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sábado, 29 de julio de 2023

Un vision de Futuro para la Educación Superior

 


En las próximas semanas se va presentar al Congreso la reforma a la Ley 30 de Educación Superior (ES ). Como lo mencioné en el blog anterior, la pregunta es cómo se va a aprovechar esta nueva oportunidad de cambiar un instrumento regulatorio y normativo, que ya tiene 30 años, y cuando el mundo era otro. ¿Se va a utilizar el espejo retrovisor para buscar reindivicaciones ,  o se va sacar el telescopio para mirar  el futuro?. 

Veamos hoy que ve el mundo al respecto.



La oportunidad de tener un marco normativo y legal para la  ES, no es un decisión menor como lo demuestra el informe de la UNESCO: “Nuevas visiones para las instituciones de educación superior hacia 2030", presentado en mayo del año pasado en Barcelona en el Congreso Mundial de Educación Superior. El informe fue preparado por 90 expertos para el evento al que asistieron personas de 123 paises. Este informe muestra el nacimiento de un nuevo paradigma, que debería  ser tenido en cuenta, en un cambio mayúsculo que impulse hacia adelante  el Sistema de Educación Superior (SES ) en Colombia.

Al comienzo del informe se establece el contexto que reta a una nueva  mirada  del SES  :


“Sin duda, se impone repensar el papel de las instituciones de educación superior y su contribución a la sociedad, considerando las tendencias y las grandes transformaciones que se están produciendo


El contexto exige que pensemos y desarrollemos nuevas visiones para la educación superior y sus instituciones, misiones y valores en relación con el bien público y la responsabilidad incluyendo el cambio climático y la degradación ambiental, las presiones demográficas, las migraciones forzadas, el aumento de las desigualdades, las presiones políticas y la transformación del mercado laboral. Del mismo modo, en los últimos años, ha surgido una necesidad y voluntad   de conectarse y cooperar” 


En ese contexto, no es inteligente proponer un cambio cosmético con parches reivindicativos a una ley que regula el SES en Colombia y que ya tiene ya tres décadas. La oportunidad es la de sintonizar las necesidades de formación avanzada con estas nuevas realidades y tendencias. 


Para  el efecto, el informe propone tres preguntas cruciales, que también nos pueden servir a nosotros,  para  tomar la mejor decisión dada nuestra  coyuntura  de un posible cambio a la ley vigente . 



Si hoy se tuviera que repensar desde cero un nuevo SES: ¿Cuáles serían las principales tendencias que se deben considerar? : ¿Cómo se vería en el futuro próximo? ¿Cuáles serían los principales cambios a realizar y cómo se implementarían? Estas deberían las preguntas orientadoras, que deberían   enmarcar una verdadera reforma hacia una nueva ley, dado el inmenso impacto  que tendría en la formación del capital humano en Colombia, para enfrentar mejor preparados el futuro, en un mundo tan complejo y cambiante como el actual.


Hay varios mensajes que quisiera destacar del informe de la UNESCO, para orientar la visión de futuro de este cambio, de  cara al proceso que se iniciará a unas semanas en el Congreso, y que ojalá no siga el mismo patrón de las reformas propuestas por Petro para las salud, las pensiones y el trabajo.




  • “Mirando hacia el futuro en la próxima  década , creemos que los mayores potenciales de transformación de la Agenda 2030 no se encuentran en perseguir objetivos o metas individuales, sino más bien en adoptar un enfoque sistémico que gestione sus innumerables interacciones”.


Comentario : la falta de una visión sistémica en el análisis de temas tan complejos como las reformas que está buscando impulsar Petro, es tal vez su falencia más importante. En el caso del SES, el informe muestra claramente la necesidad de analizar el ecosistema completo que involucre a todos los actores 


Veamos otros comentarios orientadores de la visión para el SES.



