Los errores de juicio y las malas decisiones de los dirigentes políticos pueden determinar el destino de un pueblo.
En mi blog anterior me referí a las lecciones del desastre que ha sido el Brexit para la Gran Bretaña, y como se gestó a partir de una decisión totalmente equivocada de Cameron de convocar un referndum, quien era el Primer Ministro en junio del 2016. Las dinámicas que se generaron han creado un verdadero drama, cuyo desenlace es de alta incertidumbre y de un inmenso impacto para ese país. El resultado fue la división de la GB y el debilitamiento de su sistema partidista.
Y terminé mi blog con una pregunta: ¿qué podemos aprender del Brexit en Colombia?
Pues bien, en este blog quiero construir sobre el anterior por una buena razón. La semana pasada, tuve una invitación muy especial, en el contexto de un curso de liderazgo de la Universidad Externado de COLOMBIA, donde fueron invitadas tres altas ejecutivas, presidentas de importantes empresas multinacionales y Frank Pearl. Lo que sucedió en ese espacio, le dio aún más fuerza a la pregunta con la que terminé mi blog anterior: ¿Cuáles son las lecciones de este desastre para Colombia?.
El objetivo del conversatorio, era el de compartir las experiencias de los invitados, en el ejercicio de liderazgo desde la óptica privada y pública, así como los retos que cada uno de ellos, han enfrentado en sus respectivos roles. Fue una reunión extraordinaria, donde se hicieron comentarios muy enriquecedores para todos, y se plantearon muchas y valiosas inquietudes sobre el papel del liderazgo en nuestra sociedad.
En esta oportunidad, me voy a referir especialmente a la intervención del Dr Pearl, quien desempeñará un papel protagónico durante siete años, en el proceso de negociación con las FARC y el ELN. En la actualidad, está promoviendo iniciativas relacionadas con el liderazgo en nuestro país. Su intervención me impactó particularmente y voy a explicar el porqué.
Según lo afirma el profesor Ronald Heifetz de la U de Harvard, una autoridad mundial en el tema, uno de los grandes retos en el ejercicio del liderazgo, es sobrevivir y no morir en el intento. En este contexto, la Dra Maria Cecilia Otoya, directora del evento, le hizo la pregunta al Dr Pearl, que si consideraba haberlo logrado en su caso, después del inmenso sacrificio personal y profesional, que le representó haberle dedicado casi una década al proceso de paz.
En el momento de responder, al Dr Pearl se le cortó la voz, y se produjo un silencio muy impactante. Era evidente el efecto emocional que le había producido la pregunta. Y después de unos minutos contestó: “no se, el tiempo lo dirá”. Era claro el dolor que sentía al no haber podido contestar afirmativamente, pero para mi era muy explicable a la luz de la realidad de hoy.
Su respuesta, representa la mejor síntesis del estado del proceso de paz en Colombia. Es el reflejo de las dinámicas tan preocupantes que hoy se están dando con el ELN, los disidentes de las FARC, y otras bandas criminales, que han venido copando los espacios dejados por el proceso, que quedó cojo, y con muchos vacíos por llenar.
Yo pude identificarme con la respuesta del invitado que refleja su inmensa frustración. El fue una persona que sacrificó su familia y los mejores años productivos, para aportar a un país en paz. Y habló de frustración, porque el propósito de Santos, hoy se encuentra seriamente comprometido por una combinación de factores, que Pearl conoce muy bien, y que en.su respuesta, se demuestra una gran preocupación porque se está reproduciendo una historia, de la cual, Colombia parecería que no se pudiera escapar.
El Dr Pearl compartió sus reflexiones de la experiencia vivida, algunas de las cuales, hoy pueden disonar muchísimo, en el ambiente guerrerista que estamos volviendo a vivir en la actualidad. Especialmente, cuando hoy están en el gobierno quienes se opusieron al acuerdo, y especialmente después del último atentado del ELN, que le costó la vida a 21 jóvenes cadetes de la Policia Nacional, y que rompió cualquier posibilidad de diálogo con ese grupo que tanto daño le ha hecho al país.
Por lo dicho anteriormente, es muy importante recordar la historia contemporánea, donde Sri Lanka es el único caso de rendición de un grupo guerrillero por la accion militar. También , vale la pena recordar, el por qué, después de cinco décadas, de millones de desplazados y miles de muertos, Santos entendió que era necesario sentarse a negociar.
