En una interesante conversación que tuve hace unos días, analizábamos con unos amigos las dinámicas que se dan en las relaciones humanas. En ese contexto, se hicieron algunas reflexiones sobre el papel que juegan las creencias y la forma como estas condicionan nuestros comportamientos. Fue una casualidad, que por esos días, me llegara un vídeo de Alex Rovira, a quien ya había citado en un blog anterior, dando una disertación sobre el mismo tema.
Desde hace muchos años, cuando tuve la oportunidad de acompañar el estudio de competitividad para Bogotá realizado por la firma Monitor, aprendí una lección muy importante sobre el efecto que juegan las creencias en nuestras decisiones y comportamientos. Esto sucede cuando transitamos por la escalera de la inferencia, como lo explicó Chris Argyris en en 1985 para mostrar como operan los modelos mentales.
Este profesor emérito de Harvard, mostró como dos personas, observando los mismos datos, le pueden dar significados distintos, para construir unos supuestos que buscan explicar la relación de causalidad, que les permiten adoptar o reforzar valores y creencias que generan una respuesta emocional , a partir de lo cual se llega a unas conclusiones.
Vale la pena resaltar la importancia que tiene la emocionalidad, generada por la creencia, para lograr que la gente se movilice a la accion o se paralice y no haga nada. Y es especialmente poderoso cuando el saber se integra con este proceso, porque permite lograr cosas extraordinarias o grandes desastres.
Por ejemplo, la creencias de ser invencible, llevó a Hitler, a tomar decisiones muy equivocadas con consecuencias terribles, como cuando resolvió atacar a Rusia en 1941. Millones murieron y fue el principio del fin de su sueño de grandeza, basado en su otra creencia: la superioridad de la raza aria.
¿Pero porqué es tan importante entender este tema ?. La primera razón fundamental, es porque las creencias definen los límites de lo que podemos hacer, más allá de nuestra imaginación y nuestras capacidades. Sin embargo, hay que entender que las capacidades crecen y se multiplican cuando tienen un sentido y un empuje que nace del querer porque hay una creencia fuerte que lo alimenta. En otras palabras, las creencias actúan como filtros que frenan o potencializan lo que podemos hacer. Y hay otra razón. Ortega y Gasset decía: las ideas las tenemos, las creencias las vivimos. O puesto de otra manera: nuestras vidas son el resultado de nuestras creencias.
Rovira cuenta como Roger Bannister, un neurólogo, le dijeron que jamas un ser humano podría correr una milla en menos de cuatro minutos, porque morirá, ya que era la prueba que más generaba infartos. La creencia era muy profunda: quien supere este límite, podía perder la vida. Pero Bannister les dijo, a quienes lo estaban invitando a que no lo intentara, que esa creencia era estúpida. Por lo tanto, se propuso bajar los 4min que era el limite establecido y demostrar que no iba a morir.
Bannister sabía que si lo lograba, le permitiría a otros atletas que superaràn su marca personal. Entendió que hay límites imaginables, “que nacen de las falsas creencias, y de los miedos heredados”. Bajó el límite e impuso un nuevo récord mundial , y su hazaña sirvió para inspirar la película Chariots on Fire. En 1999, otro atleta logró el tiempo de 3:43 min, que no ha sido superado desde entonces.
Recientemente, tuve la oportunidad de escuchar la experiencia de un compañero del equipo de rugby, de los jóvenes uruguayos que se accidentó en un viaje de Montevideo a Santiago de Chile en 1973. Este es un extraordinario ejemplo de lo que puede lograr un ser humano, que tiene la firme creencia de superar la muerte, cuando enfrenta situaciones extremas, después de 70 días de estar perdido en los Andes en en las peores condiciones.
Como en los ejemplos anteriores, las hazañas que son capaces de realizar algunas personas, se explican porque tienen la firme creencia de que es posible lograr lo imposible, a pesar de que otros no creían probable que se pudiera hacer. En la historia de la humanidad hay muchos ejemplo que nos demuestran esta realidad. Y muchos de los grandes avances que se han realizado, fueron hechos por personas que creían que era factible el desafiar los paradigmas existentes. El mensaje es muy poderoso: sin creer no es posible crear.
En un blog reciente me referí al papel de la confianza. Pues bien, esta palabra está íntimamente relacionada con el creer, y de hecho son sinónimos. Y como lo muestra Rovira, no hay grados intermedios: se cree o no se cree, se confía o no se confía.
Hay un tema que es muy interesante saber. Según Eric Berner, es posible cambiar un sistema cuando se cambia la narrativa, sustentada en un sistema de creencias en relación al yo, al otro y a la vida misma. Y estas son influidas por las experiencias positivas o negativas.
Un ejemplo de una creencia positiva: Yo doy lo mejor de mi porque creo que haciéndolo facilito lo mejor de mi. Una creencia negativa: Yo lo he pasado muy mal , el otro se aprovecha de mi , luego concluyó que la vida es muy dura. Rovira lo dice muy claro: “somos lo que creemos, lo cual condiciona nuestra mirada del mundo”.
Y también tiene razón cuando afirma que, “ en la medida que nos liberamos de falsas creencias y prejuicios, tendremos un diálogo más limpio y lleno de posibilidades, y hay menos desconexión con la realidad interna y externa. Esto permite darse cuenta de lo que pasa y de la forma en que se distorsiona la realidad”..
Y para concluir esta corta reflexión sobre el tema, es importante relacionarlo con la creencia que invita a la mirada apreciativa: “trata a un ser humano como es y seguirá siendo como es, pero trátalo como lo que puede llegar a ser y se convertirá en lo que puede ser”. J Wolfang Von Goethe
Una buena conclusión de todo lo anterior es que, nuestra mirada basada en nuestras creencias, condiciona los procesos y los resultados, para nosotros y para los demás
Interesante y estimulante reflexión. A la palabra creencia se le asocian usualmente y con facilidad, las palabras convicción y confianza que expresan la operación interior en las personas que buscan con firmeza lo que se proponen. La clave estará - para ir un paso adelante - en el valor ético de lo que se proponen.
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