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Finalmente se firmó el acuerdo con las FARC. Por esta razón, en  las próximos semanas, me propongo oír la letra de la canción de Julio Igles...

viernes, 13 de junio de 2014

El escenario que enfrentará el próximo presidente

Estoy escribiendo este blog el viernes, a dos días de la segunda vuelta, cuando se definirá quien va a ser el próximo presidente de Colombia a partir del 7 de agosto. Como están las cosas, esta contienda se va a dirimir posiblemente, por un margen muy pequeño. La gran incógnita será el papel de la abstención, que en la primera vuelta, fue el verdadero ganador con el 60%. Alrededor de 19 millones de colombianos, tomaron la decisión de no pronunciarse en las urnas.

En esta segunda vuelta, si este comportamiento se repite, su impacto será muchísimo más grave por lo que está en juego: dos visiones de país y un sociedad profundamente dividida en sus elites políticas, como no había estado desde la nefasta época de la Violencia en los años 50.

Para que calibremos bien el problema. Por Zuluaga votaron el 11.8% de los ciudadanos elegibles de este país. Por Santos lo hicieron el 10.5% !!!!. Si este resultado se repitiera en la segunda vuelta, tendríamos una situación tremendamente preocupante para la democracia colombiana: la elección de su cabeza por "una inmensa minoría". Estaría en juego, nada más y nada menos, que la legitimidad del mandato y la gobernabilidad del Gobierno, que debe de convocar a los colombianos en los siguientes cuatro años



En mi blog anterior, proponía que la realidad colombiana se debe ver como un vaso medio lleno y no medio vacío. Invito al lector, si no lo ha hecho, que vea ese blog para continuar con esta lectura, porque le da un mejor contexto. Desde esa perspectiva, veo muy positivo un resultado inesperado, que ha generado la confrontación propiciada por Uribe, en contra del proceso de paz y de sus ataques contra Santos: El despertar del letargo de un grupo de personas, que se han dado cuenta del tamaño de la apuesta histórica que está en juego, en estas elecciones en Colombia.

Me ha llamado poderosamente la atención, que en esta semana, comentaristas de vertientes ideológicas muy distintas que han escrito en los diferentes medios, han convergido en un punto de encuentro común: lograr avanzar en el proceso de paz SI es una opción fundamental para Colombia. A ese coro creciente de una parte de la sociedad, se le han sumado manifestaciones de apoyo internacional, de gobiernos  que representan posiciones ideológicas muy distintas, como es el caso de Venezuela y los Estados Unidos.

Igualmente, es bien motivante observar, el interés creciente de personas extranjeras, que me han ofrecido su apoyo a la iniciativa de innovación al servicio de la paz, que he venido liderando desde hace varios meses. Tengo casos recientes de altos ejecutivos de empresas multinacionales, dispuestos a ofrecer parte de su tiempo para este fin, porque creen que es el camino que Colombia, se merece después de tantos años de violencia y muerte.

Pero también, parece que hay un despertar de una mayor conciencia y de un rechazo, contra el nivel vergonzoso de pugnacidad, de insultos y de uso de medios totalmente cuestionables al que se ha llegado en la presente campaña. Se comienza a entender el profundo daño que le ha hecho a la sociedad colombiana, la cultura "del fin que justifica los medios" y del "todo vale". Se está entendiendo que estamos jugando con fuego y comprometiendo en materia grave el futuro sostenible del desarrollo de nuestro país.

Pero sobre todo, veo una preocupación creciente de una realidad que no se vivía en este país, desde la época de la confrontación fratricida entre liberales y conservadores: la agresión y la intolerancia en reuniones sociales y familiares cuando se trata el tema político. La pasión y el fanatismo, son dos palabras que caracterizan esta preocupante realidad en la sociedad colombiana.

Quien sea finalmente elegido este domingo tendrá en sus manos dos caminos y una sola realidad. Los caminos son muy claros: mantener el curso de polarización y agresividad, o buscar sanar las heridas abiertas. La realidad, es que la sociedad colombiana necesita ser convocada alrededor de un propósito superior, que le permita escribir el nuevo capítulo de su historia. Sin este requisito, la gobernabilidad de las próximos cuatro años va a ser muy difícil.