  • El mundo del trabajo está siendo moldeado por los nuevos desafíos globales, los avances científicos y tecnológicos, la globalización, la economía y los cambios sociales. El mercado laboral está cambiando, al igual que los conocimientos y habilidades necesarios para entrar en él. Esto significa que el aprendizaje permanente, la recapacitación, la adquisición de nuevas habilidades e incluso la capacidad de cambiar el sector profesional han llegado a primer lugar.  Algunas de las principales tendencias que están en marcha son:
    • Hay un vacío de rápido crecimiento y un marcado desajuste entre las habilidades actuales de las personas y las habilidades necesarias para los puestos de trabajo que se crearán en la próxima década.
    • La interacción entre las habilidades profesionales, técnicas y transversales es crucial. Los empleadores tienen un interés demostrado en las habilidades transversales, incluso en trabajos con un fuerte perfil técnico. 
    • La UNESCO (2015) hace hincapié en la importancia de cultivar  en el ámbito profesional, la adaptabilidad y la resiliencia,  y hoy se suman el aprendizaje permanente, la adaptación, la creatividad y la innovación, y en aspectos relacionales como el manejo de las emociones, la comunicación, el liderazgo y la empatía, la actitud colaborativa. Todas ellas se incluyen en lo que se denominan variables como "habilidades transferibles", "habilidades del siglo XXI" y "habilidades no cognitivas".
    • Según el Foro Económico Mundial (2020), las 10 habilidades principales para 2025 incluyen: (1) pensamiento analítico e innovación; (2) estrategias activas de aprendizaje y desaprendizaje; (3) resolución de problemas complejos; (4) pensamiento crítico y análisis; (5) creatividad, originalidad e iniciativa; (6) liderazgo e influencia social; (7) uso, monitoreo y control de la tecnología; (8) diseño y programación de la tecnología; (9) resiliencia, tolerancia al estrés
    • Al mismo tiempo, según una investigación del McKinsey Global Institute (Manyika et al., 2017), el 60 % de las ocupaciones actuales tienen el 30 % de las actividades que podrían ser automatizadas.  En este contexto de cambios rápidos y a veces totalmente inesperados, es difícil predecir cómo será el futuro del trabajo.
    • En este contexto hay nuevos conceptos como los  microcredenciales escalables a títulos de  pregrado o posgrado, reflejando una tendencia hacia el aprendizaje bajo demanda y de formato corto, que se centra en las habilidades, las competencias y las capacidades específicas. Se necesita un cambio del aprendizaje de formato largo, como los títulos y diplomas, empoderando a los estudiantes para  hacerlos responsables de su aprendizaje y, por extensión, de sus trayectorias profesionales:
    • En resumen el mensaje es claro para donde van las tendencias de formación: la adaptabilidad y la creatividad, que están estrechamente relacionadas entre sí; la capacidad de resolver problemas; y la capacidad de autogestionarse y relacionarse con los demás. Las humanidades jugarán cada vez más importancia en el desarrollo de las habilidades transversales.


Comentario : estas tendencias son las que se deberían tener en cuenta  para diseñar un nuevo marco de ley y normativo, que remplace la Ley 30 con una visión  de futuro y no con el espejo retrovisor del pasado. 


Es la visión que permite darle al SES una nueva cancha donde va a necesitar moverse con mucha rapidez y flexibilidad, si quiere adecuar su oferta de valor a las condiciones cambiantes cada vez más aceleradas, que  sirvan las necesidades de la sociedad, con un foco en competencias transversales y el impacto de nuevas tecnologías. 


Repito, esto implicaría pensar en una nueva ley, no en un remiendo de la existente,  para rediseñar completamente los requerimientos y los procesos que hoy pide el Ministerio de Educación ( MEN ), cuya lentitud  para entender estos cambios, es hoy una de las principales barreras para el SES. 


Y como sucede con las otras reformas de Petro, que buscan estatizar la sociedad colombiana, no se entiende, el verdadero problema, cuando se pretendan reformas profundas, tiene varias dimensiones. Primero, no se reconocer los avances logrados. Segundo, no tener  una  una visión sistémica que incorpore las tendencias que deben de motivar estos cambios. Tercero, la incapacidad de gestión y de agilidad del Estado, para moverse con agilidad y rapidez para acompasar los cambios que afectan el SES. Cuarto, el inmenso peligro que significa ideologizar el proceso  y descalificar a actores tan importantes como el sector privado.


En un siguiente blog, seguiré profundizando sobre el informe de la UNESCO, para ayudar a llamar la atención sobre otros aspectos que deben de ser tenidos en cuenta en el Congreso cuando se aborde la discusión sobre el cambio a la Ley 30


sábado, 22 de julio de 2023

Alerta: otra reforma de Petro con el espejo retrovisor


El afán de cambiarlo todo, que tiene el gobierno de Petro sin valorar lo que se ha avanzado, y con un criterio revanchista ideologizado, está sometiendo al país a un inmenso desgaste y generando un altísimo riesgo de devolvernos al pasado. Pero lo más grave, con una visión estatista muy peligrosa, cuando hoy se cuestiona precisamente el funcionamiento eficiente y efectivo del Estado, como uno de los principales  escollos que tiene la sociedad colombiana para avanzar. Ahora se propone una nueva reforma que afecta el futuro de la Educación Superior.



