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viernes, 17 de enero de 2014

Burma: diferencias y coincidencias con Colombia


Con los nombres de Birmania, Burma y Myanmar, se conoce una nación que hasta hace menos de tres años, se abrió al mundo después de siete décadas de aislamiento. Algunos datos generales son útiles para dimensionar  a este país. Tiene una población de 61 millones de habitantes, en un territorio equivalente al 60% del nuestro, con un PIB de apenas US 60,000 millones. Sus vecinos son la China, Laos, India y Tailandia. Tiene una extensiva costa sobre la bahía de Bengala y el Mar de Ademan. 

La composición étnica, es un dato interesante para entender la historia del conflicto que ha afectado a este exótico y desconocido país. Al igual que sus vecinos, en Burma convergen muchos grupos distintos. La mayoría, que se encuentra en sur, son los burneses que constituyen el 68%. Los Sahan, los Karen, los Rakhine y los chinos, son el 23% de la población. Otras minorías representan el 9% restante. 

La capital de Burma es Rangoon que tiene 6 millones de habitantes. Hoy se conoce con el nombre de Yangon.  La segunda ciudad en importancia es Mandalay. 

La economía de este país, que estuvo cerrado y sancionado por la comunidad internacional por muchísimos años, por razones que se verán a continuación, está basada en el gas, el petróleo, el jade y otras piedras preciosas. La agricultura le da ocupación a más del 75% de la población. Al igual que Laos, es un país mayoritariamente rural. 

Unas observaciones adicionales pueden ser importantes. De los países visitados, Burma, es sin lugar a dudas, uno de los más lindos y exóticos que visitamos con mi señora. En especial, hay dos sitios que son indispensables incluir en cualquier viaje, situados al norte de Rangoon, a una hora por avión: Bagan y el lago de Inle. 




El primero, compite con Angkor Wat en Cambodia, con más de 3600 templos que hoy adornan majestuosamente el panorama y que están admirablemente bien conservados, a pesar del mal manejo que le ha dado el Gobierno a la restauración no técnica de muchos de estos templos. La UNESCO no ha podido declarar el sitio "Patrimonio de la Humanidad", porque dentro de este complejo, se han desarrollado algunas construcciones muy controvertidas, como es el caso de una torre de 60 mts, perteneciente al hotel más lujoso en la zona. Este establecimiento turístico, es propiedad del yerno del general, que hasta el 2010 era la cabeza del gobierno.

El segundo sitio a visitar es el Lago Inle que es la mejor aproximación a lo que debe  ser el  paraíso, por el color aguamarina de su aguas y las idílicas villas de pescadores que adornan sus riveras.  Pasear en los botes característicos de la zona, por entre los diferentes canales, visitando las villas de diferentes etnias que hoy se agrupan en sus alrededores, es un festival de colores para los ojos. Siendo aficionado a la fotografía, esta fue una oportunidad muy especial, para obtener un material gráfico excepcional de recuerdo de este viaje maravillo. 


En Mandalay encontramos pagodas y templos ricamente decorados, muy parecido a lo que se observa en Tailandia y Laos. Sin embargo, lo que más me llamó la atención en esta ciudad, fue la variedad y calidad de artesanos. La talla en mármol, plata y en madera, se elevan a unos niveles artísticos impresionantes. Pero también, las labores de tejido y el trabajo en el papel de arroz, producen muchos productos muy bien trabajados que invitan a ser adquiridos. Lo que impresiona mucho, es ver baja valoración de muchos de estos trabajos, que toman meses de una paciente labor, y que se ofrecen en el mercado por muy pocos dólares. 

En general, encontramos gente muy amable como fue el caso en Tailandia. Personas siempre con una sonrisa en sus labios, atentas y serviciales, a pesar de la barrera del idioma, hacen siempre la gran diferencia en un viaje de exploración y encuentro con la cultura y las costumbres locales. Ese es otro de los recuerdos que nos llevamos de este viaje.

Pero si lo anterior es el lado luminoso de Burma, hay un aspecto muy obscuro de su pasado histórico que ha marcado a este país. Durante el siglo XIX, hasta 1942, formó parte de los territorios dominados por el Imperio Británico, que tuvo en esta región del mundo, una presencia muy importante con sede en la India. Con la derrota de los británicos por parte de los japoneses, con la ayuda de comunistas organizados, y al ser derrotados estos últimos en 1945, se inicia una larga lucha de las minorías étnicas por su autodeterminación. 

Esta situación a dado origen a la guerra civil no declarada más larga que hoy todavía subsiste en el mundo.  Desde 1960 hasta el 2010, el país fue gobernado por una Junta Militar que buscó por todos los medios, acabar con la resistencia de las minorías étnicas. El número y calidad de las atrocidades cometidas por los militares en seis décadas de conflicto, ha dejado a cientos de miles de muertos y más de 3 millones de desplazados. 

