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Finalmente se firmó el acuerdo con las FARC. Por esta razón, en  las próximos semanas, me propongo oír la letra de la canción de Julio Igles...

sábado, 1 de junio de 2013

Víctima o victimaria I y II parte



Blog de FM : ¿Víctima o victimario? La otra cara del conflicto armado en Colombia I Parte

"Tenía 11 años , vivía en Barrancabermeja y en esa época , las muertes violentas eran el pan de cada día. Salí de la casa de mi abuelita a comprar un pan , cuando unos hombres me pararon, y de manera violenta , me subieron a un camión. En este vehículo iban otros 50 niños y niñas como yo. Nos amenazaron con matar a nuestras familias, si no guardábamos silencio mientras pasábamos un retén que había montado la Armada Nacional ".

De esta manera inicia el relato una mujer llamada Marta, que hoy tiene 27 años y que fue raptada por las FARC, para engrosar  las tropas de ese grupo guerrillero. Por más de una década, esta persona vivió un drama que estremece. Su situación es lamentablemente similar a la que han vivido miles de personas, que como ella, han tenido que sufrir el secuestro por parte de este grupo guerrillero.

Hoy, cuando se desarrollan las conversaciones en la Habana, quiero tomar este testimonio, como un reconocimiento a estas personas. Ellas también han sido víctimas del conflicto armado que ha padecido la sociedad colombiana por más de seis décadas de violencia y muerte sin sentido. Pero en especial, quiero resaltar el inmenso dolor y daño, que le han causado a las mujeres que han sido arrastradas al centro de este desastre y que merecen reconocimiento, comprensión y solidaridad.

El relato que paso a compartir, fue construido a partir de unas notas que tomé de una presentación hecha por esta valerosa mujer. Tuvimos la oportunidad de escucharla con un grupo de amigos en una reunión muy impactante, donde ella fue capaz de presentar su vivencia, a la que lamentablemente la mayoría de la población urbana de Colombia, le ha volteado la espalda.

Cuando se escucha un relato, como el que voy a compartir con mis lectores, las emociones  son muy fuertes y contrapuestas. No es fácil verse en el espejo de la realidad y aceptar que llevamos demasiados años tolerando algo que  nos envilece y ante lo cual, no podemos seguir siendo indiferentes.

Y el relato continúa..

" Eran las 5 am cuando llegamos al campamento de las FARC. No sabía donde estaba. Un niño, de unos nueve años, con un fusil más grande que el, nos dio la bienvenida. Mi sorpresa fue grande cuando vi a más de 300 niños como yo. Nos alinearon y un comandante nos dijo que íbamos a ingresar a una guerrilla, que tenía como objetivo defender al pueblo, y que por esta razón, debíamos sentirnos orgullosos de haber sido seleccionados."

"Inmediatamente que llegamos comenzó nuestro adoctrinamiento y para mi el calvario. Tengo un recuerdo que no me abandona. A los dos o tres días de nuestra llegada al campamento, un comandante me sacó del grupo y me llevó a un cambuche donde me violó, me golpeó y posteriormente me amarró. Allí duré una semana. Esto marcó mi vida y desde ese momento, hice el propósito de volarme a la menor oportunidad ."

"Este episodio me volvió a abrir una herida muy profunda que llevaba en mi alma: cuando tenía 7 años había sido violada por un tío, sin que hubiera podido hacer nada. Esa misma sensación de impotencia fue la que reviví, a manos de ese comandante en la selva "

"Me recuerdo que fui siempre la más rebelde dentro del grupo. En alguna oportunidad les cuestionaba a los comandantes el porqué se atrevían a quitar un hijo o hija a una madre, y no puedo olvidar su respuesta : todas las familias deberían dar su cuota.. Al haber sido violada tan pronto llegué al campamento, me di cuenta que era la regla y no la excepción. A pesar de mi corta edad, comencé a comprender muy temprano, cual era la cuota que las mujeres teníamos que pagar, para estar en este grupo guerrillero."

"Por estas experiencias de abuso sexual siendo tan joven, aprendí a odiar a los hombres. Todos los días se veían muchos  atropellos, a los que nos sometían como mujeres, independientemente de nuestra edad. Quienes logramos sobrevivir es porque tuvimos que exponer nuestros cuerpos a todos los hombres del grupo y aceptar pasivamente sus abusos ."

