Es evidente que el pasado 29 de octubre los colombianos votaron en las elecciones locales y le enviaron un mensaje contundente a Petro sobre la manera que está conduciendo al país. ¿Cuál es ese mensaje, porqué es importante y cuáles son las preguntas que los nuevos mandatarios deberán hacerse para responder al mensaje en lo local?
A partir del 1 de enero del 2024, las alcaldías y gobernaciones de las cuatro principales regiones del país, estarán en manos de personas que representan una corriente de pensamiento muy distintas del actual presidente. Los nuevos mandatarios enfrentan la tremenda responsabilidad de interpretar el mensaje y de responder a las expectativas de sus votantes que esperan respuestas efectivas a los múltiples problemas que afectan su calidad de vida en la región donde viven.
No hay nada sorprendente en el comentario anterior, y sin embargo, me surge una primera gran inquietud. Este cambio de panorama político, no será la gran oportunidad para preguntarnos sobre la manera como se debería ver la construcción de un país: ¿De abajo hacia arriba o al revés?. En otras palabras donde se debe poner el foco del desarrollo, en lo nacional? o en lo local?
Hay una tendencia mundial a darle cada vez más peso y fortaleza a las regiones y a sus localidades, desde donde se construyen las verdaderas identidades nacionales. La fortaleza de un país depende de la fortaleza de sus unidades regionales y locales constitutivas y de las conexiones entre ellas.
Puesto de otra manera, en un mundo cada vez más complejo, un país se debería ver como un sistema de regiones y ciudades interconectados entre sí. Su capacidad colectiva de enfrentar las realidades actuales de grandes cambios y de incertidumbre, dependerá cada vez más de la fortaleza del desarrollo de sus partes. Si se acepta esta mirada sistémica , lo que suceda en sus componentes más importantes, su ejemplo ,tiene un gran impacto en la totalidad del país.
Desde esta perspectiva, es que se deben ver los resultados de las pasadas elecciones en las cuatro principales regiones del país, pero también , en las regiones de menor desarrollo y más marginadas dentro de la geografía colombiana. Todas ellas tienen importancia para el sistema completo que nos define como nación.
Si yo hubiera sido elegido gobernador o alcalde y me hubiera ganado el baloto del poder con las responsabilidades que confiere esta distinción, en los dias que me quedan del año antes de comenzar a ejercer, serían mucho más las preguntas que las respuestas que me acompañarían hasta el día de mi posesión y seguramente durante mi periodo de gobierno . Tendría que reconocer que cuatro años, son un periodo muy corto para encontrar todas las respuestas a las preguntas con las iniciaría mi mandato.
Pero ¿cuáles deberían ser esas preguntas que los mandatarios recién elegidos se deberían estar haciendo y que los tendrían que desvelar? Aquí propongo algunos grupos de ellas que serían útiles de hacer antes de lanzarse a la piscina llena de tiburones que los espera :
¿Cómo debo interpretar el mensaje de los votantes en las pasadas elecciones del 29 de octubre?.
¿Cuál va ser el tono que quiero darle a mis mandato y cómo lo voy a sostener?
¿Cómo se debe de traducir el mensaje en los planes de desarrollo, en mis comportamientos personales y en los de mi equipo de trabajo? .
¿Cuál debe ser el propósito superior que quisiera proponerle a mis conciudadanos para unirnos colectivamente en una gestión que los beneficie a todos?
¿Cómo voy a ser un ejemplo positivo que envíe un mensaje de optimismo y esperanza en mi región y para el resto del país?
¿Cuáles son los retos adaptativos y técnicos más importantes que tengo que enfrentar? ¿Entiendo la diferencia entre los dos y lo que me implica hacer en mi nuevo cargo?
( Retos técnicos tienen respuestas y requieren de una gestión experta como suministrar agua de calidad, mientras los adaptativos requieren del ejercicio del liderazgo, eje: la cultura ciudadana que propuso Mockus para lograr cambios de comportamiento )
¿Cuáles son los aspectos invisibles que tengo que evidenciar, y que son retos adaptativos porque pueden ser grandes obstáculos para mi gestión?
¿Cómo revivir el cambio de cultura ciudadana que Antanas Mockus demostró que si es posible en un tiempo muy corto?
¿Reconozco que solo con mi equipo no puedo responder a las inmensas expectativas que desperté y que me llevaron al poder?
¿Cómo inspirar, de manera innovadora en la ciudadanía, un sentido de corresponsabilidad y de participación en la solución de los problemas que los afectan directamente?
¿Cómo debo de movilizar el apoyo del sector privado, y de otros actores relevantes en mi ciudad o región, para que me acompañen en la ejecución de mi plan de gobierno?
¿Cuáles son las oportunidades que se abren y cuáles son los errores que debo evitar de mis antecesores?.
¿Como debo enfrentar los problemas locales, y minimizar los riesgos y el impacto de un entorno tan enrarecido gracias el desgobierno nacional que hoy padecemos los colombianos ?
¿Cómo hacerle un contra peso desde lo local a la narrativa destructiva de Petro en el poder?
Y si el país es un sistema complejo de unidades territoriales conectadas entre sí, la pregunta de hoy sería: ¿cómo coordinar esfuerzos, entre los alcaldes y gobernadores recién elegidos en las cuatro principales regiones del país, para dar el ejemplo y el mensaje de que hay una narrativa en desarrollo muy distinta a la de Petro, que hay que apoyar de cara a las elecciones presidenciales del 2026?.
Esta última pregunta implica dejar los egos de cada uno en el cajón, y entender que el país espera su ejemplo y liderazgo colectivo, fundamental en un momento tan crítico como el actual . ¿Será que es posible lograrlo?
Para el ejercicio del liderazgo individual y colectivo, que los nuevos gobernantes van a tener que realizar, deben de tener a la humildad como su compañera de viaje. Muchos de los retos que van a enfrentar son adaptativos y los van a desbordar.
Va a ser necesario un una pedagogía ciudadana muy inteligente, porque muchos de estos retos son muy complejos de abordar, son sistémicos y posiblemente sin soluciones fáciles a la vista. Y muchos de ellos van a a requerir de un liderazgo colectivo corresponsable de la comunidad.
Para muchos de estos retos, el peor enemigo va a ser el tiempo disponible de cuatro años, para lograr un impacto sostenible. Su solución va a depender posiblemente de factores externos que los nuevos mandatarios no van a controlar. Esas realidades algunos de los límites del poder dentro del marco de la democracia
En resumen, estamos en una cultura donde no se premia hacerse preguntas difíciles y se tiene la tentación de creer que, en un entorno de alta complejidad, las respuestas fáciles son sostenibles. Por esta razón, vale la pena entender que en una época de cambio tan rápido como es la actual y de inmensa incertidumbre, los gobernantes tienen que desempeñarse en dos planos distintos pero complementarios.
El primero de ellos, el de liderar uno cambio de mentalidad y de cultura que sostenga los logros en el largo plazo. Pero en simultánea, también demostrar una capacidad de gestión que muestre resultados tangibles en los diferentes frentes que van a administrar y de reconocer con humildad cuando no puedan y necesiten ayuda de la comunidad. Saberse rodear bien es uno de los retos más grandes de las nuevos gobernantes.
Liderazgo, gerencia y humildad es lo que le ha faltado a Petro y por eso está fracasando estrepitosamente. Son los temas que los nuevos mandatarios tendrán que lidiar para construir una narrativa nueva que valora lo que hemos alcanzado como sociedad, y que resalte nuestra capacidad colectiva de avanzar
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