Gracias a un viaje organizado por Gustavo Mutis en coordinación con Juan Mayr , embajador de Colombia en Alemania, un grupo de empresarios tuvimos la oportunidad de hacer un viaje a ese país, hace dos semanas. El propósito del mismo, era poder observar de primera mano, lo que se está haciendo en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación. Para mi fue la oportunidad de ampliar la visión sobre estos temas, especialmente después de haber ido a Singapur.
Confieso que no había querido volver a ese país desde 1994. En esa época habíamos tenido una muy desagradable experiencia al recorrer la antigua Alemania del Este. El no hablar su idioma y vernos como extranjeros, no fue la mejor combinación para viajar en esa época, cuando estaba muy fresco su pasado comunista. Después de este viaje que acabo de hacer, y conocer a mayor profundidad los resultados de la reunificación de Alemania, mi imagen cambio muy positivamente. Berlín me enamoró y su gente me sorprendió por su amabilidad y el dominio del Inglés. Una experiencia muy distinta a la de hace casi veinte años.
Para comenzar esta serie de dos blogs sobre lo que vi y aprendí en este viaje a Alemania, quisiera comenzar por dar un poco de contexto geográfico, histórico y económico, para posteriormente, mostrar como han logrado tener una de las tres economías más dinámicas en el mundo, en materia de exportación de alta tecnología en diversos productos. Así mismo, mostrar algunas de las lecciones aprendidas que bien se podrían tener en cuenta en Colombia.
Alemania es un país que tiene una extensión de 357.000 km2, aproximadamente una tercera parte de nuestra geografía. Con una población de 82 millones de personas, es el país más poblado de Europa. Con una tasa de fertilidad de 1,62, se calcula que la población alemana va a bajar a menos de 73 millones en el 2050. Este problema demográfico se traduce en un envejecimiento crítico de la población, y en las dificultades para conseguir trabajadores capacitados en muchas industrias.
Su economía es la más fuerte de ese continente con un PIB de US 3,6 trillones y con unas exportaciones de US 1.4 billones. La mayoría de su intercambio comercial es con Europa, lo cual explica el porqué del interés estratégico de Alemania por conservar la Unión Europea. Posiblemente es el país que más le ha sacado provecho a este proceso de integración único en el mundo, pero hoy seriamente vulnerado y cuestionado.
Alemania ha sido el país que mejor a sorteado la crisis económica que ha afectado a la Union Europea desde el 2008. A diferencia de Francia, con quien jalonaron la economía europea hasta antes de la crisis, los alemanes son los que están en el centro de las decisiones en esta materia.
La intervención de la Canciller Merkel, para poner condiciones muy estrictas de disciplina fiscal, a los países que han entrado en situaciones críticas como Grecia, Portugal, etc., ha sido muy polémica. Sin embargo, para el alemán del común, no es entendible que, con sus ahorros y disciplina economía, se paguen los platos rotos de quienes no tuvieron un manejo prudente de sus economías, en la Unión Europea. Pero a la Canciller de Alemania se le acusa de no haber sido más asertiva y más rápida, en las decisiones para apuntalar la economía europea. Esta posición, demasiado tímida según los expertos, agudizó la crisis.
Por su cercanía a los límites del Imperio Romano, en latín les pusieron el nombre de alemanes, a las tribus de la zona central de Europa, y cuyo territorio se conocía como Germania. Desde el siglo X hasta 1806, estos territorios formaron parte del Sacro Imperio Romano Germánico. Durante el siglo XVI, en este país tuvo lugar la Reforma Protestante con Martín Lutero.
Alemania es relativamente nueva como un moderno estado-nación, ya que su unificación se dio después de la Guerra franco-prusiana en 1871. A partir de este año, y hasta la terminación de la I Guerra Mundial, se creó el Imperio Alemán con Prusia como corazón de esta etapa histórica. Posteriormente vinieron los años de la República de Weimar hasta 1933, año en el que subió al poder el Partido Nazi con Hitler a la cabeza.
