Hay temas invisibles cuyos efectos son significativos pero que cuesta mucho que se conviertan tópicos relevantes para una sociedad. Este es el caso del papel que juegan las emociones en la conformación de una partitura cultural que envuelve y determina las decisiones, las acciones y los comportamientos de la gente.
Este fue la presentación que hice esta semana, en al Foro de Prosperidad Compartida de la Asociación de Fundaciones Empresariales ( AFE ) donde un tema central era el papel de la confianza en el desarrollo del país. En este blog voy a compartir con mis lectores algunos de los principales apartes de mi intervención, por considerar que tienen mucha relevancia en la actualidad y hacia el futuro.
Inicié mi intervención mencionado que, el tema de las emociones, puede ser incómodo para algunas personas para quienes la racionalidad es la que se necesita para interpretar la realidad. Lo interesante es que dos invitados que me precedieron , Esteban Guerreo desde el papel que están jugando las redes en sembrar la desconfianza , y Carlos Scartascini del BID mostrando la importancia que hoy le asigna esa institución al papel de la confianza, desde ángulos opuestos, me sirvieron para darle más fuerza a mi presentación posterior.
Para iniciar mi intervención compartí una definición de liderazgo, cultura , emociones y confianza , que son conceptos centrales de mi intervención. .
El ejercicio del liderazgo, es un proceso que permite , inspirar , orientar y conducir a las personas para sacar de ellas su mejor versión, que les permita enfrentan cambios complejos, desafiando sus valores, hábitos, lealtades, forma de pensar y sin poder ofrecer las respuestas que la gente espera, y en cambio, si muchas preguntas. Es una invitación para que sean corresponsables de generar las transformaciones que necesitan enfrentar colectivamente
La cultura, se entiende como el conjunto de actitudes, supuestos, creencias, valores y normas compartidas por los individuos de una comunidad, que les da un sentido de identidad, pertinencia y de interpretación común de la realidad, que impacta en sus comportamientos individuales y colectivos. Y recordando a Peter Drucker, la cultura se come a la estrategia al desayuno.
Las emociones son respuestas o reacciones fisiológicas de nuestro cuerpo ante cambios o estímulos que aparecen en nuestro entorno y en nosotros mismos, nos predisponen para la acción, guían el razonamiento que afecta nuestra decisiones y afianzan nuestras creencias. Las emociones explican nuestros comportamientos inconscientes, que a su vez conforman la partitura cultural de una comunidad o de un país. Su rol es uno de los descubrimientos más importantes de la neurociencia en la últimas décadas
La confianza se define como la expectativa que tiene una persona o una comunidad, de tener la esperanza de contar con unos comportamientos honestos y colaborativos , que son la base del capital social, incorpora factores culturales que nos predisponen a tomar riegos con otros. Entre más confianza, hay una mayor disposición para lograr acuerdos sostenibles en el tiempo, como por ejemplo, sobre un propósito superior.
Hay elementos del entorno (volátil, ambiguo, incierto, complejo) que han incidido, así como una acumulación de problemas antiguos y emergentes, vacíos de liderazgo, cambios demográficos acelerados, entre otros, que han contribuido a moldear el entorno actual, pero mi hipótesis es que hemos desarrollado una emocionalidad que ha impactado y creado una cultura inadecuada que nos impide responder a los retos del momento actual. No somos capaces de crear conexiones emocionales sanas que afectan la calidad de las decisiones que tomamos. Juan Carlos Echeverri, en un artículo reciente decía, que es necesario un cambio en la cultura económica del país, sin la cual poco servirían las estrategias tradicionales.
Con un elemento adicional. Las emociones y la cultura son factores invisibles, de los que no se habla y difíciles de nombrar; por ende, incidir sobre ellos y relacionarlos como las causas raizales de los grandes problemas que tenemos en la sociedad colombiana.
El mapa emocional que hoy vemos en Colombia está acompañado de palabras como miedo, apatía, cinismo, odio, tristeza, venganza, envidia, animosidad, desprecio por la diferencia que producen desesperanza y desconfianza. Es decir, esta es es la partitura cultural actual que, está siendo promovida y amplificada desde las redes sociales, como nos lo demostró Esteban Guerrero ayer, para manipular la emocionalidad de los colombianos. ¿No llegó la hora de reconocerlo y hacer algo al respecto?