En la legislatura que comenzó este  20 de julio, el Gobierno presentó el borrador de la modificación a la Ley 30 de Educación Superior (ES). Si las reformas a la salud y las pensiones son unos ejemplos de cómo se va a tramitar esta nueva reforma, es entendible el porqué las universidades privadas están tan preocupadas. Y motivos no les faltan, porque solo hasta este jueves, se tuvo la primera visión  del posible documento que se va a presentar al Congreso 



En otro documento informativo general previo  que pude leer, vi que que desde septiembre del 2022  hasta julio de este año, se convocaron 18.000 jóvenes en 80 espacios de participación  para que propusieran y redactaran los cambios a la Ley 30. 


Como punto de partida en este documento, se “reconoce el caudal histórico de luchas y movilizaciones de jóvenes, estudiantes, docentes, trabajadores, académicos y en general del movimiento social y popular Colombiano por una educación digna”; para : “lograr la Educación Superior como un derecho fundamental, un bien común, universal, popular, gratuito, de calidad, democrático, plural, crítico y guiada por la Autonomía Universitaria “.


Es evidente la intención reivindicatoria de la propuesta, como también lo es que carece de una visión de futuro retante y pertinente como se ve más adelante en este blog.


Lo que también  llama la atención del proceso de convocar a la opinión, es que se hizo un gran esfuerzo de reunir a miles de jóvenes para invitarlos a proponer los cambios en la Ley 30. Pero se marginó, de manera intencionada, la participación de los expertos y los rectores de las universidades privadas. 


El borrador del documento presentado este jueves, no cuenta con un consenso mínimo  de los rectores que  representan el 46% (2021) de la oferta universitaria en el país. Se siguió el mismo patrón de ignorar al sector privado, que ya ha sucedido en los cambios que se están proponiendo en temas como la Salud, las Pensiones y la reforma laboral. 


Los focos del documento preliminar, al borrador presentado hace tres dias, son interesantes porque muestran las verdaderas intensiones de Petro. El primer  busca un nuevo esquema de financiación estatal orientada a ofrecer una educación gratuita “ considerada como un bien común, catalizador de la construcción de paz y de la superación de desigualdades históricas”. 


Este foco explica la propuesta de dar acceso gratuito a 500.000 estudiantes al SES, en principio sólo en las universidades públicas, pero que ya es evidente que no tienen la capacidad para hacerlo. La paradoja es que van a tener que contar con las universidades privadas, que con la reforma del ICETEX, piensan acabar como se puede ver al final de este blog. 


Pero hay un segundo foco:  establecer un sistema de Bienestar Universitario, con temas como comedores gratuitos, revivir las residencias estudiantiles que en el pasado fueron un gran problema en la UN, el subsidio de transporte para estudiantes en las universidades públicas, la salud mental  y la dignificación del trabajo.


El tercer foco se refiere a temas como la autonomía, el cogobierno para las universales estatales y el “Poder Popular”. Se pretende fomentar la “democracia colectiva que fortalece el cogobierno a través  de  asambleas para tomar decisiones que se llevan a   los Consejos Superiores,  que también se modifican. 



Es una propuesta  que hace muy difícil la gobernanza en las universidades públicas, pero que viene acompañada de otra joya:  se  abre la caja de Pandora de las movilizaciones que deberán ser apoyadas por las autoridades universitarias. Y también se abre una puerta muy peligrosa de cogobierno usando la amenaza permanente de las marchas dentro de la universidad amparadas por la ley. 



Un cuarto foco es promover los campus universitarios como escenarios para garantizar los derechos, ser territorios de paz, pero sin mencionar para nada los deberes. Un buen ejemplo es la Plaza Che Guevara en la UN en Bogotá, donde periódicamente los encapuchados del ELN, muestran como el campus universitario es más bien un escenario de guerra, donde la Policía no puede actuar.


El quinto foco se refiere a una nueva relación de universidad-sociedad que responda a un nuevo modelo de Nacion y sociedad para promover a “Colombia como potencia de la vida”. En el documento  no se aclara su significado de cara a las universidades, ni mucho menos como se conecta ese slogan, con las tendencias mundiales que brillan por su ausencia en esta discusión.


