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sábado, 29 de junio de 2024

Cómo reaccionar ante un nuevo paradigma?


 Hoy vivimos un momento de la historia caracterizado por una gran desorientación , acompañada de unos comportamientos individuales y colectivos que aumentan la confusión y la búsqueda de respuestas fáciles a situaciones que son muy complejas .


Es más fácil  entender este momento de la humanidad, y sus consecuencias  en nuestras circunstancias actuales en Colombia, si reconocemos que estamos viviendo un cambio de época y no una época de cambios , caracterizada por  un nuevo paradigma .


 


Pero ¿qué es un paradigma? . En la psicología es un enfoque y punto de vista asumido por una comunidad. Es un modelo que utilizamos colectivamente para interpretar y darle sentido a nuestra realidad y actuar en ella. Tiene un profundo impacto en la mente humana , la forma como pensamos , nos relacionamos como sociedad y con nuestro entorno


Para entender mejor el comentario anterior, es necesario retroceder en la historia de  la humanidad, cuando se presentaron rupturas en los paradigmas existentes . Los cambios  que se generaron  con la invención de la imprenta, la revolución científica y la Revolución Industrial. Esta última  remplazó el músculo por la máquina, pero todos esos cambios implicaron profundas transformaciones, con inmensas implicaciones en la vida de la gente, en su forma de pensar y responder a los desafíos de la época. 



Para recordarle al lector, la Revolución Industrial ha tenido cuatro etapas. La  primera se inicia en a Inglaterra en 1750, posteriormente la segunda en 1870 con el gas, la tercera en 1969 con la electrónica y la cuarta en los 90 con el Internet y las energías renovables. Ahora está surgiendo una nueva era con la Inteligencia Artificial que puede tener unas profundas implicaciones y que no se si se podría calificar como la quinta etapa o es algo muy diferente. Esta etapa es el remplazo de la mente humana por algoritmos inteligentes en un mundo digital.


Todos esos momentos de la historia, significaron unos quiebres o puntos de inflexión en la trayectoria que traía la humanidad. En todos ellos hubo un común de dominador: el surgimiento de nuevas tecnologías acompañadas de nuevas ideas que implicaron cambios profundos en la manera en la forma de aprender, los sistemas de gobierno, las formas de comercio, la educación, e inclusive el uso de la fuerza y  la violencia . 


Cada época se caracterizó por unas estructuras, reglas e instituciones que eran las más  apropiadas para el paradigma vigente. Cuando este cambió, necesariamente el andamiaje que lo sostenía tuvo que repensarse y ajustarse a las nuevas condiciones emergentes. 


Hoy en día  hay señales muy claras de que estamos viviendo las consecuencias del nuevo paradigma que está en marcha. Su impacto se está evidenciando en varios frentes. Uno muy importante es en el diseño del Estado y de su capacidad para hacer frente a las expectativas crecientes de la gente. Otra señal es el colapso de los partidos políticos que surgieron durante las primeras etapas de la  revolución industrial.



Los partidos que se formaron en esa época,  fueron la  respuesta política al surgimiento del capitalismo , proceso que tuvo más de un siglo para  ajustarse con  nuevas forma de gobierno , diferentes visiones  del estado de bienestar y distintas estructuras partidistas. Estas diferentes visiones representaban distintas maneras de protección, y por tanto, de propuestas desde las ideologías de derecha, centro o izquierda representadas por la estructura partidista. 


Los partidos jugaron, durante este periodo, el papel de cadenas de transmisión de las demandas de la una sociedad que estaba siendo impactada por el cambio de paradigma, y con las diferentes estructuras del estado que se fueron consolidando. 


En este contexto, se explica las posturas diferentes de los partidos de derecha y de izquierda. Por ejemplo, los primeros defendiendo un bajo proteccionismo, los segundos un aumento . Lo mismo en cuanto al papel del Estado : la derechas a disminuirlo y la izquierda a aumentarlo como hoy estamos viendo con Petro.


Sin embargo, producto de los inmensos cambios que se han venido produciendo en este nuevo siglo, especialmente producto de la tecnología y de las crecientes expectativas de la gente, estamos viendo la desaparición de los partidos políticos tradicionales.  Dejaron de ser esas cadenas de transmisión entre la sociedad y el estado. 