Pero también, hay que recordarle a Uribe, que al final de su segundo periodo, igualmente lo quiso hacer pero no lo consiguió. La mano dura no fue suficiente para parar el desangre de tantas décadas, por lo que el acuerdo con las FARC, si era una oportunidad histórica que había que buscar.
Lo que era impensable se logró en un proceso que es considerado un ejemplo mundial. Hoy vemos en retrospectiva, que hay temas del acuerdo, que no fueron los mejores y que dejaron a muchos colombianos muy molestos. Pero que como bien nos lo recordó el Dr Pearl en su intervención, se tuvieron muchísimas dificultades y fue lo mejor que se pudo lograr, además de que contó con todo el respaldo internacional.
La realidad se debe aceptar: por la fuerza, al estado colombiano le quedó imposible doblegar a las FARC. Y esta lección no se nos debe olvidar, cuando se escucha al Presidente Duque proponer una segunda versión de la política de la Seguridad Democrática, que fuera la bandera de Uribe su mentor, y que como ya sabemos, no fue suficiente para acabar a las FARC.
Pero es evidente que la apuesta de Santos por la paz, quedó con fallas protuberantes de juicio y de ejecución, y hoy estamos pagando las consecuencias. Sub estimó los tiempos, y el impacto desatados por la violenta oposición de Uribe al proceso. Y cometió el gravísimo error de concentrarse en la firma del acuerdo, y no preparar al estado y a la sociedad, para la parte más difícil: su implementación. Estoy seguro que Santos, nunca anticipó el escenario, donde aterrizar lo acordado, quedaría en manos de su más feroz opositor .
La respuesta del Dr Pearl a la pregunta que se le hizo en la universidad, la interpreto yo como el reconocimiento a esta triste realidad. El proceso de Santos quedó con muchos cabos sueltos para lograr una exitosa implementación del acuerdo de paz.
Aquí recuerdo la pregunta que yo le hice en la reunión al Dr Pearl. Dadas las dinámicas actuales, donde se busca regresar al pasado, ¿porqué es que nadie se ha preguntado que hemos aprendido los colombianos del proceso de paz?. Y lo más importante, ¿cómo utilizar esta experiencia para avanzar y no retroceder?
Para ello , es fundamental el preguntarse cuáles pueden ser las causas del porqué el acuerdo hoy está seriamente comprometido. Sin una compresión clara de lo sucedido , difícilmente lograremos aprender. A mi juicio hay varias explicaciones.
La primera de ellas, repito fue la incapacidad de Santos de liderar el proceso. Se le suma la debilidad institucional del estado colombiano, que le impide cumplir, o hacer cumplir, lo escrito en la letra menuda del acuerdo con las FARC.
Santos, al igual que Cameron en la GB, se equivocó en materia grave en otros temas fundamentales. No fue capaz de inspirar a los colombianos para que comprendierán en por qué y el para qué del proceso. Dejó que Uribe usara el miedo para atravesarse al mismo y poner a millones de colombianos en contra de lo acordado.
Y ante este vacío de liderazgo, como también le sucedió a Cameron en la GB, se equivocó monumentalmente al convocar a un plebiscito. Pero a diferencia de ese caso, Santos no respetó los resultados adversos y les hizo posteriormente el conejo a quienes ganaron votando por el NO. Esto enfureció aún más a sus adversarios, y sus consecuencias se reflejaron más adelante, con la llegada del Centro Democrático al poder.
Esta cruda realidad explica la muy tibia voluntad política del gobierno actual, que de dientes para afuera, dice una cosa, pero que no se le ve ningún afán de ponerle el acelerador para abordar los temas más críticos del acuerdo de paz que no se han desarrollado. Por ejemplo, la parte rural, que brilla por su ausencia en las prioridades de Duque. Es claro que la consolidación de la paz no es el tema fundamental.
En resumen, la respuesta del Dr Pearl, es la mejor radiografía del proceso de paz en COLOMBIA, donde brillan por su ausencia las preguntas fundamentales como la relacionado con los aprendizajes que nos deja esta experiencia, y la urgencia de poderla capitalizar, so pena que quedemos condenados a revivir nuestra sangrienta historia nacional.