Para lograr lo anterior, la universidad debe de responder “con calidad y pertinencia a las problemáticas sociales con perspectiva territorial a partir de la investigación y la extensión. Articularse con los procesos educativos de los colegios, estudiantes de media y básica, además de articulación con los procesos de educación popular y los saberes propios y ancestrales”. Propone transformar al ICETEX y hacer alianzas público-populares para la preparación de los estudiantes para el ICFES.


El sexto foco se refiere a la cobertura e infraestructura educativa. Esta última orientada a los departamentos y regiones de menor cubrimiento. Este si es un punto positivo, pero no solo para los territorios, sino también, para no seguir dejando deteriorar la infraestructura como sucede en la actualidad en la UN en Bogotá.


Al leer este documento y el borrador de modificación a la Ley 30, son muchas las preocupaciones que surgen de esta propuesta que ahora la Ministra de a Educación, anuncia que no la van a radicar buscando generar más consensos. En buna hora.  Parece que las lecciones de los meses anteriores han encontrado en esta funcionaria, un tema de reflexión de cómo no se debe de imponer un cambio de gran calado en un sistema complejo como es el de ES.


La primera preocupación, es que modificar esa ley, que fue promulgada hace treinta años, cuando el mundo era otro, ha sido muy difícil, se ha intentado muchas veces y le ha costado la cabeza a más de un ministro de Educación. 



Ahora Petro lo quiere intentar de nuevo, pero el problema es que esta motivada por viejas reindivicaciones y con “el espejo retrovisor”: “reconoce el caudal histórico de luchas y movilizaciones de jóvenes, estudiantes, docentes, trabajadores, académicos y en general del movimiento social y popular..”. No está inspirada  por una visión “telescópica”  de futuro, para abordar las nuevas realidades y los cambios que se prevén hacia delante en Colombia y en el mundo.


Como sucedió con la reforma a la Salud, de nuevo la visión ideologizada de Petro y su equipo, van a desaprovechar una oportunidad para actualizar la normativa que regula un sector y proyectarlo al futuro,  así como para revisar el papel del Ministerio de Educación Nacional (MEN), temas que son fundamentales para la sociedad colombiana, pero de cara a los retos  que nos muestran las tendencias de la ES en el mundo. 


Para entender mejor lo que significa que se pierda esta oportunidad, tengo que recordar el trabajo que hemos venido realizando un grupo de 34 universidades, empresas e instituciones, con el apoyo del Banco Mundial, el BID y la OEI. Con el nombre  de Dialogos de Futuro, durante los dos últimos años, se ha realizado este trabajo para tratar de entender cómo aportar iniciativas que fortalezcan el Sistema de Educación Superior  del país. 


Como resultado de ese esfuerzo, que además contó con el aporte de 9 expertos nacionales e internacionales, se elaboraron unos escenarios de futuro en función de la lectura de las tendencias mundiales. También salió un documento que aporta una visión integral del ecosistema de la ES. Se estableció un propósito superior, unos valores y cuatro grandes iniciativas para orientar proyectos que pudieran ayudar a transformar del sistema hacia el futuro



Lo interesante de los resultados de este trabajo, es que coincidieron en sus temas fundamentales, con el informe que se presentó en mayo del 2022 en la tercera Conferencia  Mundial de Educación Superior de la UNESCO en Barcelona, con la contribución de 90 expertos  de todo el mundo y con el apoyo de Global University Network for Innovation. Es un documento que muestra una hoja de ruta para el impulso y la transformación de la educación superior durante los próximos años.


Al comparar el borrador de la propuesta de Petro para modificar la Ley 30 de ES, con el informe de la UNESCO, es cuando verdaderamente se deben de disparan las  alarmas.  Brillan por su ausencia aspectos que son fundamentales como unos objetivos retantes de transformación para el sector de ES, en función con las nuevas realidades laborales y de cambio de la sociedad. No ver el ecosistema de ES como un integrador de múltiples actores, muchos de los cuales no se tienen en cuenta en el borrador presentado este jueves.


Pero además, a la la luz de las tendencias mundiales y los cambios de un mundo incierto, y muy complejo, no se menciona para nada la necesidad de actualizar y proyectar el rol del Ministerio de Educación  Nacional (MEN), como ente regulador del SES. Esta institución debe de acompañar a las IES con agilidad y flexibilidad regulatoria, que hoy no lo hace, para que  puedan enfrentar con oportunidad y calidad, el inmenso reto  de preparar el capital humano  que el país necesita para competir a nivel mundial.