En esas condiciones, ya sea Santos o Zuluaga, ejercerán la  presidencia en una posición de gran debilidad. Veamos el escenario que enfrentaría cada uno a partir del 8 de agosto. Cambiar  esa realidad, implica una inmensa capacidad de liderazgo del futuro inquilino de la Casa de Nariño, condición que ninguno de los dos ha demostrado hasta ahora durante esta campaña. Veamos.

Si es Santos, claramente continuará adelante con el proceso de la Habana. Sin embargo,  tendrá un reto muy complejo para culminar esta etapa y lograr tener una Colombia donde todos podamos vivir en paz: validar en un referéndum los acuerdo logrados con las FARC, pero con Uribe en el Senado, desatado, buscando descarrilar a todo costo el proceso.

Y mientras tanto, sin un mandato claro y contundente en las elecciones, como posiblemente pudiera pasar, tendrá una posición  débil  para enfrentar varios  de los temas críticos y pendientes de una agenda nacional,  como son la reforma de la Justicia, la Educación y la Salud. Pero también, la Política de Innovación, que es la gran huérfana de esta bochornosa campaña política.

Si es Zuloaga el elegido, tendrá igualmente un gran problema en sus manos. Probablemente, llegara a la Presidencia sin un mandato contundente. Hoy, a diferencia de hace doce años, hay un grupo muy diverso de la sociedad, que estamos convencidos de la futilidad en el uso indiscriminado de la fuerza, para acabar con las FARC. Pero también, que hay mucho más conciencia de las consecuencias nefastas de la visión autoritaria de su mentor, y los métodos utilizados por este, durante su segundo mandato.

A nivel internacional, igualmente se corre el gran riesgo, de que se vuelva a aislar a Colombia. Como  tendrá una mayoría en su contra en el Congreso, el trámite de sus proyectos prioritarios, se enfrentarán con una gran oposición. Le estarán cobrando las heridas producidas durante su campaña política y por la animadversión contra Uribe en el Senado. Y para rematar, al romper el proceso con las FARC, estas le van a cobrar con sangre y fuego su decisión. Curiosamente, con esta dinámica, volveremos al pasado y se tendrá la justificación para reforzar la visión de Uribe, ahondando aún más las divisiones en la sociedad colombiana.

Hasta ahora no he escuchado a ningún comentarista escribir sobre que pasaría a continuación de la elección. Lo que si estoy seguro, es que se avecinan tiempos muy difíciles hacia delante con un gran impacto para la sociedad. ¿Qué podría cambiar este escenario? . Sólo un acto de grandeza entre Santos y Uribe, que hoy representan dos visiones muy distintas para Colombia, que resuelvan sentarse y dar un ejemplo de cómo  encontrar puntos comunes, a pesar de sus grandes diferencias. En ese escenario simbólico, si se podría hablar de que la paz es posible en nuestro país.

Y habrá un bono adicional en el escenario que acabo de describir. Recuperar la posibilidad de poder volver a conversar civilizadamente sobre política en reuniones sociales y familiares, sin correr el riesgo de ser agredidos o descalificados de manera irracional.

A continuación, adjunto unos correos que me llegaron y que me solicitaron divulgar a través de este blog.

Lo que esta en juego...