Estamos viviendo el mundo de la democracia sin intermediarios con electorado, y por lo tanto, sin filtros que antes minimizaban la llegada de incompetentes al poder. Unos partidos de izquierda y derecha que perdieron su propósito, convertidos en asociaciones para robarse los recursos públicos. 


Gracias al cambio de paradigma que estamos viviendo, es más fácil entender el porqué el Partido Republicano fue capturado por Trump, el Partido Liberal en UK desapareció, el Partido Conservador terminó apoyando el Brexit y con altas posibilidades de volverse irrelevante a finales de este año después de las elecciones en UK. 


En Colombia, el efecto de este cambio de paradigma se ve reflejado en la irrelevancia en que han caído los partidos tradicionales, su control por grupos de interés, y la proliferación de grupúsculos políticos. Esta dinámica se ha traducido en la captura del Estado y una descomposición asquerosa de nuestra vida política, además de una tendencia al tribalismo. 


La evidencia es contundente: lo niveles históricos de desconfianza en el Gobierno, los partidos políticos y otras instituciones que no se perciben estar a la altura de las nuevas realidades sociales y económicas .



¿Qué caracteriza el nuevo paradigma emergente? La tecnología potencializada por la IA que permite  sentir el entorno, digitalizar, conectar, procesar, aprender, compartir , actuar y mejorar a mayor velocidad que los seres humanos. Estas capacidades están siendo implantadas en todo tipo de objetos desde aviones de combate , vehículos, etc. 


A este cambio tecnológico se está sumando el cambio climático que está generando disrupciones de gran impacto en diferentes partes del mundo. Recordó de temperaturas altas, inundaciones o sequías, etc. Uno de los efectos crecientes es la migración masiva de gente tratando de escapar de situaciones muy críticas que afectan sus vidas. Hacia adelante, el  pronóstico de estos impactos es cada vez más alarmante 


El resultado de estas dos tendencias están generando cambios cada vez más rápidos , niveles de complejidad sin antecedentes, gente desplazada de sus lugares de origen y confrontaciones de culturas cada vez más álgidas . 



Estamos viviendo en un mundo cada vez más interconectado pero sin amortiguadores que absorban las disrupciones que un nodo del sistema puede generar en el resto del sistema. Y la tecnología hoy juega un papel amplificador y disruptivo sin antecedentes en la historia . Esta realidad está evidenciando la fragilidad del sistema.


Al final, surgen varias preguntas : ¿cómo enfrentar este nuevo paradigma y el mundo que se está creando y tendremos que vivir?. ¿Cómo adaptarse a estas nuevas condiciones? ¿Estamos preparados para hacerlo?. Mientras en el mundo surgen estos interrogantes, en Colombia nos movemos en reversa al paradigma de un estado incapaz pero omnipresente. Increíble!!!






sábado, 22 de junio de 2024

Una enfermedad autoinmune afecta a Colombia

 


En el blog anterior, planteé la necesidad de defender nuestra institucionalidad. Me llamó la atención, que a diferencia de blogs anteriores no tuvo tanta acogida a pesar de tocar un tema vital para nuestra democracia. En este blog quisiera insistir en el tema para hacer algunas reflexiones adicionales, del porque no la estamos defendiendo, y que podríamos hacer al respecto.



Hoy, la institucionalidad colombiana, es como un enfermo que está siendo atacado desde varios frentes externos e internos. Pero lo más grave, es que sufre de una enfermedad autoinmune donde  el ataque interno está sucediendo desde el mismo corazón de una de las tres instituciones más importantes para nuestra democracia : la Presidencia de la República, lo cual es un hito sin antecedentes en la historia de Colombia. 


Veamos algunas de las reflexiones que creo pueden aportar 


1. Es fundamental recoger las experiencias exitosas de nuestra historia pasada, para mejorar el desarrollo de la institucionalidad, porque sus lecciones nos deben servir como unas bases firmes, donde nos podemos parar, e iluminar el camino hacia adelante . Y las cosas negativas de la historia, también son aprendizajes, porque seguramente sus efectos  hoy impactan nuestro presente, pero también nuestros futuro si no  aprendemos  de ellas. 



Lamentablemente, este no es el camino que estamos siguiendo, lo cual es muy grave. Las consecuencias pueden ser irreparable, cuando tenemos un presidente que está  empeñado en distorsionar  el pasado para justificar  su empreño de refundar a Colombia en el presente y hacia el futuro.


