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sábado, 13 de mayo de 2023

Las graves fallas del liderazgo de Petro


He estado en varias reuniones en esta semana donde he encontrado un común denominador, que posiblemente sea el mismo que le haya pasado a los lectores de mi blog: mucha gente  buscando orientación y alternativas para la accIón, ante la situación cada vez más preocupante que se está viviendo en Colombia, como consecuencia de la llegada de Petro al poder.

Hay una pregunta recurrente:  ¿cómo evitar que este individuo y sus acólitos, que hoy están gobernado  la nación, le hagan un daño irreversible a la democracia y a sus  instituciones?. Esto es lo que va a suceder si se permite que imponga unos cambios ideologizados, que desconocen los avances que hemos logrado, y que tendrían un efecto negativos profundo, en la calidad de vida de todos los ciudadanos. 


Esta búsqueda de orientación por parte de tanta gente, está demostrando una realidad cada vez más evidente: el profundo vacío de liderazgo que hoy existe en la sociedad colombiana a todo nivel. Esta reflexión, que ya la he hecho en varios de mis blogs de los últimos meses, me hizo volver a repasar mis notas de las conferencias del profesor de Harvard  Ronald Heifetz, a las que he tenido la oportunidad de asistir,.



Durante más de treinta y cinco años de trabajar el liderazgo, Heifetz es para mi la mayor autoridad mundial sobre el tema. En este tiempo, ha venido aportando al desarrollo de una nueva disciplina que sustente el ejercicio del liderazgo. Tuve la oportunidad de conocerlo en su primer viaje a Colombia en 1991, invitado por el Instituto Fez de Liderazgo, hoy ya desaparecido. En el curso de los años ha visitado varías veces el país.

La teoría que este profesor ha venido construyendo, es muy valiosa para entender cuáles son las grandes fallas de Petro, al tratar de impulsar su visión de cambios para el país. También, nos  da unas pistas para quienes, desde el sector privado, queremos aportar  una narrativa distinta, bajo la sombrilla del liderazgo colectivo,  que le haga contrapeso  a la que  que este individuo le está vendiendo  a la sociedad colombiana.  


Repasando las notas de  la última charla, que tuve la oportunidad de asistir hace tres años, Heifetz mencionaba que había detectado un problema común en los tres presidentes (Uribe, Santos y Duque), con los que había interactuando: no habían tenido clara la naturaleza de los problemas que habían querido resolver. 



Según  este experto, es fundamental distinguir los problemas que requieren  capacidades de adaptación de parte de la gente, para los cuales no hay una respuesta y el ejercicio del liderazgo es esencial. Son problemas diferentes de los  que él  define como técnicos, que se caracterizan por ser válida la expectativa de contar con soluciones conocidas, hay una participación más pasiva de la gente y se requiere de una buena capacidad de gestión. 

Ahora bien,  Petro está cayendo en el mismo error de sus antecesores, pero amplificado por su obsesión ideológica, y su visión mesiánica. Nos pretende  vender la idea de que él sí tiene la solución a todos los problemas del país donde nada funciona, pero sin contar con quienes son los más afectados y no están de acuerdo con sus propuestas. Con esta visión, busca forzar un cambio en el modelo hacia la estatización de la sociedad colombiana, que sea capaz de atender las expectativas y necesidades crecientes de la gente, en temas como la salud y las pensiones entre otros, siguiendo el mal ejemplo cubano. 



Bajo la óptica de Heifetz, los cambios en el sistema que busca forzar Petro, son profundamente adaptativos porque tocan de manera directa a la gente.  y están lejos de ser problemas técnicos que tienen soluciones fáciles . Sin embargo, su ignorancia e incapacidad para ejercer un liderazgo constructivo, no le permite hacer esta distinción fundamental.   

Estas son fallas muy graves, que sumada a la manera de gestionar los cambios de forma ideologizada y clientelista, que tanto criticó cuando ejercía la oposición,  pueden explicar la gran resistencia que están generando sus propuestas 


Pero Heifetz recomienda, que para liderar  unos cambios que pueden afectar fuertemente a la gente, no solo es necesario  entender la naturaleza del problema, sino que es fundamental  hacerse tres preguntas: ¿Qué es lo más importante y valorado que se debe de conservar? ¿Que es lo qué hay que descartar y porqué? ¿Cuál es el motor de innovación que va a permitir crear nuevas capacidades, que unidas con las que se conservan, van a permitir mejorar lo que se tiene, superar los desafíos y proyectar un mejor sistema hacia el futuro?


