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sábado, 22 de enero de 2022

Dubai, del camello al avión, una historia de éxito


Tuve la oportunidad de estar en Dubai para visitar la Expo 2020 , que por motivos de la pandemia, se pospuso su apertura un año. Ya había visitado a esta Ciudad Estado hacia unos diez años. En esta oportunidad pude observar sus avances y la manera que su economía se había recuperado después de la crisis financiera del 2008, cuando estalló la burbuja inmobiliaria en esa época. 


En este blog quiero mostrar como en medio del desierto, en el curso de un tiempo muy corto, en ese territorio inhóspito surge una Ciudad Estado, como resultado de una visión y de una capacidad impresionante de ejecución. Es un caso que deja una serie de lecciones muy valiosas que mostraré al final del escrito.


De un territorio donde hace apenas 50 años, se comerciaban camellos y perlas, hoy Dubai es un centro de comercio internacional con una infraestructura logística de talla mundial. Es un ejemplo que podría servir para una ciudad como Bogota, por las razones que voy a exponer a continuación.



Dubai es uno de los siete estados que forman parte de los Emiratos Árabes Unidos. En una área de solo 35km2 (Bogota tiene 1775 km2), vive una población de 3.3 millones de habitantes, donde casi el 90% son trabajadores extranjeros temporales. El tratamiento de esta fuerza laboral, en particular personal de la construcción y trabajos más básicos, es uno de los aspectos que han recibido muchas críticas a nivel internacional y uno de los talones de Aquiles de su modelo de desarrollo.



Dubai fue parte de una apuesta que se concretó en 1971, pocos años después de que hubieran logrado recuperar su independencia del Reino Unido cuando entró a ser parte de la confederación de los  Emiratos Árabes Unidos. Hoy, esta confederación compuesta por sietes estados, son un ejemplo para otros gobiernos del Medio Oriente. Y en particular Dubai, que supo invertir los ingresos petroleros desde que comenzó su explotación en 1966, para montar un modelo muy exitoso de desarrollo diversificado. 



En un periodo de cinco décadas, Dubai logró transformarse en un centro muy importante logístico, comercial, financiero y turístico. La Expo 2020 es una iniciativa para presentar 192 países al mundo, pero sobre todo, es una vitrina para mostrar lo que Dubai ha logrado en un tiempo muy corto, en esta región del Oriente Medio.


Pero para entender mejor esta historia tan interesante, primero vale la pena ubicar geográficamente a Dubai y los Emiratos . Están localizados en la parte sur oriental de la Península Arábica, teniendo como vecinos a Arabia Saudita y Omán, y con una costa sobre el Golfo Pérsico.  Es una zona desértica que fue habitada por tribus nómadas a lo largo de los siglos. 


La ciudad de Dubái fue fundada en 1833 por la tribu Bu Glasa, bajo el gobierno del clan Al Maktum. Dubai fue uno de los Emiratos cuyos límites se constituyeron formalmente a finales de los años 60 del siglo pasado, con motivo del retiro del protectorado que se había tenido con Inglaterra desde mediados del siglo XIX.



Una larga historia de vocación comercial, ha sido la  característica que ha distinguido a Dubai de otros estados de la región.  Jugo el papel de ser un hub de comercio hacia Irán, Irak y la India. La explotación de perlas naturales fue una base económica muy importante hasta 1929, y antes de los descubrimientos de petróleo a principios de los 60. Sin embargo, el Oro Negro no cambió la orientación hacia el comercio de Dubai. De hecho, sigue siendo una de sus características más relevantes. 



Hoy se considera a Dubai como el Hong Kong del Oriente Medio, otros lo asimilan a Singapur del Desierto por su desarrollo. La historia detrás de lo que es esta ciudad, es un ejemplo fascinante del poder de la visión de  sus dirigentes. 