Petro quiere desconocer los avances que hemos tenido como sociedad y las lecciones positivas  que nos deja nuestra historia. Es un individuo, que en su delirio mesiánico, es incapaz de construir sobre lo ya construido. El problema es que los colombianos desconocemos nuestra historia, y por lo tanto, de valorar los avances que hemos obtenido para defenderlos con valor y mucha firmeza. Es una inmensa debilidad que la está aprovechando Petro  para hacer lo que se le venga en gana.


2. Desafortunadamente, no hemos desarrollado y fortalecido un sistema inmunológico fuerte . Traducción : tener un cultura de corresponsabilidad y participación ciudadana, que conozca, aprecie y defienda la institucionalidad que hemos logrado a lo largo de nuestra historia. Y que si bien es imperfecta, tiene muchos avances importantes para sentirnos orgullosos de ella.


Cómo no existe esa cultura ciudadana, también nos atacamos desde adentro: es un deporte nacional el denigrar de nuestras instituciones y que nos hace presa fácil de populistas como Petro, que lo fomenta en su propio beneficio . El resultado está a la vista: niveles altísimos de desconfianza, de irrespeto y de incredulidad en ellas.


3. Una de las características de la cultura que necesitamos construir, es la de estimular las críticas constructivas, aceptar la diversidad de opiniones y tener la capacidad de llegar a acuerdos integrando visiones diferentes. Una cultura que promueva el manejo productivo de los conflictos naturales que surgen en estas dinámicas, pero que al final, permita alcanzar consensos para el benéfico común. Y que, una vez logrados, se defienden y se hacen respetar.


Una evidencia de que no tenemos esas capacidades, es el ejemplo reciente en el seno de instituciones tan importantes como el Congreso. Después de haber logrado un acuerdo en un tema tan vital como era la ley estatutaria de la educación, hace dos semanas, Petro dio la orden de incumplirlo y utilizar a su aliado Fecode para justificarlo.  Otro caso más, donde  se rompió totalmente la confianza y se mina por la base,  la  posibilidad de cualquier  acuerdo nacional creíble y sostenible.



4. Una cultura, como la que se necesita para defender las instituciones, no se desarrolla por generación espontánea, es el resultado de una construcción colectiva y de un liderazgo, que sean ejemplo en diferentes esferas. En nuestra historia ha habido líderes individuales que han ayudado a mostrar el camino, como fueron hace treinta Antanas Mockus y Paul Bromerg en su rol  alcaldes de Bogotá 


Estos dos profesores universitarios, dieron un ejemplo de valentía y creatividad, al atreverse a retar los modelos mentales, de una sociedad compleja, como la de nuestra Capital en esa época. De manera muy innovadora, demostraron que era posible lograr cambios significativos de comportamiento a nivel de una ciudad de más de seis millones de habitantes.   


Sin embargo, ese extraordinario ejemplo tuvo un problema: no tuvo un liderazgo colectivo que se apropiara de una propuesta que le pegaba al corazón de lo que yo he llamado “la infraestructura mental” de la ciudad. En un entorno tan complejo como el actual, es cuando más se necesita un liderazgo colectivo, para volver a poner en el centro de la conversación nacional, el papel fundamental que juega la cultura, si queremos avanzar como sociedad. Los retos son enormes y los esfuerzos individuales son insuficientes..


También me aparecen unas reflexiones adicionales 


Ya lo mencioné pero quiero insistir : la sociedad colombiana  tiene las defensas muy bajas . Pero lo más preocupante, es que no reconocemos que estamos enfermos, necesitamos ayuda y que  debemos corresponsabilizarnos por nuestro problema de salud antes de que sea muy tarde.


El andamiaje institucional que ha tomado décadas de esfuerzo e inversión de todos los colombianos, es el que hoy, Petro y sus acólitos, quieren demoler. La dura realidad, es que el tsunami nos cogió con las defensas muy bajas, poco preparados culturalmente como sociedad, y  con la emocionalidad colectiva totalmente inadecuada para enfrentar el problema y corresponsabilizarnos de buscar una solución .



Hemos creado una cultura  con un entorno emocional paralizante, caracterizada  por el miedo, el escepticismo ,la  desorientación, la resignación y la aversión al riesgo. Y también,  hay muy poca curiosidad para explorar distintos caminos que permitan identificar nuevas oportunidades.