" Yo tenía un sueño: tener una celebración muy especial el día que cumpliera quince años. Sin embargo, eso no sucedió así y ese día lo recuerdo con horror. Un comandante abusó de mi y me maltrató de tal manera, que me tomó un mes para poder volver a caminar. En esa ocasión quise quitarme la vida porque ya no aguantaba más. No lo hice, pero juré que desde ese momento nadie más volvería a abusar de mi."

A pesar de querer borrar de la memoria el momento, todavía veo la película como si fuera hoy.   El día de mi cumpleaños, un tipo llamado Marlo se emborrachó, me golpeo  y quedé inconsciente. Al despertarme, vi que tenía heridas en mis piernas. El tipo se reía. Yo sabía que consumía base de coca, con la que se volvía loco. Lo más duro fue ver que mis compañeros presenciaron los hechos y no hicieron nada. Me acuerdo que yo pensaba:. Te separan de la familia, te obligan a cargar una arma y a matar a otra persona. ¿Que más querían de mi?. Esa fue la cruz que cargué mientras estuve en las FARC.

" Ahora, que han pasado 15 años desde que me vi envuelta en esta vorágine de locos, me impresiona recordar que una violación no le acarreaba al comandante responsable ninguna sanción, y sin embargo, si un compañero se cogía un cuarto de panela, sin permiso, su acción se penalizaba con la muerte. La misma pena se le daba a quien tratara de desertar. "

" Estoy segura que muchos de mis compañeros que hoy quedan en las FARC, darían cualquier cosa por desertar. La razón es muy sencilla: hay muchos abusos, maltrato y crueldad. Les doy un ejemplo. Por mi capacidad de expresión me nombraron en el grupo que manejaba la emisora de las FARC en la zona. Yo asumí una actitud critica ante los abusos de los comandantes y por esta razón fui amarrada a un árbol por tres días, expuesta a uno de los tres Concejos de Guerra a los que me sometieron por ser la mas rebelde entre un grupo de rebeldes. De esa experiencia me salvé".

" El peor error que uno puede cometer en las FARC es mostrar sus sentimientos o su vulnerabilidad. A quien se le percibe como una persona débil, le caen encima sin contemplación.

"Para qué ustedes vean a que extremo llega uno en estas condiciones, les cuento una anécdota. A los dos años, mi mamá se enteró de que había sido secuestrada por las FARC. Después de muchos peligros, logró que la llevarán al campamento donde yo me encontraba. Cuando ella llegó, yo había sido violada el día anterior y había recibido una golpiza que me había desfigurado mi cara. Como había aprendido a ocultar mis sentimientos, me vi obligada a mentirle a mi madre sobre la situación. Sabía que si le contaba, posiblemente las dos no saldríamos vivas ese día. Me tocó inventarme un cuento para explicarle mi estado y omitir lo que me había sucedido en realidad. Aprendí que la mujer para los hombres de las FARC, es un objeto sexual que sirve ademas para matar y para cocinar".

"Cuando mi mamá se fue, mi corazón también partió con ella. En ese momento es cuando mi vida realmente cambió. Pasé de ser una niña que había jugado con las muñecas, a una mujer de 13 años que iba a la línea de fuego a matar. Lo que me impresiona hoy en día, es recordar que mis compañeros tenían una edad similar. Y quien nos disparaba del otro lado, no veían en nosotros unos niños, sino unos enemigos a los cuales tenían que exterminar."

" Años después me enredé con otro comandante con quien quedé embarazada. Era mi segundo embarazo. Yo quería tener a mi hijo y por está razón me vi enfrentada con el  padre de mi mi futuro bebe. Para él mi embarazo era un problema y quería que yo abortara. La razón : había tenido un hijo con otra mujer y el mio sobraba.  En medio de la discusión le dije:

- "Cuando usted mate a su hijo, yo mato al mío".

