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viernes, 29 de enero de 2016

El tsunami que enfrenta la industria automotriz


Es claro para los analistas, que la Industria Automotriz, junto con la Banca y la TV, serán los siguientes candidatos para ser afectados por las  innovaciones disruptivas

En mis últimos dos blogs, me he referido a los cambios que están afectando diferentes industrias y las características que los definen. En esta oportunidad, voy a ampliar más el tema, mirando lo que le está sucediendo a una industria emblemática, como es la automotriz. Y para ver la magnitud de los cambios, es necesario salirse de ese sector y mirar a otros sectores muy diferentes.

The Consumer Electronics Show, que tiene lugar en las Vegas, USA a comienzos de Enero ,es un buen sitio para observar las tendencias que se aproximan. No deja de ser muy ilustrativo, que los grandes fabricantes de autos, consideran este espacio como el más relevante al que deben de asistir. Y se volvió el más importante por una sola razón: el futuro de la industria, a 10 o 15 años, se está definiendo por parte de empresas que son tremendamente exitosas en sectores muy diferentes, a los de la Industria Automotriz.





Otra señal de lo que está pasando, es el creciente interés por el impacto del tsunami que se ve venir sobre esta industria, reflejado en los artículos que se han escrito sobre este tema últimamente. De hecho, hace pocas semanas, The Economist hizo un artículo sobre el futuro del transporte personal. En este mes, McKinsey en un reciente informe detallado sobre la Industria Automotriz, analiza las tendencias, que se ven en el horizonte, y el efecto que van a tener. En artículos aparecidos hace dos semanas en el Wall Street Journal, también se menciona el tema.

Es claro para los analistas, que la Industria Automotriz, junto con la Banca y la TV, serán los siguientes candidatos para ser afectados por las  innovaciones disruptivas. Van a seguir el mismo camino de otros sectores como el de la Música, las Telecomunicaciones, la Energía, los periódicos  y los celulares. A las empresas tradicionales como GM, Toyota, Ford, VW, etc.  van a tener que enfrentar una tremenda complejidad, porque la competencia les llegará de afuera de su sector. También tendrán que aprender a colaborar con sus competidores si quieren sobrevivir.

En el caso de el sector automotor, la nueva competencia a va a ser aún más difícil. Según McKinsey, en los últimos quince años solo han aparecido dos nuevas empresas de impacto. Y ahora, en menos de cinco años, aparecen Telsa y Google, empresas emblemáticas  del sector de la tecnología, con dos ofertas que rompen los paradigmas existentes. La primera de ellas ofrece hoy carros eléctricos muy atractivos por su eficiencia y diseño. La segunda  ha sacado a la luz pública, la posibilidad de tener autos autónomos sin un chofer al volante.  Y el tema no para ahí. Apple está trabajando para entrar en la competencia.

Detrás de estas nuevas realidades, está emergiendo un nuevo paradigma: la movilidad como servicio, que se consume solo lo que se demanda. Las nuevas generaciones están cada vez menos inclinadas a tener un vehículo, especialmente en centros urbanos muy congestionados. Esto implica, no solo que aparecerán nuevos tipos de vehículos, con tecnología muy avanzada, sino también, nuevos modelos de negocio, que permiten compartir, o disponer del transporte solo cuando el usuario lo solicita.

Para  las empresas tradicionales, con grandes inversiones en activos fijos, orientadas a reducir incansablemente los costos, y enfrentar regulaciones ambientales cada vez más exigentes, la competencia va a ser brutal. Empresas como Google, Apple y similares, que vienen de otros sectores como la industria de la electrónica y el software, están acostumbradas a moverse muy rápidamente y con muchísima flexibilidad. Su mantra es la innovación permanente.

Las alianzas van a estar en la agenda de las empresas tradicionales con las nuevas aspirantes  a dominar el mercado. Se va a aplicar el proverbio: " sino no puedes derrotar a tu enemigo, únete a él". Es la respuesta que se ve venir ante la magnitud y rapidez de los cambios que se están produciendo.

No hay ni el tiempo, y posiblemente tampoco los recursos, para desarrollar las competencia y el conocimiento adquirido  por empresas como las ya mencionadas. Pero además, estas no tienen la carga de un legado histórico y una serie de costos muertos, que son un peso muy grande cuando se necesita mucha agilidad.

En este nuevo entorno de autos cada vez más inteligentes y autónomos, el software será cada vez más crítico en la industria del automóvil.  Y también, lo serán temas como la seguridad de la información, el procesamiento de datos, la conectividad, el entretenimiento. Se verá el surgimiento de redes conectadas de vehículos lo cual aumentará la presión sobre las empresas tradicionales.

Para quien hoy tiene que conducir en zonas muy congestionadas, el costo en productividad es inmenso. Sin embargo, la aparición de autos sin chofer, cada vez más sofisticados y conectados, va a significar que estos se van a convertir en una nueva plataforma donde la persona puede descansar, leer o entretenerse. El uso productivo del tiempo va a ser el elemento que va a definir el futuro de esta industria.