La firma Monitor que realizó el Estudio de Competitividad para Bogotá en 1997, ya lo había anticipado y nos lo demostró en su informe final. Desde hace décadas, nuestros modelos mentales: creencias, supuestos  y valores (o ausencia de ellos) , tanto a  nivel individual como colectivo, han sido nuestros peores enemigos. Nos han distorsionado la realidad , castrado la capacidad de  soñar en grande y de indignarnos. Pero lo peor es que no lo reconocemos.


Lo anterior puede explicar nuestro  individualismo enfermizo, y que se traduce en  la actitud miope de: “sálvese el que pueda”, y que prima sobre el trabajo colectivo inteligente y con propósito que oriente e inspire. Todavía no entendemos que hay que sembrar con buena semilla y tener la paciencia para cuidar y cosechar . 


Pero lo más grave aún: a sabiendas que nuestro presente es el resultado de lo que no hicimos bien -de lo que no sembramos - y que hay que corregir, persiste una visión cortoplacista donde lo urgente y lo pragmático, domina lo importante, y sin  embargo, se espera el milagro de resultados inmediatos. Claro hay que apagar el incendio diarias dicen unos, y ¿después que esperamos? si no sacamos tiempo para pensar cuándo era contra intuitivo hacerlo. (Ver mi historia de Camacol en la crisis del sector entre 1998 y el 2002). 


No se ve el despertar de un liderazgo colectivo que promueva un  movimiento creciente de indignación que defienda nuestra institucionalidad, trace la raya y diga: “basta, no más” !!. Y  que impulse iniciativas para cambiar la narrativa de desesperanza y ayudar a subir los niveles de confianza que hoy están en el piso. Estos son temas críticos para poder defender nuestras instituciones.



Necesitamos  un entorno distinto , donde no sea muy frustrante y solitario el atreverse a proponer  iniciativas innovadoras, que pongan la luz en el  papel de la cultura, como palanca o freno de nuestro desarrollo, y busquen fortalecer la capacidad de gestión institucional pública.  Se necesita activar la institucionalidad privada que se comprometa con una cultura de liderazgo colectivo y una ciudadanía mucho más comprometida, capacitada e informada. 


Necesitamos dejar de ver el vaso medio vacío para verlo medio lleno, para poder valorar los avances que hemos logrado como sociedad, pero con la valentía de reconocer que somos nosotros la primera barrera que tenemos que superar si queremos progresar.


No pierdo la esperanza de que se multiplique el número de colombianos , que desde su propias experiencias y realidades, den el ejemplo para sumarlos en la defensa de las instituciones que hemos construido a lo largo de nuestra historia. He tenido la fortuna de encontrarme con mucha gente extraordinaria y valiosa que son ejemplo de aporte al pais. Solo tenemos que visibilizarlos , conectarlos y apoyarlos, para que su ejemplo, nos inspiren y nos demuestren que colectivamente si podemos cambiar nuestra la cultura que define nuestra realidad y construir una nueva narrativa para Colombia.




sábado, 15 de junio de 2024

En defensa de la institucionalidad

 



Este es un momento muy crítico  del país: la institucionalidad   y el papel del  sector privado están bajo ataque desde el Gobierno Nacional. Recordando  nuestra historia no encuentro un momento similar , tan peligroso para su estabilidad y el futuro de nuestra democracia . Pero también, al mirar hacia atrás hay lecciones de esa  historia que nos pueden iluminar el presente y el futuro para devolvernos la esperanza tan ausente hoy en día.


Las instituciones públicas  son mecanismos que se han desarrollado para distribuir el poder, fortalecer la participación y hacer visible la voluntad de la ciudadanía, dando cohesión a la sociedad, persiguiendo el bien común y la justicia social. Juegan un papel fundamental en el funcionamiento de una nación. 



También, a lo largo de nuestra historia, esta nos enseña como  el sector privado ha contribuido con el desarrollo de otras instituciones que han hecho aportes al país . Las fundaciones, los tanques de pensamiento, los gremios, y otras iniciativas , han hecho contribuciones muy valiosos  al bienestar  general de la sociedad en campos como el de la salud, la educación , etc.. Y claro , también están las empresas como generadoras de riqueza económica, que con sus impuestos, aportan al Estado para sostener instituciones de apoyo social. A estas, hoy se les está demandando una vinculación mucho más cercana a las comunidades donde operan.