"De hecho, me enviaron a un sitio donde llevaban a personas en mi misma situación. En este lugar, uno sólo día podían realizarse más de cien abortos. Pero yo me negué de nuevo. Ya para esa época yo tenía rango en la guerrilla y logré que el Comandante del campo me diera su apoyo. Sin embargo, el que era el padre de mi hijo, con el propósito de hacerme perder el niño, se las ingenió para que yo tuviera que cargar dos equipos de campaña en vez de uno, me dieran los turnos más largos de guardia, cargara bultos de iraca, etc. Por estos abusos me dio preeclampsia. Estuve inconsciente por casi dos semanas , logré sobrevivir y finalmente mi hijo nació bien."

"Después de todo el dolor que sentí y de la lucha que tuve que dar para poder tener a mi hijo, me enteré que habían tomado la decisión de regalarlo a unos extranjeros. Para las FARC los hijos de las guerrilleras son un problema, eso explica el porque tienen el sitio del aborto, que les mencioné. Por esta razón, como había hecho con mi primera hija, con la ayuda de unos campesinos logré sacar a mi bebe y enviarlo a donde mi mamá. "
En el próximo blog continuo con el relato estremecedor de esta mujer que representa la otra cara de conflicto colombiano, que hoy se está tratando de resolver en la Habana.


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Blog de FM : ¿Víctima o victimario? La otra cara del conflicto armado en Colombia II Parte


En mi blog anterior comencé a compartir con mis lectores, el testimonio de Marta, quien por más de once años, estuvo en la guerrilla de las FARC. Cuando apenas era una niña de 11 años, fue raptada de manera violenta por este grupo criminal, para engrosar las filas con más de 350 personas como ella, bajó el pretexto de que eran los aportes que deberían dar las familias, para apoyar a la revolución.

Esta degradación del conflicto, ha causado un daño muy grande. A personas como Marta, se le privó de la niñez y de su juventud, se les lavó el cerebro y se les enseñó a matar. Son miles de familias que perdieron sus hijos de esta manera y su efecto es irreparable. Pero igualmente grave, es el atropello al que han sido sometidas miles de mujeres , que como ella, han visto pisoteada su dignidad. Este es uno de los temas más difíciles, que al igual que los paramilitares, las FARC van a tener que pedirle perdón a la sociedad colombiana.

Y siguiendo con el relato de Marta sobre otros temas continuo..

"El proceso de adoctrinamiento en la Guerrilla es muy duro. Usan películas como "Voces Inocentes" para grabar en la mente de los niños, que un soldado es su enemigo. Por esta razón, cuando a uno lo envían al combate, lo hacen con una sonrisa  como si todos nos  fuéramos a un juego de párvulos. Pero muy pronto aprendí cúal era la diferencia: en este juego uno podía realmente perder su vida.

"Hubo un episodio que me tocó vivir a los pocos meses de llegada y que no puedo olvidar.  Un día nos enviaron a una misión en la que nos vimos atacados por 13 helicópteros y tres aviones Kafir de la FAC. Usted no se imagina lo que es correr perseguido por las balas. Ese día comprendí que el tema era en serio y que en este juego, repito nos estábamos exponiendo a perder la vidas".

"Estar mirando en un minuto a su compañero a los ojos llenos de terror, y al minuto siguiente, verlo tirado muerto por una explosión, o un disparo, es una experiencia que no se puede olvidar y lo marca a uno para siempre. Por esta razón,  ese día lo llevo gravado en mi memoria. Tampoco puedo olvidar, que en ese combate, murieron 15 de mis compañeros con edades similares a la mía."

"Para conocer como son las FARC, después de once años de haber vivido en ellas , se necesita pasar por experiencias muy dolorosas. Una vez se corrió la voz, que en una cooperativa cercana, habían delatores que estaban con el Ejército. Me llevaron con un grupo a realizar una acción ejemplarizante. Teníamos la información que los niños y jóvenes de la zona eran colaboradores, y por lo tanto, ellos tenían que pagar por haber  ayudado al enemigo.

"El resultado fue aterrador: 150 personas pagaron con sus vidas, la mayoría de ellos eran personas de mi edad. Lo más impresionante es que esta matanza atroz, no se conoció en el país. Yo me pregunto: ¿ cuántos miles de personas como ellos, han desaparecidos, y de los cuales no se volvió a saber?. ¿Dónde estaban los medios de comunicación? Y dónde estaba el Estado?. Me acuerdo que por experiencias como estas, cuando yo ya tenía trece años, le pedía a mi Dios que me muriera."

