El gobierno “Salvador” en la Guajira

 

La tragedia de mucha gente es que busca “el Salvador” pero no asume la corresponsabilidad de su propio destino. 

En la Guajira vimos esta semana  un nuevo capítulo del gobierno de Petro, donde los múltiples incendios que hoy se ven por todo el pais, se buscan  abordar movilizando a todo el gabinete a la región afectada, para gobernar por unos días, ofrecer el oro y el moro, promesas y más promesas, para luego esperar el siguiente incendio y repetir la faena. El gran peligro, además de los incumplimientos a lo ofrecido, es el uso de la emergencia económica focalizada, para lograr las reformas que no pasen por el Congreso. 

Con este proceso se busca controlar  la creciente sensación de desgobierno que hoy invade como una nube negra el país.

Como lo reportó El Tiempo, haciendo el balance del viaje, hubo optimismo “ pero al mismo tiempo una expectativa, cercana al escepticismo“ con relación a lo ofrecido. La razón: la cultura Wayúu le da mucho peso a la palabra empeñada. Los antecedentes de incumplimientos del Estado en la región, y la trayectoria de muy pobre gestión en este gobierno a lo largo del año en que ha estado en el poder, le quita mucha fuerza a la palabra empeñada de Petro esta semana. 

Y lo más importante del propósito que busca Petro con “estos actos de gobierno” de mejorar su imagen, “ el presidente salvador”, le pueden devolver como un bumerán si no logra demostrar resultados muy rápidos. Se va a encontrar con el gran talón de Aquiles que lo acompaña desde su paso por la Alcaldía de Bogotá: su incapacidad de gestión. 

Uno de los participantes a estas reuniones mencionó: “Que se cumpla con lo prometido. Que lo que se está hablando sea un hecho. No importa que no se haga presente el Presidente, pero que se cumpla", seguramente refiriéndose a la ausencia de Petro en esa reunión.  El incumplimiento  de las citas y las ausencias por “problemas de salud “, no estuvieron ausentes en este viaje, ya que son los comportamientos rutinarios que lo caracterizan.

Pero más allá de las verdaderas intensiones de Petro, al iniciar estos tours de “gobierno flash “ por la Guajira, lo que vale rescatar de esta iniciativa, es que obliga a poner el foco en una región del país, donde se reflejan de manera muy evidente, problemas muy serios y algunas de las principales lacras que impiden su solución y el desarrollo de muchas regiones en el país. 

En un excelente artículo sobre el tema,  Mauricio Cabrera en la revista Cambio, desnuda con cifras la realidad  de este departamento en el norte del país. 

En el 2021,  el 67% de la población de la Guajira,  tenía  ingresos mensuales de pobreza inferiores a $354.000. Con Choco, Magdalena, Córdova, Cauca y Cesar, representan el cuadro más patético de pobreza por encima del 58%, cuando el promedio del país en ese año fue de  39% y de un 23% en Cundinamarca.  En términos de pobreza extrema, el indicador fue del 40% de la población con  con ingresos inferiores a $161.000.

No deja de llamar mucho la atención que cuatro, de los seis departamentos que lideran estas dramáticas estadísticas,  pertenecen a la zona norte del país. ¿Porqué?. 

El caso de la Guajira, posiblemente con el Cesar, hay un común denominador. Han sido regiones “bendecidas” por la mineria del carbón.  En el primer caso, este departamento a recibido 15 billones desde 1994 en pesos del 2023. La pregunta que todos nos deberíamos hacer, es como, con  esos recursos tan cuantiosos, tiene un problema monumental de abastecimiento de agua potable, o porque se están muriendo tantos niños de desnutrición, o no se pueden conectar   con las redes de energía y no tener vias de comunicación.

Como lo menciona Cabrera en su artículo, se han hecho muchas obras inconclusas o que se quedan sin mantenimiento, como sucede con los pozos de agua.  El Índice de gestión de proyectos de Regalías de la Guajira ocupa el puesto 31 , y Riohacha está en el último lugar entre las capitales de departamentos.

Estos resultados muestran dimensiones sobre las que reportes de la maratón de Petro esta semana, parece que no abordó: la incapacidad institucional y la corrupción en la Guajira.   Estos son dos males endémicos en esta región del país. 

Dados los pésimos resultados de ejecución,  la pregunta que surge, es como piensa Petro lograr resultados rápidos y de calidad, para sus promesas ofrecidas. A la incapacidad de gestión se le suma la del estado central,  que con Petro en el gobierno, el problema es aún mucho mayor. 

En cuanto al  tema de la corrupción,  Petro convenientemente  no lo trató esta semana, porque tiene rabo de paja. Su hijo está metido en grandes problemas, por la alianza que hizo con Kiko Gómez, condenado por asesinato y hoy en libertad, Cuando estalló  el escándalo, Petro se lavó las manos diciendo que  no  había criado a su hijo . Desde que Kiko Gomez  fuera gobernador hace 12 años, han pasado 15 sucesores , la mayoría destituidos por corrupción. 

Pero los problemas endémicos de la corrupción y de la pésima ejecución , que van de la mano, se agravan mucho más por los niveles indignantes de impunidad. Cabrera menciona que de  922 delitos cometidos en los últimos 13 años, sólo el 2% han recibido condenas. En la Guajira, como sucede en otras regiones del país, la incapacidad de la justicia para controlar los delitos de corrupción, es una patente de corso que reduce a un mínimo el riesgo de saquear el erario público . El resultado es que la mayoría de los casos prescriben y a eso le juegan los delincuentes de cuello blanco.  

Al cocktail anterior, se le suma el entorno cultural de los Wayúu y en general de la ilegalidad propiciada por el contrabando practicado por décadas. Es una cultura muy compleja que impide que haya una ciudadanía fuerte que demande resultados, le haga veeduría a la ejecución de los proyectos, y en general exijan responsabilidad. 

En resumen, como se puede observar, la loable presencia del gobierno en pleno durante una semana en la Guajira , se estrella con la complejidad inmensa de las causas de los problemas que tienen y su propia incapacidad. Esto esfuerzo es claramente insuficiente, y si puede ser un buen pretexto para que Petro, con otras intensiones non santas,  use como pretexto estos viajes para introducir cambios que escapen los controles institucionales y restricciones normativas, que tanto le incomodan. O lo que es más claro: distraer la atención de los múltiples escándalos de los últimos meses.

PD: lo paradójico de la situación de la Guajira es que está en el corazón de la solución de los problemas de energías alternativas, eólicas y solares para el país. Y sin embargo, los problemas de gobernabilidad, infraestructura, corrupción, y manejo de las comunidades, han llevado a que una empresa como ENEL haya desistido de desarrollar sus proyectos en esta zona.