Tanto las instituciones públicas como las privadas, forman parte de un ecosistema, cuyas relaciones armónicas y complementarias, son vitales para el buen funcionamiento de la sociedad. El modelo del Estado omnipresente colapsó con la caída del Muro de Berlín. Y en países donde las instituciones del Estado son muy débiles, es suicida pretender sobrecargarlas de más responsabilidades, porque enfrentan problemas muy complejos, como el sistema de salud de un país, y no tienen la capacidad. Este es el mayor peligro para Colombia, con reformas atropelladas como las de Petro, en campos tan delicados para la población como la salud y las pensiones. 



Hoy, es fundamental que entendamos todos,  la inmensa importancia de promover y defender el fortalecimiento de las instituciones públicas y privadas cuando Petro quiere doblegarlas y ponerlas a su servicio. Son parte esencial del funcionamiento de un sistema complejo que tiene un impacto directo en la calidad de vida de la sociedad


Hay evidencias contundentes que soportan la afirmación anterior. La institucionalidad  pública y privada, fuerte y equilibrada, está  presente detrás de la historia de éxito de las sociedades más avanzadas y con mejores índices de desarrollo del mundo. Cuando esta se debilita, colapsa o no existe , su impacto se ve reflejado en unas sociedades disfuncionales e incapaces de encontrar una senda para su desarrollo sostenible, especialmente en un entorno tan complejo como el actual. 


Además de que estas sociedades son presas fáciles para los populistas variopintos y  sin escrúpulos. Como aves de rapiña, se aprovechan de las debilidades institucionales  para llegar al poder y quedarse en él. Después,  las doblegan o las acaban  para su propio beneficio.



Un propósito  colectivo superior para una sociedad, debería ser la defensa cerrada y enérgica de los logros alcanzados  a lo largo de la historia en su desarrollo institucional. Pero también, exigir  y contribuir colectivamente a su continuo mejoramiento y fortalecimiento. Esto implica el concurso de todos los actores con capacidad de aportar,  desde el sector público como el privado. Lo que está en juego es el bienestar general de la sociedad.


Ahora bien, ¿qué es esencial  y que se requiere para que haya esa capacidad de proteger y mejorar la institucionalidad de una sociedad en un entorno tan complejo como el actual? En el siguiente blog busco explorar  esta pregunta y compartir algunas reflexiones que hoy me tienen cuestionado mi camino futuro.


Comparto en este blog el link a mi intervención del pasado martes, que realicé en el evento del Comité Universidad Empresa, promovido por Connect y la Agencia Distrital  Atenea . Pienso que su contenido da luces para entender mejor este blog y el siguiente.


https://drive.google.com/file/d/1qgdsMTVffnBooKiQyR76AvEXYrNdRCC9/view?usp=share_link





 



sábado, 8 de junio de 2024

Hay un buen trecho y un gran peligro entre Dinamarca y Cundinamarca en la era de Petro


Es muy interesante que, en el momento en que Petro busca imponer a la sociedad una visión estatista de gobierno, no hayan habido comentarios sobre las implicaciones generales que esto tiene. Pero ya comenzamos a ver algunas de sus consecuencias, como es el caso de la reforma a la salud para los maestros , que puso patas arriba su sistema . Lo sucedido evidenció  donde están los verdaderos  intereses de Fecode, sindicato que agrupa a la mayoría de los maestros. 



Este desastre, en otro gobierno, habría generado una huelga nacional y unas marchas violentas. Pero como han sido incondicionales de este gobierno, guardan un silencio cómplices y permanecen impávidos ante una situación que está jugando con la vida de sus afiliados. Pero lo más Increíble ha sido  la pasividad de tantos maestros, ante este atropello, que compromete su salud  y la de sus familiares. 


Este ejemplo muestra una radiografía muy preocupante de la sociedad colombiana, y del grado de enajenación de la voluntad, cuando miles  de colombianos le han entregado el poder sobre su presente y su futuro, a un sindicato que le vendió su alma al diablo y cuyos intereses claramente no están alineados con los de sus afiliados. 


Este caso me obligó a volver los ojos al últimos libro de Andrés Oppenhaimer sobre el cual escribí mi blog hace dos semanas. Y se preguntará el lector cuál es la relación entre un libro que investiga la felicidad y nuestra situación en Colombia. Pues bien, va a sonar paradójico ,  porque lo que me llamó la atención, fue el análisis que Oppenhaimer documenta, del lado obscuro de las sociedades nórdicas que son referentes de ser las  más felices del mundo. 