"Pero las FARC, al igual que los paramilitares, sabían que estas acciones tenían un propósito : infundir terror. Y es que mediante estos métodos violentos se doblega a la población, se compra su obediencia y su silencio. Por esta razón, los campesinos de a zona donde yo estaba, vivían en estado de permanente inseguridad."

"Sobrevivir en este ambiente requiere que uno use la astucia rápidamente. Por esta razón entendí que, la manera de sobresalir, era aprendiendo sobre las FARC.
Comencé a leer mucho sobre ellas: el reglamento de las FARC, los diez puntos de la plataforma, etc. Quería saber de donde venían y para donde iban. Por esta razón me gané la confianza de mis superiores y  logré que me metieran  a ser locutora en Voz de la Resistencia. Aprendí a comunicar, porque tenía un espacio cultural donde se buscaba que las tropas aprendieran de personajes históricos de Cuba , Venezuela, y en general, todo lo que tenía  relación con la Revolución"

"La rutina en los campamentos era siempre la misma. La hora de levantarse era a  las 4:45 am, se recogían  las pertenecías y se formaba a las 5 am.  A las 5:30 se tomaba tinto y después se hacía ejercicio . Más adelante se leía el orden del día: hacer la rancha, corte de leña, etc. Después venía el almuerzo, y por la tarde a las mujeres nos  hacían  quitar la ropa, para llevarnos a la arena ardiente por el sol, para arrastrarnos por el suelo. De estos ejercicios siempre salíamos heridas hasta que al final, uno aprendía a insensibilizarse y a aceptar. Los domingos de 7 am a 8 am, era la única hora en la semana, cuando nos permitían alguna diversión."

"Hay algo que siempre me llamaba la atención. Cuando alguien desertaba, las FARC lograban que  los campesinos, a quien ya tenían concientizados, los enviaban a buscar al prófugo  para luego someterlo a un Consejo de Guerra,  y posteriormente lo llevaban a su ejecución."

" En el sur de Bolívar hay un sitio que se llama Puente de Piedra. En esa zona, las FARC tenían un criadero de caimanes. Era el lugar ideal para deshacerse de sus enemigos o de los traidores a su causa. Los botaban al agua para que estos animales se encargaran de ellos sin dejar trazo alguno".

"Otra cosa que sorprende, es que muchos son los niños, que los propios campesinos, les entregan a las FARC porque no quieren asumir la responsabilidad de su formación. Recuerdo uno de estos casos...era un niño que tenía escasos ocho años. Cuando conversaba con él me confesaba su odio a la guerrilla, y que cuando tuviera la oportunidad, iba a regresar con una moto sierra para acabar con todos. Años después, formó parte de los grupos paramilitares que combatían en la zona del sur de Bolívar."

"Ahora que se habla del tema de tierras en el Proceso de Paz, les cuento que las FARC si tenía fincas en la zona donde yo estaba. En ellas se sembraba coca y alimentos. Las FARC se aprovechan que los campesinos no pueden comercializar, y por ello, se dedican a los cultivos ilegales. Lo primero les da mucho dinero. Lo segundo, es una medida preventiva para garantizar que el Ejército no los fuera a dejar cortados de aprovisionamiento para mantener las tropas."

"Estando en la guerrilla, alguien me llevó el mensaje, que mi hermano, quien era discapacitado, había muerto. Un grupo de paramilitares lo habían querido obligar a dejar a mi mama y a mis hijos. El se negó, lo golpearon y le metieron tres tiros, y después lo botaron en nuestra casa enfrente de todos. Fue mucha la rabia que me dio."

"A pesar de la violencia a la que fui sometida, y al odio que sentía por los hombres, tuve un amigo que me consentía y me prestaba de vez en cuando su hombro para llorar. Yo me enamoré de el.  Los dos habíamos sido compañeros en la escuela y nos acercamos mucho, el posteriormente logró desertar. Me lo encontré más tarde, cuando yo ya había logrado salirme de las FARC. Para ese entonces, nuestra relación se había terminado, pero yo aún  le guardo un gran cariño porque fue la única persona que cuidó de mi."