Esta es una reforma que no puede ignorar ni desconectarse de  los cambios en el mundo. Si esto no se hace y Petro no escucha, como ya ha sucedido con otras reformas como la de la Salud, el daño será inmenso para el país.


Por la importancia de lo que está en juego, que compromete el presente, pero sobre todo el futuro de nuestro país, en los siguientes dos blogs, trataré de explicar cuáles son las principales consideraciones y recomendaciones de la UNESCO y las principales conclusiones de Dialogos de Futuro. Estos son aportes muy valiosos  que deben de ser tenidos en cuenta durante la discusión que se va a llevar en el Congreso, sobre la Ley 30 que nos rige hace más de tres décadas cuando el mundo era otro y el país también.  


PD: En la propuesta conocida esta semana, se está cambiando el rol del ICETEX, que de aprobarse cómo está, pasaría a financiar matrículas de post grado y estudios en el exterior,  cambiando  la vocación de financiar matrícula de pre grado en las universidades privadas, ya que la gratuidad que se busca implementar en  las universidades públicas, no necesiten de los recursos de  esta institución. 


El impacto sería mayúsculo: aproximadamente  el 50% de las matrículas privadas hoy tienen créditos de esta entidad. ¿Que va a pasar con los 550.000 estudiantes que hoy tienen  prestamos de pregrado en las universidades privadas? ¿Es otra medida para sacar del mercado a estas instituciones, cuando las universidades públicas no tienen la capacidad de vincular gratuitamente a otros 500.000 estudiantes nuevos como lo propone el Plan Nacional de Desarrollo? 



sábado, 15 de julio de 2023

Puentes con la generación Z

 


En una reunión reciente, la conversación giró alrededor de los efectos que estaban produciendo el entorno actual en  las nuevas generaciones, especialmente las que nacieron a finales de los años 90 e inició de los 2000. Son personas que hoy están entre los 20  a los 28 años, están en la universidad o ya están buscando oportunidades en el mercado laboral. 


La preocupación de varios de los participantes en esta reunión, se centraba en  las dificultades para cerrar la brecha generacional que estaban teniendo con sus hijos de estas edades. La conclusión fue interesante : era necesario entender que los caracterizaba, para poder tender puentes de comunicación  que permitiera  un acercamiento mutuo más constructivo.


El tema me picó la curiosidad y me encontré con un estudio, de los muchos que se han hecho, de Claudio Flores Thomás : El próximo gran desafío comprendiendo a la generación Z sustentado en una encuesta de 1000 personas en Mexico en julio del 2022. 



A las personas nacidas en ese periodo, se les conoce como la generación Z y son el resultado de un entorno de grandes cambios tecnológicos, una gran incertidumbre y complejidad, lo que los ha conectado con el mundo digital desde muy temprana edad. Algunas de las características que muestran estos estudios  son muy interesantes. 