En los muertos y desplazados, lamentablemente, hay una gran similitud, a lo sucedido en Colombia. En nuestro caso, en el contexto de un sistema democrático muy distinto a la dictadura que se ha experimentado en Burma. Sin embargo, las similitudes no paran ahí. Veamos.

En el conflicto de este país, se ha hecho uso intensivo de minas antipersonal por parte de las guerrillas y de las fuerzas armadas. El resultado ha sido desbastador a nivel rural: miles de muertos y de lisiados. Pero también se ha abusado del terror. Las violaciones contra las mujeres, las ejecuciones sumarias, y la tortura, han sido parte del panorama desolador que ha llevado a calificar a Burma por parte de las entidades internacionales, uno de los países donde más se han violado los derechos humanos. En ese entorno de violencia y uso indiscriminado de la fuerza por parte del Ejército, 1970, 1988 y en el 2007, serán recordados por las masacres contra manifestantes, donde más de 20,000 personas fueron asesinadas en las calles de la capital. 

Hay otra coincidencia con el conflicto colombiano que me impresionó muchísimo. El papel de la droga como combustible de toda la violencia que ha ensangrentado a Burma por tantos años. Según las Naciones Unidas, este país es el primer productor de opio, de metafetaminas, y el segundo de heroína en el mundo. 

En su territorio se encuentra el tristemente  famoso Triángulo de Oro, en la frontera con Laos y Tailandia, donde se originaron unas de las mafias narcotraficantes más poderosas y peligrosos del mundo. Se llama de "oro", porque hace unos años, se utilizaban lingotes de este material precioso, para hacer las transacciones de la droga. 

Este problema es el resultado de una decisión de los militares en 1960, que buscaban  acabar con la resistencia de la minoría Shan en el  norte del país. Para lograr sus fines, hicieron un acuerdo con las milicias Ka Kwe, para combatir con el Ejercito y a cambio, les autorizaron la producción exclusiva de opio. También, el poder mantener la posesión de  armas que habían acumulado hasta entonces. De facto, esta zona del país, se convirtió en una especie de republica independiente. Zonas similares, también lamentablemente se han formado en Colombia, donde la guerrilla y los paramilitares han sido dueños absolutos, especialmente en las zonas fronterizas con el Ecuador, Venezuela y Brasil. En el caso de los paramilitares, con la complicidad de agentes del Estado.

Otro dato coincidente impresionante lo encontré en un informe sobre el tema del comercio de drogas en Burma. El jefe mafioso de uno de los grupos paramilitares más poderosos, negaba en una entrevista, que su organización traficara estos productos ilícitos. Mencionaba que el simplemente cobraba unos impuestos para financiar los costos de defenderse de los ataques de los militares. Este es exactamente la misma posición asumida por las FARC, que hoy son reconocidas como los primer narcotraficantes en Colombia. Y también le cobran a las bandas criminales por permitir la producción y tránsito en las zonas controladas por ellos. 

Pero las coincidencias no paran aquí. Hoy Burma tiene otro récord mundial. Se calcula que hay más de 70,000 niños vinculados a la fuerza en el conflicto que afecta el país. Los niños reclutados, no tienen forma de escaparse, y si lo hacen, están expuestos a torturas y a ser fusilados sumariamente. Cualquier parecido con las FARC es pura coincidencia !!!. Para rematar el problema, el país tiene la más alta rata de mortalidad infantil antes de los cinco años. Muchos por desnutrición, según nos lo informaron los guías. 

En 1990, los militares desconocieron olímpicamente una mayoría del 89% que votaron en contra del régimen existente. Desataron una persecución sin cuartel contra los opositores y pusieron en prisión a la señora Aung San Suu Kyi, hija de quien había sido un héroe nacional asesinado muchos años antes. Esta señora fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1991. Sin embargo, permaneció recluida en su residencia hasta que finalmente la liberaron  en el 2010, cuando la Junta Militar entregó el poder pero con una constitución amarrada reformada en el 2008. Hoy, supuestamente hay una régimen más democrático pero ninguno de los militares comprometidos con las matanzas, ha sido castigado.

Hoy a Burma se le han levantado las sanciones internacionales, sus fronteras están abiertas, pero las situación es de violencia persisten, en especial contra las minorías musulmanas. Sin embargo, habiendo recorrido el país, visitado zonas remotas del mismo, el ambiente que se respira es muy distinto al que había sólo tres años atrás. Esta es la razón por la cual, personas como yo, hemos podido explorar este exótico y lindo país que vale la pena visitar en el sureste  asiático.

Una reflexión final. El caso del uso de la fuerza militar exclusivamente, en un entorno tan afectado por el narcotráfico, como sucedió en Burma, fracasó totalmente. Casi siete décadas de violencia extrema no lograron acabar con la férrea oposición al régimen por parte de los grupos armados de las minorías étnicas. Este ejemplo le da mucho valor, al esfuerzo que actualmente realiza el gobierno del Presidente Santos. Pero también, le quita mucho peso a la posición belicista de Uribe y de su séquitos y seguidores. 

Algunas fotos del blog anterior por solicitud de algunos de mis lectores:









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