" La desigualdad entre los cabecillas y la tropa es muy notoria. Mientras a nosotros nos ponían a comer yuca por semanas, a ellos les daban buena comida todos los días. Como ya saben, los jefes grandes estaban al otro lado de la frontera con Venezuela o el Ecuador. Allá llevaban una vida de reyes mientras uno exponía su vida todos los días. Esto genera mucho resentimiento en la base."

"La vida en las FARC es muy dura y a uno lo someten a muchísimos abusos y humillaciones. Por esta razón, yo estoy segura que si, a uno le dan la oportunidad de escoger entre ir a trillar monte, o regresar a su familias, sin pensarlo dos veces, mis ex compañeros dejarían  las armas para escoger la segunda opción.".

"Una vida tan difícil lo hace a uno madurar como mujer a pesar de ser todavía una niña. Uno se endurece y se aprende a defender. Por esa razón cuando tenía 22 años, y ya con mando, un día me fui a un caño a lavarme el cuerpo. Uno de los jefes se acercó, y creyendo que yo no lo había oído, trató de nuevo de abusar de mi. Yo tenía mi pistola a la mano debajo de mi ropa, cuando este hombre me atacó, yo saqué el arma y le le di un balazo en una pierna. El sabía que su acto le podía acarrear problemas y trató de guardar silencio con relación al episodio. Sin embargo,  después del incidente, tomé la decisión de volarme inmediatamente porque sabía que no iba a salir viva de un cuarto Concejo de Guerra".

"Por la noche, estando de guardia, convencí a un muchachito de 13 años , para que nos escapáramos. Cogimos municiones, alimentos y un dinero, y emprendimos nuestra marcha en plena obscuridad. Por estar muy nerviosa, me equivoqué muchas veces de camino, a pesar de que yo conocía muy bien la zona. Como lo había previsto, mandaron gente a buscarnos, e inclusive me tocó enfrentar a tiros a una cuadrilla que casi nos alcanza".

"Finalmente, después de habernos llevado una chalupa y escondido en la rivera de un afluente del Magdalena, logramos evadir el cerco y llegar a un punto donde nos recibieron unos paramilitares. Corrimos durante muchos días para recobrar la libertad. Al principio pensamos que nos iban a matar, pero nos felicitaron por la determinación de desertar.."

"Después de unos meses, tomé la decisión de entregarme al Ejército con quien había sido mi compañero sentimental. No pude regresar a mi ciudad de origen porque sabía que allí me mandarían matar. Cuando deserté de las FARC, mi madre murió a los pocos días después de que yo la volví a encontrar. Al principio no me reconoció, pero en la última semana antes de morir,  recobró de nuevo sus facultades mentales y esa fue la última  imagen que conservo de ella."

" Con las FARC perdí mi niñez, mi juventud, mi hermano y a mi mamá. Durante once años, sólo un día el Estado trató de rescatarme. Llegaron muy cerca donde estábamos con más de 350 niños secuestrados, pero faltando metros para llegar, desistieron en el último momento."

"Yo podría odiar a todos, por lo que me pasó. Sin embargo hoy he pasado la página de ese capítulo de mi vida y estoy ayudando a ese mismo Estado que se olvidó de mi,. Es necesario que este pueda corregir su camino de manera que, a otros niños y jóvenes como yo, nunca más les toque vivir una experiencia similar a la mía."

"Hoy puedo decir sin dolor que, esos once años tan duros, me hicieron ver la vida diferente. Yo hubiera podido salir, y convertirme en una sicaria dura, ya que me había  formado para se parte  del cuerpo de Fuerzas Especiales de las FARC. El rencor de esa experiencia y el entrenamiento que tuve, daba para que yo siguiera por ese camino. Sin embargo, yo tenía dos hijos por los cuales luchar y hoy me siento orgullosa de haber logrado no caer en la ruta equivocada, que había sido la de menor esfuerzo. No es fácil haber resistido esa tentación y por eso me siento muy orgullosa."