La economía de Dubai comenzó a despegar en 1894, cuando el jeque Saeed Al Maktoum, tomó  la decisión de volver el comercio exterior un foco para su desarrollo. Y para incentivarlo utilizó la exención de impuestos en su territorio. Esta ha sido una política que se ha mantenido desde entonces. 


Para darle más fuerza a la orientación comercial de Dubai, en 1903, el jeque convenció a un importante línea británica de barcos para que hicieran de la ciudad un puerto de referencia.  Esta decisión atrajo a mercaderes desde la orilla árabe del Golfo Pérsico . Desde esa fecha ha sido el principal almacén portuario y el puerto comercial con más movimiento de la región. Hoy es el quinto puerto más importante del mundo.


Más tarde, el  hijo de jaque siguió la orientación de su padre, y logró convencer a los británicos de que le dejaran construir un aeropuerto que sirviera de base en la región. En esa época se abrió la puerta para que Dubai pasara del camellón al avión. Y como veremos, este se convirtió en el corazón de la estrategia para hacer de Dubai el primer hub logístico, comercial y turístico de la región. 



Más adelante, esta decisión le permitió a su hijo y sucesor, el jeque Rashid bin Saeed Al Maktoum,  promover la construcción de la compañía aérea Emirates Airlines , que hoy cuenta con 500 aviones, vuela a 150 destinos  y transportó 16 millones de pasajeros en el 2020. También promovió el desarrollo del aeropuerto convirtiéndolo en el más importante de la región y pieza vital del crecimiento de Dubai.


Hoy, quienes han estudiado el caso de Dubai le atribuyen su éxito a tres factores que caracterizan su modelo de desarrollo: la atracción de negocios, la promoción de la marca Dubai como destino, y la participación decidida del Estado en el proceso. Esta estrategia ha sido impulsada por el jeque  Rashid Al Maktoum, quien con su visión,  ha liderado el desarrollo actual de Dubai.


Las decisiones, que se han tomado de manera consistente alrededor de estos tres pilares, están apoyadas  por una sociedad que sigue las tradiciones tribales que respaldan a su gobernantes, encabezados por la familia real que siempre tiene la ultima palabra. Esta estructura de gobernanza paternal, es la que le ha permitido a Dubai tener agilidad para adaptarse y resiliencia para recuperarse ante los cambios económicos y políticos.


Al igual que su homólogo Singapur, con una cultura muy diferente, Dubai ha contado con la intervención fuerte del Estado y el liderazgo visionario de sus dirigentes. En ambos casos, los resultados espectaculares alcanzados, muestran las bondades de tener clara la visión de conectarse con el mundo, para volverse en unos hubs muy atractivos para servir unos mercados regionales muy importantes. 



Como lo hizo Bilbao, que utilizó la construcción del museo Guggenheim para  convertirlo en un icono de la ciudad, Dubai ha utilizado a los arquitectos internacionales más famosos, para posicionar su marca ciudad con el desarrollo de iconos como el Burn Khalifa, el edificio más alto del mundo. El perfil urbano de Dubai que tiene más de 150 rascacielos, solo  es superado en número de edificios altos, por Nueva York y Hong Kong



Otro ejemplo, donde la arquitectura y el desarrollo urbano a gran escala, se han utilizado para posicionar la marca de Dubai,  son los desarrollos de islas artificiales como The Palm. Estos ambiciosos proyectos han permitido generar más suelo, donde se han construido hoteles emblemáticos de 7 estrellas como el Burn Al Arab, y otras edificaciones de lujo que atraen la inversión de muchos expatriados. Hay que anotar que la crisis del 2008, le puso freno a algunas de esas obras faraónicas de recuperación de tierra al mar, y que hoy están suspendidas. 



Buscando posicionarse como el paraíso de las compras, se han construido centros comerciales como el Dubai Mall con una área de 502.000 m2, con se aquarium incluido, que lo coloca como el más grande del mundo, con un acuario increíble incluido.


Entre Dubai y Abu Dhabi, se han desarrollado unos grandes parques temáticos como el de Ferrari World y Warner Brothers. Y en solo cuatro años, en una zona que era un desierto, levantaron Expo 2020 con una infraestructura increíble. 