Con los nazis, Alemania se embarcó en una aventura que desencadenó en la II Guerra Mundial, de la cual salió desvastada y dividida en dos Estados separados, a lo largo de las líneas de ocupación aliadas en 1949. Después de la caída del Muro de Berlín, se hizo la reunificación de las dos Alemanias, con un tremendo esfuerzo económico por parte de Alemania Occidental, que en su momento, no fue muy bien comprendido por la sociedad alemana. En 1957, fue miembro fundador de la Comunidad Europea. Más adelante, en 1993, se convirtió en la Unión Europea, conformando la zona Schengen con una moneda única: el euro, adaptado en 1999.
Entrando en el tema de mi viaje a Alemania, tomo diversos comentarios que me encontré sobre este país y que son muy disientes:
“En Alemania no tenemos petróleo, parece que ya no vamos a tener energía nuclear y ni siquiera tenemos mucho Sol… Dependemos de nuestras ideas para salir adelante…”.
“Los rasgos que definen a Alemania hoy, son los que están promoviendo la innovación, la investigación exhaustiva, y permitiendo la inversión en tecnologías del futuro. El objetivo de Alemania es mantener su ventaja competitiva en alta tecnología e investigación. Como carecemos de petróleo, gas, oro, y diamantes, estamos condenados a triunfar aquí o a morir. En una Unión Europea sin fronteras, esta ventaja es sin embargo no solo una ventaja alemana, pero también es un bien común europeo.”
"La aproximación de los americanos para ganar dinero con tecnologías convencionales y simples, de concentrarse en estrategias de mercadeo perfectas, no es la forma como nosotros operamos en Alemania. Facebook y el software colaborativo, la creatividad para hacer dinero de lo banal y no de la innovación tecnológica, el lograr que compañías con un ventas muy bajas, o inexistentes, se conviertan en empresas que tienen valores multimillonarios en la bolsa gracias a un mercadeo increíble que cultiva la histeria de los inversionistas, pero que al final, producen resultados como la burbuja del Internet en el 2001. Eso lo hacen mucho mejor los norteamericanos que nosotros. En nuestro caso, la habilidad está en el arte del desarrollo de una ingeniería sostenible y de largo plazo, para lograr traer al mercado productos complejos y soluciones inteligentes, basadas en experiencias de ingeniería muchos siglos, acompañadas de un ciclo continuo de mejoramiento."
Quisiera subrayar el comentario de " estar condenados a triunfar o morir", porque es el mismo sentimiento de vulnerabilidad y de urgencia, que encontré en los casos de Singapur, Austin, San Diego, Bilbao y Barcelona. Parecería que se entiende que, sin contar con los recursos naturales, sólo con el talento de su gente, estas regiones pueden generar las dinámicas necesarias para entrar en los niveles superiores del desarrollo, a partir del uso del talento de su gente, la Ciencia, la Tecnología y la Innovación ( CTI ).
Echando un vistazo a la política alemana de investigación se encuentra que, está centrada en tres directrices y unos objetivos claros. En primer lugar fortalecer la competitividad de Alemania estableciendo un sistema científico eficiente y de clase mundial. Para conseguirlo, buscan atraer los mejores investigadores y estudiantes de todo el mundo. No es coincidencia, que esta es la misma política que está siguiendo Singapur.
En segundo lugar, una aproximación estratégica hacia la Innovación por parte del Gobierno Federal y de los estados. Tienen incentivos inteligentemente definidos para motivar la inversión en investigación y desarrollo, que hacen posible la innovación.
En tercer lugar, ayudar a resolver los desafíos del cambio climático, de la movilidad, de la salud y de la seguridad, mediante el potencial de la investigación e innovación alemana.