El punto de encuentro con nuestro caso , es  el interés de estatizar la sociedad colombiana y buscar como pretexto el ejemplo del  Estado de  bienestar de los países nórdicos.  Sin embargo en su investigación,  Oppenhaimer  mostró los problemas que genera la excesiva dependencia del Estado, aún en países donde sus instituciones son modelo de eficiencia,   , pero  que hoy se está poniendo en duda  su viabilidad hacia adelante. 



Lo que se comienza a cuestionar es la viabilidad económica del modelo cuando el 60% de los daneses viven del Estado, o porque son empleados , o pensionados, o reciben subsidios de desempleo . Y la  presencia estatal sigue aumentando cuando la productividad no crece, y los costos de los servicios públicos son muy altos y los impuestos son del nivel del 75% pero con necesidad de aumentarlos aún más estrangulando al aparato productivo . Y el problema se agrava más cuando la población está envejeciendo, lo que a su vez ha aumentado la carga de subsidios a los jubilados y se disminuye la base de contribuyentes activos. .


Y como también lo muestra el libro, a los problemas anteriores se les suma el aumento de las expectativas de la gente, por encima de las mismas capacidades del Estado y de los impuestos que son los más altos del mundo para pagarlas. Esa dinámica está comprometiendo la economía por falta de innovación y de estímulo a los emprendedores que generen nuevas empresas. 



Y otro mensaje que me impresionó. Cuando se genera una dependencia del Estado tan grande , se pierde la motivación de la gente a sostenerse por si mismos. Y la frase que más me impactó : “hay una tendencia a que la gente trate de triunfar fracasando” porque se estimula las mentiras para justificar el subsidio del Estado.  


Las consecuencias ya se están sintiendo en problemas crecientes de salud mental , especialmente entre los jóvenes. La presión, falta de sueño por abuso de las redes sociales, han aumentado la ansiedad y la depresión, que se  suman al problema social .


Y quiero insistir, lo que hoy está pasando en países que hoy son considerados los más desarrollados como Dinamarca y que cuentan con unas instituciones eficientes reconocidas y respetadas por sus habitantes que confían en ellas, nos deben de poner en alerta roja.  Más grave aún  cuando  las tendencias anotadas por Oppenhaimer , demuestran que,  a pesar de las fortalezas institucionales y de contar con una sociedad educada en esos países , el modelo de entregarle el futuro al  Estado es insostenible. 


Que podemos esperar en el caso colombiano, cuando se quiere imponer el modelo estatista .  Pues es muy grave cuando las ya enclenques instituciones nuestras, están haciendo agua en manos de la extrema  izquierda  y se están debilitando cada vez más. En estas condiciones, las expectativas de cambio generadas por Petro, no se van a cumplir por su misma incapacidad   y de un Estado más vulnerado e  incapaz.



A lo anterior,  se suman las tendencias demográficas  de envejecimiento de la población. Colombia muestra una de las tasas más altas en AL.  que  juegan en contra de un  modelo ideologizado del papel del Estado en la sociedad. Y cuyo manejo hoy esta   en manos de unos ineptos, cuyas verdaderas intensiones no son mejorar el bienestar de la gente como lo demuestra la tragedia de los maestros, sino destruir la democracia y quedarse en el poder.


Cómo tenemos una cultura individualista e inmediatistas, los problemas al futuro que se están cocinando hoy, parecería que no son preocupación de los millones de colombianos,  que le dieron irresponsablemente a  Petro, el poder de  definir su futuro, dejando montada una bomba pensional que no habrá como pagar y un sistema de salud colapsado . Para no hablar del inmenso riesgo que los ahorros pensiónales se esfumen por mal manejo, como sucedió en Argentina. 


El resumen de este análisis simple, es que queremos estatizar el modelo de sociedad sin contar con  instituciones bien manejadas y muy efectivas. Pero que aún si las tuviéramos, hay tendencias que hacen el modelo muy vulnerable. Peor aún, mientras los países como Dinamarca, ocupan los primeros lugares en el ranking del manejo de la democracia y la felicidad asociada al bienestar general de la población, , aquí partimos de un sistema democrático muy debilitado y con un individuo en el poder que quiere acabarlo. ¿Hasta cuando vamos a seguir permitiendo este proceso de desmantelamiento de nuestro país sin hacer nada al respecto?.