La sociedad colombiana no ha aprendido a perdonar. A una desmovilizada, como es mi caso, se le ve con mucha sospecha, e inclusive, con mucho miedo. Se parte de la premisa, de que uno no puede cambiar. Pero hoy, me siento bien al demostrar que , teniendo la fuerza y la voluntad, si pude superar la pesadilla que fue mi vida pasada".
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"¿Qué aprendí?...Bueno, después de haber llevado una vida como la que he compartido, muchas son las lecciones que uno se lleva. Aprendí a superar la rabia que me invadió por muchos años.  Pero tal vez lo más relevante, fue darle mucha importancia a lo que uno tiene. También, aprendí que no se debe juzgar o señalar, lo importante es aportar, creer y  soñar. "

"Igualmente aprendí a hacerme muchas preguntas muy críticas sobre todo el proceso".

"Le cuento, que conociendo a las FARC por dentro, no creo en la negociación de Paz en la Habana, pero también,  rechazo el reclutamiento forzado de menores , como fue mi caso. Sin embargo me pregunto: ¿ cuántos más niños y jóvenes tienen que morir para tener la Paz en Colombia?. Comprendo que el éxito del proceso se logrará sólo si    las partes entienden que en la negociación siempre habrá algo que sacrificar."

Otra pregunta que me surge : ¿Cómo confiar en un Estado que también ha sido cómplice de la violencia???. ¿Dónde estuvo el Estado cuando me secuestraron?... ¿Qué estoy haciendo yo para ser parte de la solución?. Como respuesta a esa última pregunta, estoy ayudando al Estado a comprender lo que esta pasando desde la perspectiva de quien vivió y padeció a las FARC desde sus entrañas. Hoy creo en el Estado que me falló cuando era pequeña...no hay otra opción si queremos salir de esta vorágine en la que hemos estado tantos años."

Y para terminar este testimonio, Marta nos regaló una reflexión final : "El cambio lo hacemos si lo decidimos, tenemos que llegar con proyectos a las comunidades y no tirando piedra, escondidos detrás de unas capuchas...."

La entrevista del Espectador en esta semana, hecha a la holandesa, convertida en guerrillera y vocera de las FARC, me indignó por su falta de solidaridad con su género. Reconoce que hay mucho machismo en este grupo guerrillero, pero desconoce la violencia que se ejerce sobre la mujer.

También, como ya es usual en este grupo guerrillero, brilla por su ausencia, la capacidad auto crítica para reconocer las barbaries cometidas contra los niños y la población en general. No han entendido que la reconciliación pasa por pedir perdón y reconocer sus errores. El ejemplo de Sur África muestra que esta es una condición fundamental para pasar este capítulo sangriento de nuestra historia.

Un comentario final. La Agencia Nacional para la Reinserción, tiene hoy en día un proceso que dura siete años, para ayudar a 33,000 desmovilizados de las FARC , el ELN y los paramilitares. Este esfuerzo muy grande del Estado, vale la pena conocerlo porque va a ser crítico para lo que sigue, con o sin acuerdo en el proceso de Paz.

Termino este segundo blog sobre un testimonio, que a mi me llegó muy hondo, con una pregunta: ¿ Marta es una víctima o una victimaria?... En esta sangrienta estupidez, en la que hemos vivido los colombianos por tantos años, hay que aceptar que existen otras visiones del problema que tenemos que aprender a entender, para poder perdonar.

El proceso de Paz en Colombia va a comenzar sólo cuando aprendamos a conjugar el verbo perdonar. Y para que esto sea una realidad, se va necesitar muchísima pedagogía social. Lamentablemente, este es el gran vacío del proceso actual que el Gobierno debe corregir si no se quiere quedar sin respaldo al final del año.

Gracias por los comentarios que he recibido de la primera parte de esta narración. Quiero aclarar a algunas personas que mi propósito de haber hecho público este testimonio, es mostrar que en el estado de violencia en que ha estado inmersa la sociedad colombiana, hay aspectos que no son visibles, y por lo tanto ignorados, que forman parte de la desgarradora realidad que el Gobierno Santos quiere acabar. Si no lo logramos, estaremos condenados a pasar al Libro Guiness de Récords, como la única sociedad que fue incapaz de resolver sus conflictos de manera pacífica. ¿Será posible soñar con un país en paz?



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