Y como el tema es qué aprender del proceso de paz, quiero compartir el final de una entrevista que le hicieran al Dr Pearl, en El Espectador en Oct del 2016, se refirió a una carta que le escribiera a sus hijas:
“Ustedes aprenden en el colegio y yo aprendo en el trabajo. ¿Saben qué aprendí? Aprendí a mirar dentro de mi corazón antes de entender y ver lo que pasa afuera. Aprendí el valor del trabajo silencioso y de hacer tareas para los demás. Aprendí que podemos resolver cualquier diferencia, hablando con buena intención, aprendí que entender a otros no es justificarlos. Aprendí que siempre debemos defender nuestros derechos en todas las situaciones que requieran nuestra fortaleza. Aprendí que nadie es dueño de la verdad, que la compasión es más poderosa que la rabia y que la esperanza es más fuerte que el miedo. Aprendí que siempre seguiré aprendiendo”
Si todos los colombianos, y en especial los dirigentes políticos que hoy ostentan el poder, pudierán escribir algo parecido, brillaría una luz de esperanza y COLOMBIA tendría un futuro mejor.
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Francisco sintetizar todo el tema del proceso con las FARC y su desarrollo en una sola persona, el Sr. Uribe, y esperar que el resto de los Colombianos seamos una manada de borricos que por orden del gamonal no estuvimos de acuerdo con lo negociado es francamente contrario a el alto espíritu del título de el BLOG.
ResponderEliminarDestila Ud en sus frases más inquina que profundidad en los comentarios, no entrando en las entrañas de que lo pactado deja temas importantísimos para una paz como la verdadera intención de los Jefes Guerrilleros de someterse al estado de derecho, con todo lo que esto significa. Casos como el de Marquez, El llamado Páisa, Santrich, Guacho y muchos más que lo que intentaron fue lavar la cara y seguir delinquiendo, no sin mencionar la actitud de los llamados líderes que por un lado dicen pedir perdón pero por el otro niegan temas de hondo calado como el reclutamiento, y no devolución, de niños, violación masiva de niñas y niños, mejor llamado esclavitud sexual, narcotráfico, y connivencia con el régimen en Venezuela, hacen qué creer en ese pedazo de papel sea muy pero muy difícil.
No le niego que así fuese un solo guerrillero, y en realidad fueron muchísimos más, el que se desmovilizara el proceso sería un éxito. Pero la falta de claridad, la cantidad de mentiras, las continua realización de que le estaban haciendo conejo a los colombianos, la doble moral, la carencia de verificación, y el firmar por firmar hicieron que el pedazo de papel, el cual debería haber sido de dos hojas y no casi mil artículos, no tuviese ninguna representatividad o apoyo por una gran parte de la población colombiana.
Santos utilizó el añorado tema de la paz para poder llevar un barco herido en el fondo a cualquier puerto, no a un puerto seguro. Por eso, menciona usted que no se ha implementado la paz, que error tan grande comete, no estamos hablando de la paz sino de un acuerdo con una minúscula parte de un grupo guerrillero. Las mal llamadas disidencias nos lo confirman.
Contrario a lo que afirma, yo creo que el Brexit y el proceso con las FARC, tienen muy poco en común. Un líder débil y populista, sería de lo que pudiésemos mencionar en común. Sin embargo, en el proceso con las FARC el punto positivo es que hay miles de excombatientes tratando de salir adelante dejando su accionar delictivo y apostándole por no seguir bajo la bota de una serie de maleantes, llevados a pensadores por la acción de un puñado de personas que creyeron más en su gloria que en decirle la verdad al país.
Como tema de cierre, al Dr. Pearl, le diría que su frustración está bien fundada no en la no continuidad de su esfuerzo, sino en lo precario de lo avanzado con un grupo que desde el principio nunca a mostrado voluntad de dejar su accionar, no nos engañemos diciendo que voluntad de paz. Fueron siete años, de tratar de torcer la realidad de unas mesas de dialogo de sordos, donde el gobierno nacional trataba de mostrar una realidad y los señores guerrilleros solamente pedían. Más aún, como hemos venido conociendo con este interminable goteo de información, a veces como libros, a veces como entrevistas, a veces como documentales, (por que a Santos le encantan los documentales), muchos de los temas incluidos en el acuerdo, como la tal mencionada reforma rural, no la incluyeron las FARC sino el mismo gobierno, como el tal mencionado capítulo del genero, no fue incluida por las FARC sino por los negociadores. Hubo un desbordamiento basado en el ego de los negociadores que creyeron que no estaban ante una posibilidad de acordar algo sino de cambiar la historia de Colombia.
Santos y su equipo negociador querían quedar en la historia de Colombia y por fortuna ya son historia