¿Cuál es su impacto en la cultura?
- No existe un relacionamiento productivo, lo que se ve reflejado en: una pérdida de valores; la dificultad de lograr un propósito colectivo y llegar a consensos; el gestionar los conflictos positivamente; el miedo al futuro que genera parálisis; las relaciones que se rompen; la descalificación del otro y de la diversidad; y la actitud anestesiada de actores importantes de la sociedad. Se ha creado un entorno que nos está castrando la capacidad de soñar .
Todo lo anterior, promueve el cinismo e impide trabajar colaborativamente en la solución de problemas complejos con un sentido de corresponsabilidad y de urgencia.
- No hay un entorno político adecuado para la creación de valor público y bienestar general: tenemos una cultura política de odios y confrontación, de descalificación de actores y aportes; se ha arraigado una cultura del dinero fácil que premia al vivo y los atajos; hay una crisis ética que ha normalizado prácticas que promueven la corrupción, la impunidad y los abusos de poder, la indiferencia, minando las capacidades institucionales que soportan la democracia. Es decir una cultura “traqueta”. Nuestra cultura actual refleja la emocionalidad negativa mencionada atrás .
Entonces hagámonos la siguiente pregunta : ¿para que nos sirve entender el poder de las emociones?
- La emocionalidad nos puede servir para explicar, tanto los acontecimientos históricos, como las dinámicas actuales. También impacta la calidad del relacionamiento entre las personas y afecta el diseño y funcionamiento institucional. Pero hay mucho más, y voy a detenerme un minuto para explicarlo mejor.
- Hoy es cada vez más claro, el papel de las emociones individuales y colectivas en la conformación de patrones culturales. Las ciencias del comportamiento y la neurociencia moderna, desde la publicación del libro “El error de Descartes” de Antonio Damasio en 1994, estudiando pacientes con muchas dificultades de manejar sus emociones, se sumaron numerosos estudios profundizando la incidencia de estas en las conductas y las malas decisiones, mejorando nuestra comprensión de este tema tan importante .
- Estos trabajos han demostrado de manera contundente, el impacto de la conexión entre las emociones y la razón. Por ejemplo, la emoción de la euforia, tienen el poder de aumentar los niveles de testosterona y dopamina, validando nuestra creencia de que somos invencibles. Esto nos nubla el buen juicio, y nos impide ver o escuchar las advertencias de riesgos. Esta emoción ha estado detrás de las grandes burbujas en los mercados financieros.
- El problema no es la emoción en sí, es el no tener conciencia de ella, el no aprender a nombrarla para gestionarla y poder conversar con ella, para ponerla en perspectiva, como lo sugiere el profesor Marc Brackett de Yale. Nombrarlas y poderlas expresar, nos permite regular mejor nuestro mundo emocional.
- El conocimiento y control emocional, es esencial para tener una vida equilibrada y exitosa. Está en el centro del arte de las conexiones humanas y de ser personas más efectivas racionalmente. Es un tema apasionante que vale la pena profundizar y entender mejor.
- Desafortunadamente, en los últimos treinta años, esta nueva realidad o paradigma, no ha tenido la divulgación requerida en el mundo empresarial y posiblemente en el educativo. No nos han enseñado las habilidades para manejar nuestro mundo emocional. El poner la luz en este tema, es el propósito de esta presentación que quería hacerles en el día de hoy.
- El resultado, es que cada país termina adoptando, de manera inconsciente, un arreglo emocional determinado ¿hacia dónde creen ustedes que estamos moviéndonos como sociedad? ¿Hacia uno entorno de emociones que construyen una cultura para el desarrollo, o hacia emociones que crean una cultura que obstaculiza el desarrollo?
- Lamentablemente, esta emocionalidad afecta el relacionamiento productivo y la cultura política, y se premia a quien más promueve una emocionalidad negativa (el odio, la lucha de clases. ¿les suena familiar?), por esta razón hoy nuestra democracia está en un altísimo riesgo
En mi próximo blog complemento lo aquí expresado y que podemos hacer al respecto..
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