A partir de estas lineas generales, han establecido tres grandes objetivos para el 2020. El primero de ellos es el fomento del liderazgo en creación de mercados y el desarrollo de proveedores, a partir de redefinir las prioridades, crear pre requisitos, y apoyar las tecnologías claves. El segundo objetivo es el de promover tecnologías cruzadas y reforzar las relaciones entre la Industria y la Ciencia, apoyando las competencias de clusters líderes y los campos de investigación. El tercer objetivo es el de mejorar las condiciones marco promoviendo start-ups, facilitando la inversión en Innovación, generando incentivos tributarios y usando las compras del Estado para apoyar nuevas empresas.
Los sectores a los cuales apunta la Estrategia de Alta Tecnología de Alemania son : Energía y Clima, Salud y Nutrición, Mobilidad, Seguridad y Comunicación. Las tendencias que apoyan estas apuestas son: la escasez de materias primas y el cambio climático, el suministro de energía y de alimentos a nivel mundial, la demografía, las enfermedades y epidemias, la urbanización acelerada, la globalización, la sociedad de servicios y la interdependencia de las infraestructuras. Todo lo anterior apoyado en tecnologías claves y condiciones marco adecuadas. Es interesante ver estos temas a donde Alemania quiere apuntar sus esfuerzos de CTI para resolver problemas muy complejos y de alto impacto para la sociedad. En varios de ellos coinciden con las apuestas de Singapur.
Para apoyar todo lo anterior, aumentar el gasto en investigación al 3% del PIB. Hoy está en el 2.8%. De un total de un presupuesto de US 85,000 millones por año en I y D, el 75% de esta inversión la hacen las empresas, el 20% las universidades con el apoyo del Estado. Un dato adicional que es impresionante: más de 540,000 personas trabajan en Alemania en este campo.
Entre el 2005 y el 2010, se incorporaron 91,000 nuevas personas, con un crecimiento del 18% . La inversión creció al ritmo del 5% por año en el periodo de la crisis. Por esta razón están en capacidad de absorber todos los técnicos, ingenieros y científicos que forman en su sistema educativo. De hecho, como lo veremos en el siguiente blog, tienen serios problemas para lograr tener la gente capacitada que requiere el aparato productivo alemán.
Como Alemania es un estado federal, la investigación es una competencia compartida entre el gobierno federal y los 16 "Länder“ o estados de la República Federal. Esta es la razón por la cual en general las instituciones de enseñanza superior, reciben financiación de su respectivo Estado. Sin embargo, hay una financiación conjunta de los establecimientos de educación superior y de investigación, cuando hay que comprar equipamientos costosos.
En Alemania existen 750 instituciones de investigación con financiación pública, más los centros de I+D gestionados por corporaciones industriales. Para dar una idea, la empresa alemana Siemens invierte 5,7 billones de euros al año en I+D, con lo cual se sitúa en el puesto 15 mundial en términos de I+D. El gigante químico BASF, invierte unos 1,5 billones de euros al año.
El lema de las empresas alemanas puede resumirse así: Acepta un volumen de negocios menor hoy, pero es necesario hacer mayores inversiones en I y D, que serán reembolsadas mañana.
La financiación conjunta es también provista para las 6 organizaciones de investigación más importantes: La Sociedad Max Planck, la Asociación Helmholtz, la Sociedad Fraunhofer, la Asociación Leibniz de Ciencia, la Fundación Alexander von Humboldt, y la Asociación Alemana de Investigación. Todas juntas reciben alrededor de 9,8 billones de euros como financiación anual. Cada uno de estos institutos tiene su propio enfoque.
Como se puede observar hasta este punto de mi relato de la experiencia alemana en CTI, el milagro de sacar a este país de las ruinas de la II Guerra, es el resultado de un planeamiento meticuloso de sus políticas de CTI, en función de objetivos claros de desarrollo y de solución de problemas claves para la sociedad. Esta es la gran lección que me llevé de este viaje, para Colombia. Aquí no hemos entendido que la Política de Innovación debe ser transversal y orientar las inversiones en función de las prioridades nacionales y regionales, que deben de impulsar nuestro desarrollo. En el próximo blog veremos en más detalle algunas de las piezas claves en la implementación de esta estrategia.