tormentoso y lleno de sorpresas, debería ser una competencia qué hay que refinar cada día más.

sábado, 6 de marzo de 2021

Mirar hacia el futuro





“Prefiero mirar el futuro y soñar que ver el pasado y arrepentirme “ Anónimo


He tenido la fortuna de haber promovido, con otros queridos colegas empresarios y universitarios, el proyecto Diálogos de Futuro con el fin de aportar con iniciativas accionables  que puedan impactar hacia adelante a la Educación  Superior. Este es un sector vital para el desarrollo relevante del capital humano que nuestro país urgentemente necesita. Por esta razón, me he interesado cada vez más, por investigar acerca de los posibles caminos que nos permitan  proyectarnos hacia el futuro, de manera que desde ahí, podamos influenciar las decisiones del presente que lo hace posible. Sobre este movimiento que está naciendo tendré la oportunidad de escribir próximamente 

 En este blog quiero compartir con el lector algunas reflexiones que he ido haciendo en este camino .


En el entorno actual, como ya lo he escrito en otros blogs, las democracias están siendo sometidas a unas tensiones cada día más grandes. Una consecuencia muy preocupante es el debilitamiento de los gobiernos, la fragmentación de los partidos políticos que los soportan, y su incapacidad de gestión y financiera, para atender las expectativas y demandas crecientes de la población. 


Esta realidad está impidiendo tomar las decisiones difíciles porque es cada vez más complejo lograr los consensos para enfrentar los problemas estructurales, que se convierten en un círculo vicioso que agrava aún más la situación. El motivo es evitar el desgaste político del corto plazo, que implica confrontar a la gente con las escogencias duras qué hay que tomar,  a costa del impacto negativo en el largo plazo. Como le escuche alguna vez a un político sobre el tema: “eso que lo resuelva el que llega pero yo no me quiero exponer”.



En medio de la pandemia, la gente busca la seguridad aferrándose en el pasado  y le da mucho miedo atreverse a explorar el futuro. Les preocupa el legado mucho más difícil que le están dejando a las siguientes generaciones..


¿Cómo romper esta dinámica tan preocupante? Posiblemente la respuesta resida en movilizar a un grupo creciente de personas, para que desde la base,  aprendan sin miedo a explorar el futuro sin tener que depender de lo que solo digan los expertos. Significa abrir las discusiones de futuro que nos afectan a todos, y utilizar los resultados, para informar los proceso políticos  más formales. Si lo lográramos, se podrían evitar varios problemas.


 El fatalismo, que nos condiciona a vernos como víctimas y espectadores pasivos de nuestra realidad, producida por las decisiones de otros, porque nos sentimos incapaces de transformarla e intervenir más activamente en los proceso donde se hacen las escogencias que nos afectan a todos. Pero también, el tener que depender de un grupo pequeño que si se atreve a explorar el futuro, pero lo hace buscando influenciarlo en función de sus propios intereses.


El cómo aprender colectivamente a visitar el futuro, para fortalecer nuestra democracia, no es un tema que se discuta en nuestro país, pero también sucede en otras geografías,. Esto significa aprender a manejar la incertidumbre y la complejidad, en lugar de evitarlas y mirarlas con miedo. Esta es una realidad del entorno actual, que posiblemente crecerá hacia adelante, gracias a los cambios acelerados que estamos experimentando hoy. 



Para que haya una apropiación colectiva del futuro, es necesario tener una compresión compartida de los hechos, tendencias y problemas. Este es el primer paso para alinear a la gente y darle sentido para que se motiven a participar y poner su energía al servicio de las transformaciones que se podrán realizar “si todos nos creemos el cuento”. Sin este requisito, , las personas rechazarían los resultados por falta de entender la realidad presente y de las posibilidades que se podrían abrir hacia el futuro.


Pero la historia nos demuestra que quienes se han atrevido a imaginarse un futuro diferente, se pueden devolver desde allí, para influenciar las decisiones que lo van a hacer posible en el presente. Esto implica un bucle continuo entre el presente y el futuro, para ir afinado la visión a medida que se avanza construyendo el camino hacia adelante. Es una invitación para aceptar la ambigüedad que se presenta, el tiempo que se requiere, y tener la curiosidad y la apertura para dejarse sorprender a medida que se avanza. También, requiere de propiciar las buenas preguntas y tener la disposición de abrirse a la diversidad de las respuestas.


En resumen, para un país que necesita mirar hacia el futuro y dejar de mirarse hacia adentro y en el pasado, es necesario vincular a mucha gente para que haya una apropiación colectiva. Esto requiere de un liderazgo que hoy no se ve en nuestro país. Por esta razón es qué hay que preparar comunidades de líderes por todo el territorio, que desde la base, asuman esa responsabilidad.