También, Heifetz nos recuerda  la importancia de entender que, no son los cambios  los que generan la resistencia, sino  las  pérdidas  asociadas a ellos . Por esta razón,  es necesario ser capaces de nombrarlas con claridad. 



En el caso de las reformas de Petro al sistema de   salud, claramente hay una pérdida de poder de las EPS,  existe la potencial pérdida   de la vida del paciente por la inoperancia de un sistema centralizado como el que se quiere imponer; pero también está la pérdida de la libertad de poder elegir  a donde recurrir y hay unas pérdidas de competencias, adquiridas después de muchos años, que no son fáciles de reponer. 

Es fundamental entender que la severidad  de las pérdidas, determina la estrategia de cambio, la velocidad para actuar y que tan lejos se puede ir.   La falta de sensibilidad de Petro hacia las pérdidas también es un gravísimo error que está cometiendo y que aumenta la resistencia a sus propuestas. 


Creo que ya debe de ser muy claro para el lector, que todas  las consideraciones  planteadas por Heifetz, para liderar cambios profundos en la sociedad,  claramente brillan por su ausencia en la gestión que el  gobierno de Petro ha realizado hasta la fecha. 


En resumen, es evidente  que quien hoy ocupa la primera posición de autoridad en el país,  no sabe cómo liderar los cambios que le quiere imponer a la sociedad colombiana. Los problemas  que busca resolver con  sus propuesta, los está enfocando como si  fueran técnicos, cuando son eminentemente adaptativos. 


Además, de descalificar y atacar a quienes no están de acuerdo con sus propuesta, está desconociendo las pérdidas que estas pueden generar y e ignorando olímpicamente las cosas buenas  qué habría  que conservar. Hay que añadir   que no ha sido capaz de explicar, qué hay de innovador en sus propuestas, como  la de un modelo de salud centralizado,  que nos devuelve a los horrores del pasado.



A las fallas anteriores se suma otra muy grave. A pesar de que la incapacidad del Estado es proverbial y que mina cada vez más la confianza de la sociedad como lo demuestran las encuestas, este tema no se tiene en cuenta cuando Petro busca la estatización de la economía y la sociedad. De prosperar su intención,  veríamos  que la cultura del atajo y la informalidad se  disparare. 

La confianza es un ingrediente vital para que una sociedad funcione. Este tema parece que no está en el radar  de Petro, cuando todas sus acciones y propuestas la están minando en sus cimientos.


Esta actitud debilita aún más su capacidad de liderazgo  y la de sus pupilos. Se han dedicado con sus excesos retóricos, intransigencia, incumplimiento a lo acordado, a demoler  la confianza en su capacidad de llevar a feliz puerto, unas reformas que unan y no fracturen y polaricen aún más a los colombianos. 


Sus ataques diarios por Twitter, producto de su incontinencia verbal, han roto cualquier posibilidad de acercamiento con el sector privado. La desconfianza es mutua y va creciendo por minutos. Esta dinámica es de una inmensa gravedad para el país 


Quiero terminar con un comentario de Heifetz que me parece relevante 


“Quienes hemos sido afortunados y formamos parte de una élite en la sociedad, tenemos la responsabilidad de liderar un proceso que permita invertir tiempo para restablecer la confianza en la sociedad, para volver a tejer los hilos del tejido social que están rotos. Son lazos laterales en las comunidades pero también verticales con las autoridades para que sean más sujetas de confianza y no polarizar más .”


Y para hacerlo, quienes queremos aportar para enfrentar esta situación desde el sector privado, tenemos que recordar que el primer paso es determinar la naturaleza del problema adaptativo que tenemos. Acaso es ¿enfrentar en los mismos términos de descalificación propuestos por Petro ? O será ¿acercarnos a la base de la población, escucharlos y trabajar con ellos, para demostrarle a la sociedad colombiana que, el sector privado es parte fundamental de cualquier cambio y no parte del problema, como Petro nos quiere pintar con su narrativa? . 


Definido la naturaleza del problema, que claramente no es tecnico sino de un alto nivel de complejidad adaptativa, se debería definir un propósito superior soportado en una estrategia para liderar el proceso. Es un gran reto adaptativo, porque implicaría unos cambios de actitud y de comportamiento muy grandes de parte de quienes hoy presiden muchas de las organizaciones privadas del país, grandes, medianas y pequeñas que se sumarían a la iniciativa.


Motores de Esperanza es una propuesta concreta, que ya está en marcha, y que hoy ya cuenta con el apoyo de 20 organizaciones, donde es posible comenzar un camino que aporte una narrativa positiva y distinta para el país. Quienes estén interesados escríbeme a mi correo fmanrique@mac.com . Ver mis blogs de las últimas semanas 












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