En este desarrollo tan ambicioso, se construyó una línea de metro con ocho paradas y una autopista de 8 carríleles en ambas direcciones, junto con un complejo habitacional y de oficinas, más la infraestructura para recibir los pabellones de 192 países en una extensión de 4.4 km2. La idea es convertir todo lo anterior en una ciudadela del conocimiento. 


Todas estas obras, una infraestructura vial envidiable, su estabilidad política, seguridad, tolerancia a la diversidad cultural y un alto nivel de vida, han posicionado la marca Dubai como un sitio muy atractivo para atraer expatriados cualificados de todas partes del mundo.


Esta dinámica viene reforzada por una política de cero impuestos a la renta, con una gran apertura para invitar al desarrollo de  nuevos negocios. Como resultado, se ha generado  una gran dinámica  comercial  y de servicio. que han atraído grandes capitales y movilizando inversiones muy importantes en infraestructura. 


Para lograr crear unas condiciones muy atractivas para motivar la llegada de empresas de diferentes sectores de la economía, el gobierno de Dubai lideró un programa muy ambicioso  de promoción de zonas francas.  Hoy ofrece  5 zonas francas generales y 28 zonas francas especiales, que han convertido a este país  en el líder y ejemplo del uso de estos  mecanismo para promover el desarrollo económico y social.



El gobierno de Dubai constituyó la organización DMCC que es una entidad gubernamental establecida en 2002 para mejorar los flujos de comercio de productos básicos a través de Dubai. Su mandato es promocionar a Dubai como destino preferido para el comercio de productos básicos globales y a DMCC como la Zona Franca número 1 del mundo. 

A través de esta entidad, regulan, promocionan y facilitan el comercio en una gama muy amplia de productos, desde oro, diamantes y metales preciosos hasta té, alimentos y materiales industriales. Hoy en día, han vuelto las zonas francas en sede de importantes compañías nuevas y multinacionales, con más de 20 000 empresas con servicios de primer nivel, una infraestructura líder y la vibrante comunidad. 


Como resultado de esa visión, Dubai  hoy tiene la zona franca más grande del mundo:  Janet Ali como parte del puerto del mismo nombre, con 30 millones de m2 de área . Pero hay 28 zonas económicas especiales muy diversas, como Dubai Media City, Dubai Internet City, Ciudad de la salud, Parque de oro el diamante, Dubai Studio City, Pueblo del conocimiento. Cuenta además con una Centro de Arbitraje Internacional muy importante.


Según los registros de DMCC, en el 2021, llegaron un promedio mensual de 170 empresas a las zonas francas especiales de todas partes del mundo.


Y para respaldar la parte de logística que sirve todo este complejo que han creado, cuentan con el quinto puerto más gran del mundo. Además en el 2021, terminaron de construir su segundo aeropuerto internacional, capaz de manejar 120 millones de pasajeros al año y 12 millones de toneladas de carga. Este proyecto hace parte de un nuevo complejo integrado conocido como Dubai World Central y es central en la estrategia de desarrollo de Dubai.


Todo este hub logístico de carga y pasajeros se ha diseñado para atender un mercado de más de 2000 millones de personas a no más de 4 horas de avión . Es un magneto para turistas, inversionistas y para los jóvenes árabes de la región. 


Martín Gustavo Ibarra, quien es el experto más reconocido en nuestro país en comercio internacional y quien conoce muy bien el desarrollo de Dubai, me comentaba lo siguiente. El puerto  recibe contenedores con materias primas, que son procesados en las zonas francas y empaquetados para abastecer la creciente demanda de e-commerce  que son enviados utilizando el aeropuerto internacional. El aeropuerto ha hecho que la ZF Ciudad de la salud, se convierta en el centro de atención médica más importante en el Oriente Medio.