Quedè sorprendido con el talante agresivo y camorrero de Zuluaga en el ultimo debate del lunes pasado. Solo le falto agarrarle y torcerle el cuello a Santos...
OJO! Eso será lo que le espera a Colombia en el caso de que Zuluaga llegue al poder. Peleas con todo el mundo... al interior del país y hacia afuera...
Yo voté por Uribe en 2002 y 2006. Le agradezco mucho lo que hizo por el país. Vote por Santos en 2010 por que apoyaba las tesis de Uribe y NO ME SIENTO TRAICIONADO HOY.
Santos ha sido leal a Uribe y a los que votamos por el. Ha mantenido las mismas tesis del Centro Democratico en cuanto a seguridad , inversión y enfoque social. Es mas, creo que ha superado al gobierno de Uribe en todos esos campos.(En seguridad por ejemplo 52 cabecillas de las Farc dadas de baja en su gobierno!!!)
Lo que ocurre ahora es que llegó el momento de la paz. Y eso no quiere decir que Colombia se vaya a convertir en una Venezuela o en un país comunista ni que vaya a haber impunidad a cambio de paz. Este sera un proceso dificil en el que todos tendremos que exigir que se haga justicia y al mismo tiempo, aprender a perdonar
Hay que apoyar a Santos por que es el único presidente que ha logrado llegar tan lejos en la guerra y tan cerca de la paz...."

Santiago Pardo Schlesinger

He decidido escribirle con el riesgo de boletearme ... Igual, a la lata!!!

Le escribo para pedirle un favor: aunque ya haya decidido su voto para este Domingo, por favor déle una segunda vuelta a su decisión. Por favor vote habiendo escuchado lo que otras personas están mostrando de las campañas.

Una serie de periodistas ha escrito mejor que yo sobre aspectos que no se ven a simple vista, recuerdan la historia reciente, o ayudan a distinguir lo que son mentiras buscando votos de críticas con fundamento.

Personalmente, veo la campaña de Zuluaga apelando al lado más pasional, violento y frustrado que todos los colombianos podemos tener. Veo en las conversaciones de gente amiga una polarización que no recuerdo. Se de conversaciones de gente muy cercana a Uribe y Zuluaga en las que ya hay planeados ajuste de cuentas con medios, justicia y otros.

Hacer política recurriendo al enfrentamiento puede ser súper rentable para conseguir votos, pero es muy destructivo para el país. Colombia sigue necesitando de orden, pero es muy distinto el orden que se crea con leyes y acuerdos, al orden que es impuesto a la fuerza por unos cuantos. Es distinto el orden que se produce por convicción y un cambio de cultura (como lo lograron Mockus y Peñalosa en Bogotá) al orden impuesto por el miedo al matón del curso. Le temo a ese orden pues da lugar a abusos y es fuente de corrupción y favorecimientos. Ejemplos hay muchísimos!

Santos no es la panacea, pero creo que entre las dos opciones, por lo menos esta dispuesto a ser confrontado y cuestionado. La posibilidad de un país en proceso de maduración sigue siendo posible. Y hay muchos resultados económicos, internacionales, en el tema de paz, en cultura democrática que no pueden ser negados tampoco.

Respeto cualquier opinión política que usted tenga, y es la primera vez que decido pedirle a mis amigos que por favor piensen muy bien su voto del Domingo. Después de revisarlo mucho yo he decidido votar por Santos, quiero que Colombia se parezca más a una persona que diga con responsabilidad que esta aprendiendo a hacer paz en medio de diferencias y conflictos, que a la loca de las naranjas. (Aunque muchas veces me han dado ganas de cascarle a unos cuantos, se que el mejor camino no es con violencia, y lo tengo que practicar conmigo mismo en muchas ocasiones).

Me he preguntado varias veces: si fuera un error votar por Santos, cuales serían las consecuencias? si fuera un error votar por Zuluaga cuales serian las consecuencias? Y me da pánico que mi error sean 8 años de violencia y polarización en Colombia. Creo que en estas elecciones hay más en juego de lo que vemos de entrada, implica dos modelos de país, y la consolidación de una cultura violenta o una cultura que aprende a ser responsable.

Un abrazo y muchas gracias por su tiempo.

Juan Pablo


1 comentario:

  1. Santiago ,Juan Pablo y Francisco ,
    sus escritos no podían ser mejores , cualquier adición sobra , esta muy claro que la ruta es la paz y la conciliación entre todos.
    El domingo estaré votando y espero que muchos mas vayan y sean responsables con este país. No se aceptan criticas ni comentarios de quienes se queden en sus casas !
    Gracias por sus escritos.
    DM.

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