    • Se acostumbraron al acceso instantáneo a la información y la participación activa en las redes sociales. Los memes, son cada vez más utilizados por esta generación que gira alrededor de las “nano narrativas ” que exigen gran capacidad de síntesis.
    • Son unos consumidores despiertos, que utilizan  el mundo digital para tomar mejores decisiones de compra, lo que los hace pragmáticos pero influenciables por las recomendaciones en las redes de comunidades   a las que pertenecen. Son consumidores que exigen propuestas mas personalizadas y auténticas .
    • Aunque  exponen  sus vidas en las plataformas sociales, son conscientes del su privacidad, lo que explica que no usen como los Milenials, plataformas como Facebook, y utilicen más Tik Tok, YouTube o Instagram, donde pueden tener interacciones más controlada con sus amigos, y nuevas lógicas en el consumo de contenido..
    • Son una generación más emprendedora. Un buen número de ellos no sienten. que para tener éxito, tengan que pasar por la universidad. Les atrae mucho la independencia y asumir la responsabilidad de crear algo propio. Muchos buscan  ser empresarios apoyados  en  modelos de negocios digitales, mundo en el cual se mueven como peces en el agua. Es una generación, que sin embargo, se siente insegura respectó a su futuro económico lo que los vuelve más realistas. 
    • La responsabilidad por el medio ambiente es otra característica de la generación Z.   El (52.3%) de los encuestados lo confirman. Los temas ambientales los mueven mucho, porque están comenzando a experimentar las consecuencias del descuido que tuvieron las generaciones que los precedieron. 
    • Es una generación que también la mueve las causas sociales. 
    • Tienen una mentalidad más abierta hacia la sexualidad,  Más  del 60% disfruta su sexualidad en libertad,  el 20% se consideran bisexuales.
    • Es una generación especialmente preocupados por la salud mental, 73% declararon haber experimentado ansiedad, miedo e incluso depresión en la pandemia, y para responder ante este problema buscan a familiares y a amigos, pero no a profesionales.
    • Es una generación que se desarrolla en un entorno donde cuentan más las historias , los relatos, que si algo es verdad o mentira. Estos pierden relevancia ante las emociones que generan las narrativas, lo que relativiza la verdad.
    • Los influenciadores digitales son parte del entorno de la generación Z. Es una generación más expuesta a “las cámaras de eco” como las denomina Flores, donde las opiniones distintas no tienen cabida. Pero también más dispuestos a co-crear contenidos.
    • Para quienes quieren ofrecerles productos o servicios, es importante entender su impacto creciente en la cadena de consumo.
    • Un tema muy interesante de las encuestas es que se ven como una generación que sigue modas (52.6%), son adictos a la tecnología (47.7%) y no quieren tener hijos (42.7%), sin embargo, el 62.2% considera a la familia un pilar relevante.



En otro artículo en el NY Times de principios de mayo, David Brooks escribió sobre el mismo tema donde anota otras diferencias que ha identificado en miembros de la generación Z en los Estados Unidos , que también me llamaron mucho la atención.


Una característica notable de estas nuevas generaciones, es una demora importante en el salto a la vida adulta. La generación de los nacidos a finales de los años 40 y 50, buscaban muy rápido tomar decisiones como casarse y tener hijos cuando estaban muy jóvenes. La mitad de las mujeres se casaban antes de cumplir los 20 años. 


En contraste, las nuevas generaciones han adoptado una estrategia diferente de posponer el matrimonio, si es que lo hacen, y muchos toman la decisión de demorar tener hijos o simplemente no tenerlos. Este comportamiento está teniendo un efecto de decrecimiento demográfico muy importante. La generación Z están practicando de manera extrema esta estrategia. 


Pero no son las únicas decisiones que están posponiendo. Jadean Twenge en su libro “Generaciones” muestra otras, como  posponer sacar una licencia de conducción, si es que la sacan. Y un fenómeno también notable, es que  se ha disminuido el consumo del alcohol, tener sexo temprano o buscar trabajo. Por ejemplo, el 40% de los jóvenes de la generación X habían tenido relaciones sexuales al llegar al grado noveno, mientras en el 2021, sólo el 15% de la Generación Z lo habían hecho. 



Twenge afirma que, los jóvenes de 18 años de esta generación, se comportan como   los de 14 años de las generaciones anteriores. Parecería que los miembros de generación Z, que saben que tienen alta probabilidad de vivir muchos más años, están tomando la vida con menos prisa. Para que apresurarse , si además viven en un  entorno que está tan confuso, amenazante  y polarizado,  que les genera mucho miedo y desconfianza .


Esta característica del entorno  hace que esta generación Z sea una mucho menor propensión a asumir riesgos. Las estadísticas muestran que esta generación en los Estados Unidos están menos inclinados a usar drogas, tener accidentes de automóvil o meterse en peleas. Para mi esta información   es una sorpresa. Esta baja disposición al riesgo, se ha traducido en una cultura de no argumentación ni confrontación de ideas, en los campus universitarios por temor a ser juzgados o excluidos. 


De acuerdo a los estudios de etas generaciones, la cultura de la desconfianza, que hoy se respira en los Estados Unidos, pero también en Colombia, también produce una cultura de pesimismo hacia el futuro, en relación a la posibilidad de tener una mejor vida que sus padres. No sienten que puedan controlar su destino y sienten que están a la merced de fuerzas que no controlan. Es una actitud que condiciona unos resultado muy negativos hacia adelante.


Para quienes tienen hijos de la generación Z o tienen que relacionarse con ellos en el campo laboral, los resultados que arrojan estos estudios deben ser muy valiosos para tender puentes que permitan un relacionamiento menos conflictivo y más respetuoso de las diferencias generacionales.