Dubai en medio de su éxito enfrenta unos riesgos importantes.  La altísima dependencia de trabajadores extranjeros y las críticas que tienen las políticas con los trabajadores menos calificados, se suman al potencial de inestabilidad de la región.  Estos son unos  riesgos que se podrían traducir en una agitación social desestabilizadora por parte de este grupo de trabajadores extranjeros. Para enfrentar esta situación, el gobierno ha tomado recientemente unas medidas muy importantes. 


Se han planteado cambios profundos en el sistema educativo para desarrollar el capital humano nacional.  Se espera promover una nueva generación de jóvenes que estén mejor equipados para usar las herramientas del futuro, según lo expresó recientemente el jeque Mohamed Bin Rashid. Están siguiendo el mismo camino de Singapur que tardó una generación para cosechar los frutos. 


La alta intervención del Estado en el proceso de desarrollo, ha demostrado que la ha dado a Dubai una alta capacidad para realinear sus políticas de atracción de inversión y promoción de su marca, de acuerdo a sus objetivos de crecimiento y los cambios del entorno. Sin embargo, si no se resuelve el problema estructural del capital humano, el modelo de Dubai se pude descarrilar. 


La historia del desarrollo de Dubai y de los Emiratos Árabes Unidos , a pesar de las grandes diferencias culturales que tienen con otros países, deja algunas lecciones muy interesantes en estos tiempos tan turbulentos que vivimos. 



El poder de la visión. La apuesta del jeque Rashid Al Maktoum, para plantear volver a Dubai un destino, y formular un plan para lograrlo que rompía  con muchos prejuicios históricos y culturales, es un ejemplo del poder de una visión y del liderazgo en acción, para transformar los destinos de una sociedad



La unión hace la fuerza. Los siete Emiratos entendieron que juntos eran más fuertes que separados. Y a pesar de diferencias históricas, e inclusive conflictos fronterizos entre Dubai y Abu Dhabi, los dos lideraron su confirmación en función de una visión colectiva que les funcionó.



Ejecución, ejecución. Una visión sin capacidad de ejecución es solo un sueño. El desarrollo de Expo 2020, es un ejemplo de lo que se logra cuando se suman la visión de un dirigente con la capacidad del Estado para ejecutarla.



Marca Dubai. Por su tamaño y ubicación, no tenían otra opción que la de  hacer unas apuestas contra intuitivas, para atraer la atención sobre Dubai. Esta decisión les ha permitido construir una marca singular y poderosa, que los ha posicionado como un sitio único para el turismo y para hacer negocios internacionales.  



Asumir riesgos y pensar en grande. Para sustentar su apuesta de conectarse con el mundo, desarrollaron una infraestructura logística y de transporte de talla mundial. El Estado se atrevió a implementar  unas políticas de apertura que los hizo un sitio irresistible para el desarrollo de los negocios internacionales orientados a servir a una región de más de 2000 millones de personas.


Capital humano para el siglo XXI. Dubai utilizó el capital generado por el petróleo, mientras lo tuvo, para invertirlo de manera inteligente en el desarrollo de una visión. Trajo mano de obra barata, con políticas muy cuestionadas, para desarrollar su infraestructura. Pero ahora, se ha dado cuenta que la sostenibilidad de su proceso para seguir generando riqueza,  depende de la formación de una nueva generación de capital humano local que se complemente con el capital humano extranjero que ha llegado al país. 



Y la lección mayor. En solo una generación, desde 1971, Dubai ha logrado demostrar que su cultura, ubicación en el desierto, y su minúsculo tamaño, no eran frenos para poder pensar en grande y con visión de futuro. 


Todas estas lecciones hoy brillan por su ausencia en nuestro país.  En medio de un proceso electoral no hay propuestas grandes que inspiren a los colombianos a construir un propósito común para un desarrollo mucho más ambicioso y sostenible. Esta realidad demuestra un profundo vacío de liderazgo en la dirigencia política y empresarial, y que hoy nos tiene al borde del abismo.




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