Y se verá un crecimiento significativo en nuevas formas de movilidad, según  la proyección que ha hecho McKinsey para la Industria Automotriz. De acuerdo a esta firma consultora:  "Los cambios en las preferencias del consumidor, las regulaciones más estrictas, y la tecnología, acelerarán el cambio en los comportamientos de movilidad".

La economía compartida - Sharing Economy- significará una disminución en la venta de los autos personales. En quince años, las proyecciones del crecimiento de este nuevo modelo de servicio de movilidad, muestran que el 30% de los Km recorridos por autos nuevos,y el 10% de los nuevos autos,  serán de flotas compartidas. Y en el 2050, 1 de cada 3 vehículos serán compartidos -( ver Zipcar en mi blog anterior. GM compró al competidor de esta empresa por US 500 millones).

Otra proyección interesante. En los próximos cinco años, aparecerán cada vez más sistemas de asistencia al conductor, que prepararán el terreno y las regulaciones para aumentar la aceptación de  los vehículos autónomos. Mientras tanto, se irán resolviendo los temas de precio y seguridad. En 5 años, es posible que el  10% de los nuevos carros no tendrán chofer. En 25 años, es probable que el 80% de los autos sean autónomos.

Las tendencias anteriores vendrán acompañadas del cambio del paradigma energético de los autos movilizados por gasolina y diésel. Hay una carrera impresionante que permitirá tener autos eléctricos a costos y eficiencia similares a los que hoy tenemos, movidos por el petróleo. Como lo muestra McKinsey:" Las regulaciones sobre contaminación ambiental más estrictas, costos más bajos de las baterías, y una infraestructura de recarga disponible, afectará el proceso de adopción de estos vehículos. En 15 años, el nivel de penetración puede variar de un 10% a 50% , siendo mayor en las áreas congestionadas, porque la regulación será más exigente y posiblemente habrán incentivos para el cambio"

Ahora, como mostraba en uno de mis blogs anteriores, las predicciones de los expertos en relación al crecimiento de las tendencias en la " Nueva Economía"  - ( ver blog con este título)- se han equivocado en el orden 100 veces. Por esta razón se habla hoy de empresas con crecimiento exponencial. Luego no es imposible pensar que, los cambios que veremos en los próximos años, podrán ser muchísimo más rápidos y su impacto aún mayor.

Pero las nuevas tecnologías, impulsarán las ventas de los nuevos modelos, aunque a un volumen menor al que estaban acostumbradas las empresas fabricantes de autos. En los mercados emergentes, gracias al crecimiento de la clase media con mayores ingresos, podría seguir creciendo la demanda de autos nuevos. Pero  debido a los  problemas de mucha congestión, que hoy abruman a la gente en ciudades de alto crecimiento en estos mercados, no es imposible pensar que los consumidores hagan uso de modelos compartidos y servicios más sofisticados como Uber.

También. se proyecta la oferta de un menú más amplio de posibilidades para transportarse. El modelo de negocio tradicional, será complementado por una diversidad de soluciones por demanda, utilizando el celular, y en función del propósito que la persona tenga para movilizarse. Esta tendencia será mayor en zonas de alta densidad que buscarán desinsentivar el uso del automóvil. Habrá una oferta creciente de soluciones por demanda, para diferentes segmentos y para cada propósito

Como lo demuestra el artículo del Wall Street, esta tendencia será cada vez mayor en la gente joven. En Europa y en los Estados Unidos, hay una caída en la solicitud de licencias de conducir en el grupo de 16 a 24 años, acompañado de un incremento anual del 30% de los servicios compartidos. El tipo de ciudad -( densidad urbana, nivel de congestión, desarrollo y calidad de vida)- , también determinará la manera en que los fabricantes de autos harán la segmentación de sus mercados y definirán sus nuevos modelos de negocio.

En Londres, la falta de espacios de parqueo, los cargos por uso en la ciudad, hacen que sea un verdadero problema tener carro.

En resumen, en este blog he querido mostrar que sectores tan importantes como el de la Industria Automotriz, no están a salvo del poder que tiene la innovación disruptiva, y que esta no estaba en el radar de las compañías tradicionales. Este es otro ejemplo ilustrativo, del efecto que producen los grandes cambios, realizados en la periferia. Aparecen nuevas empresas, o entran  otras ya establecidas y muy exitosas en otros sectores, con nuevas competencias que son capaces de destruir los modelos de negocio establecidos.

Para las empresas, las comunidades y los individuos, será cada vez más importante estar mirando el horizonte, para detectar tempranamente los cambios que se avecinan. Esto es lo que  hacen los marineros que permanentemente están alertas a los cambios de los vientos y las mareas, para anticipar las tormentas y aprovechar las corrientes favorables.

El nivel de incertidumbre es cada vez mas grande, y se necesitan nuevas competencias para enfrentar el futuro, con un nivel de confianza suficiente para responder con la agilidad y la flexibilidad requeridas. La colaboración, y construcción de confianza para armar alianzas, serán cada vez más críticos en este nuevo entorno abierto y competitivo que hoy afecta a todos los sectores de la economía y la sociedad en general

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